Aquel día probablemente había sido el mejor de mi vida.
Había logrado un ascenso en la pequeña revista en la que trabajaba, logrando un apartado ¡Para mí sola! Y aunque no lo admitiría en público, es lo primero que me ha hecho sentir orgullosa de mí misma después de bastante tiempo.
Además, logré comprar mi café de la mañana sin ningún atisbo de fila en la cafetería, con mucha calma, sin detonar la ira que normalmente cargo encima.
—¿Crees que el mundo irá a explotar? Lex Luthor no se ha quejado de los cubiertos de metal el día de hoy.
Dice Danielle, una chica morena y alta, a la que adoro y procura ayudar siempre que asisto al comedor.
Lucas asiente mientras termina de tragar su manzana de la tarde.
—Creeme que no quieres despertar a la bestia— digo con una sonrisa falsa, mientras entrego comida a un señor de gafas amarillas.
Ahora el chico niega, acomodando su delantal.
trabajaba como servicio comunitario en el comedor, pues a pesar de que no todos tienen antecedentes penales para llegar a este tipo de trabajo, ese no era mi caso.
Sucedió hace un par de años, cuando no logré escapar a tiempo de la policía, quiénes me vieron en la escena del crimen y me hecharon la culpa por lo sucedido.
Un pequeño robo en una gran compañía, conmigo y mis flechas ganando la pelea pero sin que la ley viera eso.
Con una venda por delante, al igual que siempre.
Mis amigos tienen una idea en la que una yo versión adolescente hace vandalismo un poco estúpido y rebelde, pero en realidad siempre ha sido mucho más que eso.
—¿Que opinan de la chica nueva?
—¿Te refieres a Sally?— responde Dani.
—Esa misma, es algo ¿Extraña? Ya ha dicho que ama mi camiseta más de siete veces, y no conté el par que dijo en el baño.
Expresa Luke, con la diversión desbordando de su voz.
—¿Que opinas Lex?
Volteé, un poco desorientada. Ensimismada en mis pensamientos.
"Sé más discreta" murmura la morena a mi lado, chocando su hombro contra el mío.
—¿Que opinas de ella?
—Tiene un aura... Extraña.
La otra chica asiente, dándome la razón.
—¿Que hará hablando con esa chica? Alguien tan pequeño no debería estar en situaciones como esta.
Lucas y Danielle siguen su charla, opinando sobre la voz de la señora, su ropa y la extraña sonrisa que lleva desde las 7 de la mañana, la hora en que llegó.
—Ahora.. vuelvo— digo apenas en un hilo de voz, viendo cómo Sally sale con la niña, sin darme muy buena espina.
"Tu intuición es tu arma más preciada"
Se escuchó en mi consciencia, la voz de alguien muy preciado para mí.
Mi sentido común.
Y la verdad era que si no pasaba nada malo volvería a mi trabajo como si nada, no sería la gran cosa.
Ví como ambas cruzaban la esquina y procuré seguirlas desde una distancia prudente. Cuando salí traje mi suéter, así que me cubrí poco para que la noche hiciera su trabajo.
Unos minutos después percibí como la niña corría y por poco no lanza un ladrillo, llevándome con él.
—¡Oye que sucede!— exclama la policía que iba pasando, pasando sus ojos por mi hasta llevar a la niña.
Eso fué inteligente.
—Deberás ir conmigo... ¿Van juntas?
Me hablaba ahora a mí.
Asentí interesada en la pequeña de cabello morado, viendo cómo me miraba con rareza. Al entrar al auto solo la admiré en silencio, sabiendo que la ley no siempre ve el panorama completo y queriendo charlar con ella.
...
El camino hacia la estación fué silencioso, pues al parecer a la oficial solo le importaba escuchar su audiolibro el cuál no pude reconocer como algún bestseller o por el estilo.
No me dejaron pasar a la sala con ella, pidiéndome que me quedara afuera, y que pronto sería mi turno de entrar con el policía.
La molestia empezaba a crecer en mi interior, pero esperaba que otro de tantos encuentros con la policía no dañara mi día de paz.
Suspiré, cerrando mis ojos y casi acostándome en el asiento.
Escuché una puerta cerrarse, sonido que me alertó.
Un castaño se hallaba de espaldas a mí, frente a la puerta del cuarto donde la niña, que si tenía nombre y era Rachel, se encontraba.
—Disculpa, no tengo idea de quién eres pero necesito hablar con...
Dejé mi oración a medias al darme cuenta de quién se trataba.
Al parecer no era un día perfecto después de todo.