3. Bajo la lluvia.

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   Como guerrero de Asgard y futuro rey, Thor nunca duda en tomar su martillo para ir a las batallas. Algunas se resuelven rápido, pero otras...

—¡Príncipe! —puede escuchar como le llaman, pero no tiene la fuerza para dar señales de donde está. Ha terminado más herido de lo esperado, sentado contra unos escombros mientras respira con dificultad. No puede mover ninguna parte de su cuerpo, ni siquiera puede hablar, se siente tan agotado que podría desmayarse. Sin embargo, no puede hacer eso, debe hacer un esfuerzo por levantarse para regresar a Asgard. Sin embargo, el frío que le está adormeciendo el cuerpo por la inesperada lluvia que comenzó a caer en medio de la batalla, no le ayuda. Toda la adrenalina de su cuerpo le ha abandondo, comenzando a sentir pesados sus párpados en lugar de conseguir fuerzas para moverse.

—¡Thor! —alguien le llama, reconociendo la voz. Loki. Debía estar alucinando, porque aquello no podía ser posible. —¡Thor! —luego siente un frío intenso que toma su rostro, lo que le hace abrir los ojos. No sabe en qué momento los cerro, pero cuando logra ver más allá de la oscuridad, reconoce unos ojos verdes que brillan con miedo.

—¿Loki? —sonríe como el tonto enamorado que es. —¿Qué haces aquí? —balbucea con una voz arrastrada. —¿Cómo me encontraste?

—Es sencillo encontrar rubios tontos. —Loki responde con un tono de voz aliviado. Había tenido un mal presentimiento que no podía explicar, por lo que simplemente fue hasta Asgard, donde le informaron que Thor estaba en una batalla. Inmediatamente fue hasta allí, sintió que debía hacerlo. Se alegra de hacerle caso a sus sentidos, descubriendo que el tonto príncipe de Asgard estaba perdido en batalla.

Encontrándolo moribundo entre unos escombros, corre hasta él para arrodillarse en el barro. Toma el pálido rostro de Thor, oculto por su cabello rubio y largo mojado por la lluvia que no parece querer parar. Se asusta, por supuesto, pero luego el enorme rubio reacciona a su toque, sonriendo con sus palabras. Thor era un enorme problema en su vida, porque lo ama. Y era molesto, le hacía pensar, sentir y actuar como nunca lo había hecho.

Ama demasiado a Thor, lo que es tortuoso y exasperante para él, pero también se siente tan ridículamente correcto.

—Vamos, levántate. —Loki, aún viéndose más delgado que Thor, tiene la fuerza de los gigantes de su lado. —No puedo creer que hayas permitido que te lastimen así, es vergonzoso para un futuro rey.

Thor ríe por el regaño, no está molesto en lo absoluto, ha descubierto que es la forma en que Loki demuestra que está preocupado por él. —Por ti, mi reina, no lo volveré a permitir.

—Veo que te has golpeado fuerte la cabeza. —Loki gira los ojos, pero el vergonzoso apodo hace que su corazón se sienta extrañamente cálido.

—Gracias por encontrarme. —Thor murmura intentando no desmayarse.

Siempre, Loki piensa más no dice. Es una promesa que se hace a si mismo bajo la lluvia. Siempre encontraría al tonto de Thor, porque no quería descubrir que se sentiría perderlo.

31 Días [thorki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora