Diosa De La Nada

Parte 1

Nérida: diosa de la nada.

Te preguntarás cómo Nérida era hermana de dioses tan conocidos sin ser diosa de nada, pues nunca pudo definir de que era diosa, por eso quedo de apodo "diosa de la nada".

Nunca pudo demostrar de qué era diosa, ni ella lo sabía con exactitud.

Su vida terminó bastante rápido de hecho, todavía no te diré las razones de su muerte, pero te aseguro, que al final, lo entenderás todo.

No voy a esmerarme en hacerles creer que era buena persona, porque en realidad, no lo era. Bueno, dependiendo tu opinión al respecto.

Nunca fue feliz con la familia que le había tocado, pero nunca se alejó de ellos, porque claro, para ella, la familia era lo primero., Aunque, a veces, quería huir sin importarle nada ni nadie, spoiler: no lo hizo .

Definir la vida de Nérida en una palabra: Odio. Ella sentía odio hacia todo y todos, incluida ella misma, pero, sentía que la obligación de su existencia era ayudar. Mala elección.

Aunque ni ella ni yo pensemos que era una buena persona, los demás sí lo hacían. No vamos a negar que ayudó a todo su pueblo, a cada persona que necesitara la más mínima cosa, lo encontraba y lo ayudaba, sin costo alguno.

Su familia no estaba de acuerdo con lo que ella hacía, pero ¿saben qué?, no le importó, claro que no le importó.

Estaba decidida que su propósito de vida era ayudar a los demás, ayudar a su familia, a toda criatura, centauros, minotauros, gigantes, dioses, semidioses, plantas, tigres, abejas, sirenas, enanos, trolls, ninfas, todos los que estuvieran a su alcance, lo ayudaba.

Absolutamente toda criatura la amaba, amaban a Nérida, pero ella no se sentía amada, se sentía sola, completamente sola en un mundo donde su ayuda parecía no servir de nada, según ella claro.

Su familia le cerró las puertas del cielo, del Olimpo.

Hades, aunque sea un dios, no vivía en el Olimpo como lo hacía su familia. Él fue el único que había decidido apoyarla, pero no podía hacer mucho, tenía sus propias obligaciones en el inframundo y en el Olimpo y no iba a dejarlas por su hermana. Así que, encargó a alguien de su cuidado, Ares, el dios de la guerra.

Ares, el hijo de Zeus y Hera, sobrino de Hades y de Nérida.

Nérida nunca se enteró de lo que Ares hacía por ella.

Ares cuidaba de Nérida, la vigilaba por pedido de su tío, el dios del inframundo.

Hades, sabía lo que sus hermanos planeaban hacer, por eso le había pedido a Ares que cuide de Nérida, su tía.

Zeus iba a matar a su hermana, a Nérida. Y por supuesto, nadie se opuso.

Mientras que Zeus y todos en el Olimpo inventaban un plan para asesinarla, Hades y Ares planeaban como evitar el asesinato. Ellos tenían ventajas ya que Hades visitaba el Olimpo seguido y Ares también, solo que ya no tanto por protección a su tía.

Los días pasaban y la diosa de la nada quería morir o huir, pero no lo hacía. Pensaba que estaba sola, y nunca se enteró que su sobrino y su hermano hacían de todo para protegerla.

Aún así, nunca dejó de ayudar, claro que a su familia no, ya que no podía verlos.

Un día, Poseidón se enteró, se enteró de lo que Ares hacía por Nérida. Y claro que con él, todo el Olimpo.

Ares fue apresado por su propio padre, que lo hizo sin pena alguna. Pues claro, a Zeus nunca le había importado su hijo. Quería matar a Nérida, sea como sea, iba a matarla. Y sería más fácil si todos los del Olimpo estuvieran de su lado.

Zeus no era estúpido, sabía que Hades no iba a traicionar a su hermana favorita. Lo sabía con total seguridad.

Y tuvo que hacer algo, ¿qué hizo?, ¿qué hizo Zeus, el dios supremo?, mandó a Hércules, su hijo, un semidiós, a matar al Cerbero, el guardián del inframundo, y única compañía de Hades.

Pero no iba a terminar todo tan fácil y rápido. Tenía que encontrar una forma de culpar a Nérida. Así que, decidió "perdonarla", la dejó entrar al Olimpo, y le permitió poder hablar con todos sus hermanos y los demás dioses. Todos ellos sabían el plan, y el plan que Hades había escuchado y tratado de evitar con Ares, era falso. Zeus sabía de qué lado trabajaba Hades y le contó a sus hermanos, todos ellos lo engañaron, le hicieron pensar que ese era el plan, cuando no lo era, nunca lo había sido.

Su plan funcionó a la perfección, Hércules cortó la cabeza del Cerbero y se la entregó a Zeus.

Zeus no dudó ni un segundo de su plan, no tuvo compasión por su hermana, ni por la compañía de su hermano.

Escondió la cabeza en la sala de Nérida, donde descansaba Hades y ¿Qué pasó?, Hades la encontró.