Es una locura bastante cuerda

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Sara

Ya no había vuelta atrás Memphis y yo cenamos en un bonito restaurante del puerto. Tomamos la última copa en su sofá. Me deje hacer un rato.

Lo ayude a desvestirse y me agache a su erección, la metí y saque de mi boca ahuecando las mejillas para chupar más profundo, él acariciaba mi cabello con cariño, subió mi cara para besarme al mismo tiempo llevó sus manos a la cremallera de mi pantalón y los bajo.

-Ven, vamos arriba- Tomó mi mano y fuimos a su habitación, él se tumbó y yo encima, nos empezamos a besar, me moví creando fricción entre ambos. Él llevó su mano a mi vagina y metió un par de dedos. Metí su polla en mi interior y empecé a mover mis caderas en círculos, luego di pequeños saltos. Él la sacó de mi interior y nos besamos apasionadamente. Nos dimos la vuelta, él se introdujo en mi interior de una sola estocada, abrí completamente mis piernas mientras él daba fuertes estocadas, se tumbó sobre mí, yo lo abrace con mis piernas, el bajo un poco la intensidad y nos besábamos apasionadamente mientras sus estocadas se volvieron también apasionadas, nuestros cuerpos se abrazaron encontrándose por primera vez. Empecé a sentirme cómoda y a olvidarme de Éric.

- Sara - Susurro en mi oído, su semilla lleno el interior del condón - Te quiero- Susurro. Me quedé helada. No le quería pero ahí estaba aún en mi interior esperando. 

- Y yo a ti - Dijo

- No, pero llegarás a hacerlo - Se acostó en mi vientre. Nos sonreímos. Me dio un pequeño beso y volvió a su posición inicial. Nos quedamos dormidos. En la madrugada me despertaron sus besos.

 -Tócate para mí - Dijo en un susurro él tomó asiento a mi lado en la cama y yo hice lo que me mando, estaba tan excitada con el mero hecho de la situación que mi coño ya chorreaba cuando lo toque, lleve mi mano a mi centro y comencé a tocarme, él desde su posición puso cada una de mis piernas a cada lado de su cuerpo- Quiero una buena visibilidad- Dijo ronco por la excitación. Metí dos dedos en mi interior y los moví despacio, las manos de Memphis no tardaron en tocarme retiró mis bragas totalmente mojadas y se monto encima de mí, su erección chocaba con mi montañita haciéndome sentir aun más excitada, empezó a besarme de manera ruda. Esa noche me di cuenta de que prefería el sexo algo más bruto y pronto descubrí que aquel chico de carita buena y tan educado en la calle era un autentico animal en lo que ha sexo se refería. Lo abrace con mis piernas mientras él buscaba mis pechos, se apartó un poco para quitar sus boxers pero enseguida atacó de nuevo, tomó su anterior posición esta vez besó, mordió y chupó mis pechos sin compasión. Mi coño palpitaba de sentir aquella longitud tan cerca. Se puso de rodillas en la cama para observarme, yo aproveche para tirar de la goma de su calzoncillo Calvin Klein y dejar ver su masculinidad la cual  estaba apunto de chupar con la boca y tragar con mi dulce vagina. Me quedé en cuatro y tome con sumo cuidado aquel miembro di un primer lametón a su glande, él me hizo una coleta con la mano y metí su longitud en mí boca. Ahueque las mejillas para chupar su erección y continúe sacando y metiendo su polla en boca.

-Amor, sigue- Aunque a él pronto no le pareció suficiente, comenzó a follar mi boca con rapidez hasta el punto de que su glande tocaba en mi campanilla, se paró de golpe, yo esperaba que su semen llenara mi garganta -Quiero correrme contigo- Aquellas palabras me excitaron aún más, me beso abrazando mi cuerpo contra el suyo ambos de rodillas en la cama-

Abrió mis piernas para meter un par de dedos en mi interior, su dedos eran largos y gruesos al sentirlos mi vagina los recibió con gusto

-Como me pones- Gemí en respuesta, continuó metiendo y sacando los dedos mientras su ávida lengua se ocupaba de mí clítoris, sentí una corriente en toda la espina dorsal y una oleada de placer que fui anunciando con gemidos ascendente que acabaron en un grito cuando llegue al clímax.

- Memphis - Grité al llegar, él sonrió contra mi clítoris.

-Ponte de rodillas en la cama- Le hice caso, él se coloco de igual manera- Pon un pie sobre la cama- Nuevamente obedecí mientras se acercaba, se colocó delante de mí abrazándome y besando mi cuello una de sus manos buscó su polla y la introdujo en mí, nunca había probado esta postura, Memphis movió las caderas lentamente al principio pero luego empezó a tomar mi vagina de forma dura y cada vez más rápido pronto me deje caer hacia atrás incapaz de aguantar aquellas embestidas en aquella postura, al caer nuestros cuerpos chocaron proporcionándonos aún más placer si cabe. Continuó con sus duras embestidas, yo abrace su cadera con mis piernas, movía mis manos por todo su cuerpo queriéndolo tener todo lo cerca que me fuera posible, moví también mis caderas intentando tener su ritmo, supe que estaba apunto cuando llevo mis piernas a sus hombros y me embistió con tal dureza que la cama empezó a chocar contra la pared. Mi segundo orgasmo también estaba cerca, se volvió a recostar sobre mí para besarme dejando mis piernas pegadas a mi pecho.

- Estoy a punto - Dije en un gemido ahogado. Él se movió aún más rápido buscando nuestro orgasmo, volvió a llevar mis piernas a sus hombros y en un última estocada profunda explotamos. Nos quedamos en silencio mientras intentábamos recuperar el aliento. Se puso de lado para observarme.

-¿Qué?- Pregunte mirándole.

- Sabía que eras la mujer de mi vida en cuanto te vi- Sonreí y le besé. Podía llegar a amarle eso estaba claro. Memphis era cariño, amable, tranquilo, guapísimo y una fiera en la cama pero Éric me hacía sentir todo eso siendo mi mejor amigo al mismo tiempo. Estaba echa un lío con la diferencia de que yo misma aleje a Éric.

Éric

Me importaba un pimiento todo lo que aquella chica quería contarme, había salido con ella solo para que mi madre me dejara en paz. Según ella un clavo saca a otro, pero Sara no era un clavo cualquiera, era el clavo de mi vida si es que es locura es lo bastante cuerda. Después de la cena, la deje en casa prometiendo hacer una llamada que jamás haría. Toque en casa de Pedri no me apetecía, volver a casa y menos sabiendo por Anne que está noche había salido con Memphis.

- Hey - Mire a mi amigo cuando abre la puerta - ¿ Qué tal tu cita ? - Me deja pasar y caminamos hacia la sala.

- No me gustaba - En la sala estaba Anne.

- ¿ Qué cita ? - Pregunta Anne.

- La hija de una amiga de mi madre - Ellos se ríen.

- ¿ Y tiene nombre ? - Me encojo de hombros.

- Que más da - Digo - ¿ Esta tu hermano ? - Pedri asiente - Llámale que os fundimos - Ellos sonrien con cariño. La noche se torna tranquila. Debía empezar a olvidar a Sara como una posibilidad para pasar el resto de mi vida para verla como una amiga, mi mejor amiga de hecho.

La nieta de Laporta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora