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Le hombre miraba a ambos chicos con un semblante serio en su rostro, YoonGi mordisqueaba su labio inferior para distraer las ganas de ponerse a reír, por otra parte estaba TaeHyung temiendo a las palabras de su padre.

– ¿No van a decir nada? – Preguntó el mayor y el pelinegro se encogió de hombros.

– ¿Que podemos decir? Estábamos calientes e ibamos a tener sexo, después de todo no es tabú para usted que su hijo es gay. – Habló tranquilamente el blanquecino recibiendo una mirada del mayor, taehyung le dio un leve empujón al chico para que cerrase la boca.

– Papá, l-lo siento... Traicioné tu confianza pero prometo que no sucederá nunca más. – Habló el pelirrojo y el hombre negó.

– Claro que no sucederá de nuevo, ambos están castigados. Dormirán con la puerta abierta y no saldrán de aquí una semana completa, limpiarán y dedicarán su tiempo en estudiar. No quiero que esto se vuelva a repetir y YoonGi, reconoce tu sitio y no me vuelvas a contestar de esa forma. Fuera de mi vista los dos.

TaeHyung se paró del sillón y guió a YoonGi en su silla para volver a la habitación. Taehyung tomó al chico y lo volvió a recostar en la cama, el chico por su parte se dirigió al baño de la habitación y se encerró. El blanquecino se estiró para tomar el control del televisor y la encendió para empezar a cambiar los canales, detuvo su búsqueda en un canal de casos de criminales y se quedó observando durante un rato hasta que el chico salió del baño.

Le miró y volvió su vista a la pantalla.

– ¿Te fuiste a tocar pensando en mí? Que descarado... Hoy has tenido mucha diversión, ¿no crees? Jimin, ahora yo.. – Habló el chico, mientras el pelirrojo se sentaba a su lado.

– Hice eso con Jimin solo porque lo pediste. – Dijo, fijando su vista en el televisor.

– Si te pido que le envíes unas fotos a Jimin ¿Lo harás? – Preguntó YoonGi, llamando la atención del chico quien le miró confundido.

– ¿Por qué de repente te obsesiona la idea de que Jimin y yo tengamos ese tipo de confianza? – Preguntó el chico a lo que YoonGi se giro en la cama para quedar más cerca del susodicho.

– Porque es obvio que le gustas, y me atrevo a decir que es un sentimiento mutuo. No entiendo por que se niegan tanto a sentir. – Dijo el blanquecino para después ser empujado hasta su sitio.

– No es mutuo, Jimin es como mi hermano. Lo de hace un rato solo fue algo sin importancia.

– Fue sin importancia para ti, solo recuerda mis palabras. Luego te darás cuenta que lo que te digo es cierto.

TaeHyung ignoró sus palabras y continuó observando televisión para después de un rato acomodarse mejor y acostarse al lado del chico. El pelinegro guardó silencio durante varios minutos hasta caer dormido.

El chico de cabellos rojos por su parte se apegó al cuerpo ajeno y continuó viendo la televisión hasta caer dormido. Las horas pasaron para dar la bienvenida un nuevo día, el padre de la casa antes de irse a trabajar pasó a ver como ambos chicos dormían abrazados y soltó un suspiro, él sabía que el desenlace no le gustaría a su hijo.

YoonGi al despertar horas después se movió un poco antes de notar que no podría liberarse de los brazos del chico, fijo su atención a las noticias y frunció el ceño ante aquellas noticias tan absurdas que daban temprano por la mañana. Pasaron unas horas más y TaeHyung reaccionó, separándose lentamente del pelinegro.

– Dios, ¿Qué hora es? –Preguntó.

– La hora en que te levantes a darme desayuno. – Habló el chico, volteándose a verle. – Son las 12.

The man I fell in love with every day | •kth+myg• |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora