The man I fell in love with every day | •kth+myg• |

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Omnisciente.

Él pelinegro salió del baño ya vestido y observó con intriga que su novio estuviese tan arreglado para ir a dejarle, como supuestamente habían acordado.

– ¿Por qué estás vestido tan apuesto? Ya conoces a mi familia, te conocen. No tiene sentido.

Él pelirrojo se despegó de la pantalla de inmediato al oírle y luego observó al chico.

– Tengo cosas que hacer, no te podré ir a dejar hoy.

– ¿Hay algo más importante que yo? Me parece una falta de respeto.

TaeHyung sonrió levemente al tono infantil que el chico estaba utilizando y negó con su cabeza.

– Nada es más importante que tú pero es primera vez que no te voy a dejar, no seas tan cruel.

YoonGi se encogió de hombros y se acercó para sacar el bolso de debajo de la cama.

– Lo dejaré pasar. – Habló el pelinegro para después, abrir su bolso y acomodar un poco la ropa. – Tengo que apresurarme o mi madre se molestará.

– Saldré contigo, le mandas saludos de mi parte a tu madre.

YoonGi asintió cerrando el bolso para después colgarselo al hombro.

– Vamos saliendo entonces. – Habló el pelinegro saliendo de la habitación y caminar a sala mientras pasaba su vista por el lugar, tragando saliva con nerviosismo.  Taehyung le siguió el pasó y tomó sus llaves las cuales estaban colgadas en la puerta y la abrió. – Quiero que me envíes un mensaje cuando llegues a tu casa, la calle es peligrosa.

Él muchacho de cabellos negros asintió nuevamente ante sus palabras y salió del departamento junto al moreno. Ambos subieron al ascensor y YoonGi sólo pensaba en aquel enfrentamiento con el oficial Kim.

Las puertas se abrieron y el chico de baja estatura antes de que pudiera dar un paso fue detenido por los brazos de TaeHyung, quien lo abrazaba con dulzura.

– De verdad, ten cuidado. Te amo demasiado. – Habló el chico al oído del blanquecino a lo que él cerró ojos soltando un suspiro.

– Lo haré, no te preocupes tanto. Tengo que irme ya.–YoonGi se volteó y dejó un beso sobre los labios del pelirrojo. – Nos vemos mañana.

YoonGi se separó del chico y apresuró sus pasos lejos del sitio, TaeHyung por su parte emprendió el viaje hacia la unidad de su padre.

La emoción corría por su cuerpo, y es que de verdad anhelaba trabajar con su padre acerca de ese caso ya que el criminal en cuestión es demasiado ágil, cosa que le llamaba la atención al chico.

Él pelirrojo al entrar a la unidad saludó a todos los oficiales que ya lo conocían, dirigió sus pasos a la oficina de su padre y observó al hombre con un rostro serio frente a la pantalla.

– Papá ¿Sucede algo?

Él hombre guio su vista a su hijo y sonrió al verlo.

– No es nada, ¿comiste algo, hijo? Toma asiento.

TaeHyung se sentó frente al escritorio y observó unos papeles sobre la mesa, los cuales tenían información básica acerca de YoonGi.

– Ah... No, no tengo hambre. Papá, ¿porque los datos de YoonGi están aquí? ¿Hizo algo?

Él señor Kim guió su vista a los papeles para después fijarla nuevamente en su hijo, quién mantenía una expresión de preocupación en su rostro.