La nieta de Laporta.

Mi debilidad

Sara

Las lágrimas bajan por cara al contarle lo sucedido a Memphis.

6 días antes.

La noche anterior al partido de Kosovo, la pasó en mi habitación con Aymeric viendo un película al azar. Casi estoy por dormirme cuando las risas en la habitación de al lado me desvelan. Una de esas risas pertenecen a Vicky y la otra me suena pero no la ubico. Me acomodó de nuevo en el pecho de Aymeric, Vicky empieza a gemir por decirlo suavemente.

- Joder - Esa voz. Me levantó del pecho de mi amigo, observando sus ojos para saber si él a oído lo mismo que yo. Mis pies no responden a las súplicas de mi cerebro que pide encarecidamente que lo deje estar, que no vaya, que el daño que me va a provocar verlo con otra persona no le va a hacer bien a mí corazón.

Tocó la puerta, las lágrimas me impiden ver con claridad, pero es Éric quien abre la puerta con la sábana enrollada alrededor de la cintura, le empujó. Allí está ella esperando a que despache a la persona que está en la puerta incordiando para acabar lo que empezó.

- Eres la peor persona que me encontrado en la vida - Le digo - Asensio no volverá contigo nunca porque es demasiado bueno para tí - Continuó - Pobre de el Real Madrid si se le ocurre volver a contratar tus servicios porque acabará hundido como el Manchester City el año pasado en la final, el gol fue tu culpa - Éric va a tomarme el hombro pero me aparto - Ni se te ocurra volver a ponerme una mano encima - Vuelvo a mirar a Victoria - Gracias a ti el Chelsea rompió la racha y yo tengo una Champions - Sabía que su alma estaba del toda rota pero a estas alturas que más daba - En la fiesta de Ramos cuando te acostaste con Thibuat, las fotos se las enseño a Marco tu propio hermano, Isco - Salí de la habitación, alcance a oír a Busi.

- Te vas a arrepentir todo la vida, Éric -  Soltó Busi.

No tuve fuerzas para nada, Luis Enrique lo achacó a la carga de partidos, yo simplemente asentí deseando volver a Barcelona a esconderme por el resto de mi vida en mi casa me funcionó unos días pero tenía que volver a entrenar. La FIFA nos sancionó por la prohibición de salir con sus selecciones a los jugadores americanos y la Liga nos suspendió el partido por lo que hasta hoy no teníamos partido, de Champions, inicio de ella, contra el Bayern.

- Sí, hoy un par de goles hacia las 9 me pueden venir bien - Sonrió ante el comentario de Memphis. Me lo pasa genial con él. Era un amigo increíble - Mijn Liefje (Amor mío) - Sonrió al oírlo hablar en holandés - ¿ Te pasa algo ? - Le miró interrogante - No sonríes y tu siempre sonríes - Niego.

- Solo es concentración - Asiente poco convencido.

- Cuando quieras me lo cuentas - Sonrío.

- Ven, aquí no - Le tomo la mano y lo sacó de la sala común. Llegamos a uno de los palcos que siempre está vacío nos sentamos, allí le cuento todo con sus lágrimas correspondientes, él me abraza y lloro en su hombro. Me separo de él y nuestras caras se acercan, sin esperar más me besa, me toma la cara con cariño y acaricia mi mejilla mientras me besa, pasa la lengua por mi labio inferior, le doy paso a mi boca, nuestras lenguas se encuentran y se enzarzan en una batalla por tener el control del beso. Nos separamos por falta de aire. Seca las lágrimas de mis mejillas con sus manos y yo sonrió. Busco sus labios de nuevo. No sabría decir cuánto tiempo estuve compartiendo besos con mi delantero.

Éric

- No me mires así - Le suelto a Pedri.

- Es que eres tonto, tienes a la mujer de tus sueños loca por ti y te acuestas con otra - Dice.

- Venga ya te conté lo que pasó - Digo con fastidio.