Siempre se preguntó por qué utilizaba esa bolsa en la cabeza.
Todos los días, desde el amanecer hasta su hora de dormir, su doctor utilizaba una bolsa de papel que le cubría el rostro completamente.
Comía con ella, trabajaba con ella... Vaya, inclusive parecía que se duchaba con ella puesta.
En algún momento de su inmortal vida recuerda haber visto el rostro de su subordinado cuando este recién llegó a la mansión. Sin embargo no lograba reiterar con exactitud como lucía. Ya tiene bastantes años desde su arribo.
¿Que hay debajo de ella? ¿Que color de ojos tiene? ¿Tendrá cejas? Bueno, esas debe de. ¿Por qué se esconde? ¿Es por qué es feo? Quizás tiene alguna penosa marca de nacimiento o lunar.
No comprendía por qué se cubría, ni su dedicación en evitar que Demencia logrará desenmascararlo.
Pero algo era seguro. Flug trata de esconder un algo, ese "algo" que lo obliga a encerrar su rostro y cabeza bajo una bolsa de desayuno todo el día.
El sol estaba a punto de meterse, y el científico preparaba sus cosas para la noche.
Junto con Demencia tenían una misión; acabar con un héroe. Decidieron salir de noche para ser más discretos y pasar desapercibidos.
Empacó armas, comunicadores y todo lo que podría ocupar, incluyendo más bolsas.
Una vez llegada la hora, le avisó a su jefe su partida y se fueron.
Black Hat sabía que sus lacayos eran lo suficientemente capaces de manejar una misión a oscuras, así que no se preocupó por ellos en lo absoluto y decidió continuar con su papeleo.
Pasó un tiempo... Que digo un tiempo, pasaron bastantes horas y sus empleados aún no volvían, ya casi iba a amanecer y no había señales de Demencia o Flug.
Hasta su doctor lo dijo; "No nos demoraremos más de una hora, señor", y bueno, claramente ya había pasado más de una hora.
—Hablando del rey de Roma...— musitó para sí al escuchar la puerta de la mansión abrirse de golpe
Se oían pasos correr hacia donde estaba el, pero, solo se oía una persona.
De pronto, la puerta de su oficina fue abierta de una patada, estuvo a punto de reclamar en un furioso monólogo, hasta que pudo distinguir la situación.
Era Demencia, se le veía cansada y sucia, e inclusive un tanto lastimada pero eso era lo de menos.
Lo que le llamó la atención, era que traía en sus brazos cargando a Flug.
—Black ayuda— pidió casi llorando la chica
Y fue ahí que se alarmó.
Se levantó de su escritorio y a paso rápido se acercó a ellos —¿Que les pasó?— preguntó tratando de que la chica mantuviera la calma
—Flug... Flug... El— no podía ni hablar por el nudo en su garganta —N-Necesita ayuda— dijo, mirando al chico que parecía estar inconciente.
Por primera vez, y con mucho cuidado, tomó a su doctor entre sus brazos, cargándolo como si fuera el objeto más valioso y frágil que un millonario pudiese comprar.
Cómo pudo se quitó su saco y lo puso sobre el suelo, recostó al doctor sobre el, acomodandolo para que no se lastimase más.
Tenía sus ojos cerrados, como si durmiera. Su ropa estaba llena de sangre y rota de algunas partes, se podía ver un rastro carmesí que parecía bajar por su barbilla. Se le notaba muy malherido.