Ella, un idiota y yo

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Narra Reese

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Narra Reese

Era extraño, generalmente no iba a fiestas muy a menudo, no porque no me gustaran o porque no quisiera ir a ellas, solo que nunca estaba invitado y no tenía a nadie que me avisara que habría una.

Esa de seguro era una de las más grandes que había visto. Había gente de otras escuelas y de todos los grados de la preparatoria. Miraba a Rosie que estaba junto a mi para sentirme más relajado, o al menos eso quería pensar; en realidad más me aterraba la idea de que Rosie no me reconociera como su novio o que se fuera con otro chico que conociese en aquel momento.

-Ahora vuelvo, no me tardo; dijo ella con un grito, ya que la música sonaba muy alto en el lugar en el que estabamos parados los tres.

Nos miramos con Malcolm con cara de asombro y nerviosismo, no sabíamos muy bien los que se hacía en fiestas así. Habían pasado unos minutos desde que Rosie se alejó de nosotros. Por unos segundos pensé en ir por ella, pero la casa era enorme y no sabía muy bien a donde había ido.

-Dónde estará ya se está tardando; le dije a Malcolm mirandolo de frente

-Date la vuelta y mira; dijo él al mismo tiempo que tomaba mis hombros y me giraba para poder mirar.

Quede boquiabierto, podía ver a Rosie caminando hacia nosotros con su hermoso vestido, traía con ella una bandeja llena con diferentes tragos y refrescos. Al llegar, se paró y dijo con voz de cansancio:

-Bien, no sabía lo que querrían, así que traje un poco de todo. Hay cerveza, refresco de Coca, ponche, agua, hasta encontre leche.

Esa última alternativa la dijo de una forma tan tierna e irresistible que solo se me ocurrió tomar la bandeja de sus manos y pasarsela a Malcolm, que me miro extrañado por aquella acción; así pude acercarme a mi chica y besar sus hermosos labios cubiertos con su labial con sabor a fresa.

-Y eso por qué fue?, mencionó Rosie sonriendo ante ese acto.

-No lo sé, no me pude resistir; dije para luego volver a repetir ese beso.

-No se preocupen, yo estaré por ahí bebiéndome esto, dijo Malcolm con voz de incomodidad y luego se alejó.

Después de estar unos minutos besandonos junto a la escalera de la casa de Sara, hablando con un grupo de chicos y bailando en la sala; fui a la cocina para buscar algo de beber, ya que Malcolm se había llevado todo, mientras Rosie me esperaba a un lado de la mesa en donde unos chicos jugaban BeerPong. En ese momento mis alarmas se encendieron.

Estaba sacando dos cervezas de la nevera cuando me doy cuenta que un chico, seguramente de otra escuela, se acercaba a Rosie de una forma que no me agradó para nada. Aún no decidía si lo golpearía en ese momento o si tirarle la lata de cerveza en la cara, así que sólo me acerqué mientras pensaba que haría con él.

He'll be loved (Reese Wilkerson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora