Narra Aarón.
Iba caminando por la calle cuando me encontré una zapatilla, era la zapatilla de Sara. Hasta su zapatilla es bonita. Me gusta desde hace 3 años y gracias a que vamos a la misma clase me arme de valor para hablarla aunque sólo sea de física.
Iba andando hasta la casa de Sara cuando de repente me encontré con Amber. Que pesada que es la niña sólo la dije que sí porque se ve que Sara no me quiere.
-Cariño la nerd esa me ha pegado.-Saltó Amber a mis brazos con unas lágrimas más falsas que ella.
¿Sara pegó a Amber?
-¿Quién empezó?- La pregunté intriga.
-Pues ella que se ve que me tiene envidia.
Era muy raro de Sara que pegas a Amber sin motivo.
-Amber no me mientas dime la verdad.
-Esa es la verdad.-Seguía con la misma teoría y con las mismas lágrimas falsas.
-¿Sabes qué? Te dejo lo nuestro no funciona.
-¿Como que me dejas? Pues entonces le haré la vida imposible a la esa friki.-Me amenazó.
Pasé de ella ya no me interesaba nada sólo Sara. Al llegar a su casa le dejé la zapatilla en frente de su puerta saqué una hoja y un bolígrafo de la mochila y la escribí una nota anónima:
Siento que no sea como en el cuento de la cenicienta, pero pronto tendremos tú y yo un cuento donde tú serás mi princesa.
No me parece la típica chica, ella es estupenda y tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
Caminando por la calle me encontré con Jake. -
-¿Qué tal tío?- le pregunté.
-Bien, estoy yendo a casa de Sara para hacer unos deberes de física. Vente si quieres.
-No sé que pintaré ahí, además, no me ha invitado.
-No, ni a mi. Será una visita inesperada.
Jake y yo fuimos a casa de Sara, Jake vió la zapatilla y no dudó en cogerla y leer la nota. ¡Qué vergüenza! Me puse rojo como un tomate.
-Tío mira, ¿quién habrá sido?- Me preguntó intrigado.
-Em.. no sé. Alguien que de verdad la quiera.
Sara nos abrió y se sorprendió al verme, supongo que era normal ya que no se esperaba de que viniera.
-Mira Sara, tienes un admirador.
-¡Mi zapatilla! Dios le voy a dar un beso a quien haya sido.- Dijo ella emocionada.
He sido yo. No podía decírselo. Era mejor que se diera cuenta con el tiempo.
-La nota es preciosa, pero seguro que habrá sido una broma tonta de alguien.
-¿Una broma por qué?- Preguntó Jake.
-Mírame Jake, nadie se fijaría en mi.
-Yo te veo preciosa.- Dije sin pensar.
Se hizo un silencio incómodo.
-¿Dónde está el baño?- Pregunté para cambiar de tema.
-Al fondo a la derecha.- Contestó con una sonrisa Sara.
Me lavé la cara, estaba súper nervioso por lo que le acababa de decir a Sara. ¿Qué habrá pensado? ¿Me dejará de hablar por eso?
-Tú, ven aquí.- Me llamó Mónica mientras salía del baño.
Me acerqué a ella con intriga de que será lo que me querrá decir.
-Te he visto por la ventana como dejabas la zapatilla y escribías la nota. ¿Pero tú no estabas con Ámber pesado de gilipollas? Como hagas daño a mi hermana te juro que te parto las piernas.
-Yo a tu hermana la quiero hacer de todo menos daño.
-¡Dios! Encima pervertido.
La verdad es que si que había sonado un poco mal lo que había dicho.
-No quiero hacer daño a tu hermana, simplemente quiero que sea tratada como se merece.- Rectifiqué.
-Avisado estás.
Tenía tal tensión en el cuerpo que no sabía ni qué hacer.
-Chicos, me voy a casa porque me acabo de acordar que si que tengo los deberes hechos.
-Como quieras Aarón.- Contestó Sara.
Me despedí de todos y me fui. No sabía que hacer, creo que hice mal en irme. Necesitaba decirle todo a Sara.