Capítulo 2 Llueve

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Pues aquí va, 2º capítulo del mini fic... Y solo queda uno...

Espero que lo disfrutéis y nos lo digáis, ya sabéis los comentarios son como la gasolina que necesitamos para seguir, tanto buenos, porque nos alegran el día, como malos, porque nos hacen querer mejorar. 

Gracias mil!

Nos leemos!!





Tres días habían pasado desde que Natalia y Alba se habían encontrado en la casa de María. Habían hablado. Bueno, más bien, Natalia le había contado todo en apenas 15 minutos... ¿Y ahora qué? Ahora nada. Desde ese día, nada. La cabeza de ambas se encontraba en un completo caos. Tenían todas las ideas mezcladas y no sabían con qué guiarse. Su cabeza en cualquier momento, explotaba...

Eso si, ambas habían recibido miles de llamadas queriendo confirmar, o desmentir eso de que iban a cantar juntas en el share. Pero ninguna podía decir nada más, ninguna sabía si se iba a llevar eso a cabo o no.

Alba quería confiar en las palabras de Natalia. De verdad que quería. Quería pensar que todo lo que le había dicho Natalia era verdad. Que, realmente, la morena no tuvo otra opción y por eso hizo todas aquellas cosas, aunque hicieran mella en ellas. Quería pensar que la habían obligado a perderse y, en verdad, la chica a la que tanto había amado seguía estando ahí. Aún así, le dolía que no hubiera confiado, que no le hubiera contado todo cuando aún estaban juntas, cuando se dio cuenta de todo, pero... Es que tampoco podía culparla, ella hubiera hecho lo mismo. Dejarla fuera, salvar su lugar, su carrera. Suficiente con que cayera una, ¿no? Pero si se creía todo lo que le había dicho Natalia, ¿qué hacía ahora? ¿Podía perdonar a Natalia sin más? No, es que si todo había sido así, tal y como le había contado, no tenía nada que perdonar, más bien solo podía pensar en agradecerle por dejarla fuera... Pero, es que, ¿cómo iba a volver a hablar con ella sin más? ¿Cómo iba a volver a confiar en ella si, a pesar de tener motivos, Natalia le había ocultado todo? Su cabeza era un hervidero de preguntas para las que, no sabía las respuestas, o sí, pero aún no estaba preparada para afrontarlas...

Alba no había parado de hablar con sus amigas de siempre, para pedirles consejo. Con su hermana, para que le diera su versión. Incluso había hablado con su madre durante largas horas... 

Marina era la persona en la que más confiaba porque estaba ahí cuando pasó todo y las conocía bien a las dos. Confiaba plenamente en ella y en su criterio con respecto al tema. Pero, es que a veces, no se trataba de confiar o de hacer caso a una persona u otra, por más acertados que fueran sus consejos, a veces, el problema era hacerse caso a sí misma. ¿Cabeza o corazón? Esa era la respuesta... Ese era el quid de la cuestión... 

El poco tiempo que paraba en casa era para descansar lo justo y estar con sus gatas. Alba, necesitaba salir, pasear, pintar en los parques que se iba encontrando por Madrid. Incluso cuando llamaba a su madre, lo hacía desde cualquier banco de la calle. Cualquier plan que no la dejara pensar en el pasado con esa chica de dos metros que había reaparecido en su vida, en forma de propuesta de concierto, le venía bien. Intentaba huir de cualquier pensamiento o recuerdo que le llevara a Natalia. El problema es que, desde que habían hablado, todo le llevaba a ella. Necesitaba tiempo. Buscaba una señal del destino, una respuesta a la que no tener que dar demasiadas vueltas, necesitaba evadirse de todo... 


Natalia apenas había salido de casa de María, donde también había ido Marina para estar con ella. Para acompañarla, aunque no tuviera nada que decirle, porque había llegado un momento en el que Marina ni siquiera sabía si estaba haciendo bien revolviendo todo después de dos años. 

2 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora