Cada Semana •LARRY STYINSON•

Diez|십

Dos toques de puerta hicieron interrumpir la concentración de los archivos sobre uno de los varios cuerpos encontrados en la ciudad de Londres, la cifra a aumentado un 23% desde el año 2012.

- Doctor Coll, su cafe sin azúcar. - dijo la delgada chica, su corto cabello sobre hombros, le daba un aspecto sutil .

- Gracias, lo estaba necesitando. - soltó los papeles en momento y se estiro un poco en la silla de cuero. - ¿El inspeccionista no ha llamado?. - tomo sorbo de café, estaba caliente, pero así le gustaba más, sentir la pequeña quemadura de lengua. Lo hacia sentir vivo.

- No señor, durante estas dos ultimas semanas no ha informado del encuentro sobre algún nuevo cuerpo. - Matthew se quedo observando el pequeño humo que salía de su taza. Sonrió ante la escritura que tenia el diploma pegado frente de su escritorio al alzar la vista. "Doctor de Psiquiatría Mathew Owen Coll - Certificado" .

- ¿Es raro, no?

- ¿Disculpe? - pregunto confundida su secretaria. El doctor había hablado solo o estaba aprendiendo algo de sus pacientes.

- Desde hace más de 3 años, el inspector Milton ha tratado de encontrar al responsable de varios cuerpos identificados en varias zonas de Londres. - Pauso tomando otro sorbo- cada cuerpo esta especificado en una sola carpeta por su identificación como "El tiro de gracias, cada semana." ya sabes... Cada cuerpo tiene una abertura entre sus ojos, es como... -paso los dedos sobre el orillo del pocillo - Su sello o marca.

La chica lo miro aun mas con interés, era verdad todo aquello, pero porque seguía babando sobre eso? , ante la mirada expectante de su secretaria continuo hablando.

- Milton me contrato para poder identificar la enfermedad que tuviera el dichoso causante de estas muertes, ¿Y sabes cuando fue eso?. -

- Mas de dos años. - Respondió en un susurro la chica.

- Exacto, mas de dos años mi querida Madison. Dos años en los cuales no hay ni una sola huella, tacto, ni pista que el asesino halla dejado. Nada. ¿En realidad sigues creyendo qué es una enfermedad?. - la chica trago un poco de saliva- pienso en realidad que es como una capacidad y quiere dejar sacos vacíos para demostrara que en realidad es mas inteligente que nosotros, porque claro. Esa persona debe de saber que detrás de esos cuerpos esta los agentes del FBI.- tomo un sorbo sencillo. Hmmm que delicia.

- No entiendo a que viene todo esto doctor. - admitió juntando sus manos.

- FBI... - dijo susurrando, e ignorando al cuerpo que lo observaba con sumo cuidado,su mente ya no estaba en la oficina. - ¡Lo tengo!. - El repentino grito sobresalto a la chica, estiro el pocillo en dirección a Madison para que lo sostuviera ignorando su escritorio. Tomo su celular a un lado y comenzó a teclear rápidamente.

"Llámame cuando puedas, tengo una idea para tu caso.

Matthew."

- ¿FBI? - pregunto después de unos segundos al pasar el casi desespero en el que su jefe actuó.

- El chico o chica detrás de éstos cuerpos es inteligente deberá de saber que agentes del FBI esta tras de él, tratando de encontrar su identidad. - cito nuevamente lo anterior dicho.- Los debe tener vigilados , a ellos y a sus cuerpos... Debe de asegurarse que esos cuerpos son encontrados y observar él mismo que no halla dejado ni un rastro. Actuar normal. Ser normal frente al cuadro. - el psiquiatra se levanto, arreglo su bata blanca y comenzó a caminar hacia la pared , se situó frente al marco de su honor y sonrío. Haberse salido de la agencia pata continuar su futuro propio como psiquiatra especializado fue su mejor decisión, nunca se reprimiría de eso pero seguía adorando ayudar en casos a sus ex compañeros y mas cuando su mente de doctor y agente se unía y daban un excelente resultado. La investigación de cada detalle lo mantenía vivo, y analizar a sus pacientes le daban el camino. Sentía que su vida en maestría de esas dos carreras era completa, en un día atendía de 5 a 6 pacientes totalmente fuera de si, y en la noche resolvía casos. Era como un héroe, él se sentía como un héroe. Y era turno de que ese héroe extrañamente audaz, ayudara a las siguientes víctimas que hasta ahora habían cesado. No sabría si pensar sobre que tal vez se había cansado o quizá muerto como inquirió Milton. Casi tres años en el mismo caso lo hacían ya transpirara, las huellas dactilares de las víctimas ya las veía en pesadillas y él quería detenerlas.