─ CAPÍTULO TRES.

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Apeñuscarse con la persona más cercana fue la reacción más oportuna ante la tan grata-espantosa bienvenida.

─Nos alegra mucho tenerlos por aquí. ─La voz que llegaba a perturbar sus oídos era gruesa y lúgubre.

El diablo frente a ellos imponía con su altura, dándole poder y una clase extraña de elegancia malévola que no cualquier individuo podía lograr con un disfraz tan comúnmente usado en Halloween.

─Por favor, adelante. ─Un sólo paso a la izquierda bastó para dejar al descubierto una angosta puerta cerrada en el suelo. El enmascarado dobló su cuerpo para alcanzar la manija dorada. Levantó lo que parecía ser una puerta de madera, una que quizás en un mejor pasado pudo ser una madera lisa y bonita, pero que en la actualidad se encontraba tristemente maltratada por las filosas puntas de los diversos cuchillos. Algunos de ellos con los filos oxidados, otros más limpios y brillantes, pero todos tan violentos se clavaban en el centro por igual, siendo ese necesario toque espeluznante que brindaba un buen comienzo para la noche, según los pensamientos de Felix. En lo más alto de la puerta, unas letras escurrían aún con pintura fresca, algunas de ellas estaban algo chuecas, más inclinadas que otras y más gruesas, los brochazos estaban mal hechos, pero igualmente todas brillaban en el color rojo más vivo que puedas imaginar.

Sólo una mísera palabra estaba arrebatando tantos espantos en esa noche.

" Infierno "

Y una flecha que indicaba un único camino acompañaba a las letras, señalando justo a esa trampilla, donde una luz amarillenta ya provenía de lo que sea que fuese ahí abajo.

Con una ceja alzada, Felix seguía juzgando la creatividad de la puerta en el suelo. Por conclusión, daba por hecho que era una idea original realizar una especie de sótano, ¿ahí era donde el recorrido iba a comenzar? Genial, con gusto podía dar la primera estrellita a la nueva casa del terror. Pero muy diferente a él, los cuerpos de sus amigos querían unirse como imanes a la cortina que fue cerrada anteriormente, pegarse como chicles a ella para jamás tener oportunidad de acercarse a ese anfitrión de voz ronca, mucho menos bajar al sitio que señalaba.

─¡El lugar más divertido los espera! No se retrasen, por favor. ─El hombre habló con un tono meloso que erizaba toda tu piel, poniendo a propósito toda la burla en sus dientes; que por cierto, nadie podía mirar a causa de la horrenda máscara, pero cada incisivo era reluciente en la gran boca cuando esa sonrisa oculta se estiraba de oreja a oreja.

Usando la horca, señaló con un movimiento fuerte y conciso hacia el suelo. Había maniobrado tan impresionante la herramienta, como si se tratara del peso ligero de un globo. De repente, su cabeza se inclinó hacia un lado, torció su cuello todo lo que le permitía su cuerpo, logrando así mirar terrorificamente a sus invitados. Sus grandes cuernos goteantes no perdían atención al movimiento de los nuevos invitados resignados que iban acercándose, sin remedio alguno.

Felix lideraba el grupo, como era de esperarse. Al estar al borde del "sótano", echó un vistazo, entendiendo que debía bajar por esas escaleras ancladas a la pared de ahí abajo. A simple vista, no mirababa nada más que escaleras. Se dio la vuelta para encontrarse frente a frente con el resto, y sin decir nada, alzó y bajó los hombros restando importancia al asunto, prosiguiendo a bajar al "Infierno". Hyunjin no pudo evitar rodar los ojos rápidamente, ahí iba su novio, persiguiendo la aventura del día de brujas. Mientras vigilaba que el pecoso aterrizara con seguridad, también echaba miraditas de reojo al diablo, la cercanía del hombre gigante lo estaba haciendo tragar duro.

Atrás de él, los demás optaban por ignorar la presencia endemoniada, evitando a toda costa mirar la máscara. Los únicos que abrían su boca para declarar que todo aquello era una locura, eran Jisung y Jeongin. Escuchabas sus susurros intentado convencer que salir corriendo era la mejor idea, aún si tenían que tirar todas las puertas a golpes. Seungmin se armó de valentía, y miró directamente a la persona de capa roja.

TRICK ─ STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora