Capítulo 6

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Maldito lunes, maldita universidad, maldito horario de 7am a 3:40.

Amo mi carrera.
Todo valdrá la pena.
Amo mi carrera.
Todo valdrá la pena.

La verdad no sé por qué estudias si lo más seguro es que no puedas trabajar.

AMO MI CARRERA.
TODO VALDRÁ LA PENA.

He pasado prácticamente todo el día en la Universidad y apenas he logrado comer algo.

Vi a Mark y Daniel por los pasillos. También vi a Mark con una rubia por ahí y no niego que me molestó, osea, no tengo claro el por qué, pero me molestó. Estuve un momento que no tuve clases con ellos, se volvieron un dúo los dos, son como los padrinos mágicos. (dejando de lado que los padrinos mágicos son pareja y todo eso) de hecho ellos tienen las personalidades de los padrinos mágicos. Cosmo sería Daniel, no hay duda. Wanda sería Mark, porque es muy centrado y responsable, aunque tiene su humor y majadería, agh. Ahora que lo pienso bien, no tanto, tengo que buscar otro dúo que los represente mejor.

Terminé mi última clase y ya no doy a más. Pero sigo viva y me encuentro yendo a la casa de Fabián porque tenemos que terminar un proyecto para el miércoles. La verdad espero que él haga la mayoría, porque él no tuvo clases hoy y yo sí, así que yo soy la cansada.

Subí el edificio y escuché ruidos desde la habitación de Daniel. No tiene vergüenza por Dios, él también tuvo clases y tiene ánimo para ese tipo de cosas. Yo con costo estoy viva.

Por poco…
Andamos chistosas hoy ¿Verdad, conciencia?

Toqué la puerta de Fabián, al instante un chico con una camisa de tirantes gris y unos shorts negro me abrieron la puerta, ya que tenía la mirada en el piso subí mi mirada repasando su cuerpo, hasta caer en cuenta de el pelinegro con mirada alucinante frente a mí. Él aprovechó y me dió un repaso rápido con la mirada también, como si no nos hubiéramos visto ya, eh.

Se cambió, en la U andaba con otra ropa. Y me estoy cuestionando seriamente si se ve guapo con cualquier cosa. Que privilegios tienen algunos, yo paso horas para intentar verme decente y él con cualquier cosa ya está listo.

—¿Está Fabián?— dije cortante, para intentar disimular que me lo comía hace unos segundos con la mirada.

Seguía mirándome descaradamente sin perderse ni un detalle de mí, todo el día me ha visto así, de hecho, desde que nos hablamos me ve así. Ya todos los colores empezaban a adueñarse de mi rostro hasta que pude hablar.

—¿Y Fabián?—insistí

Mi cara seguro parece un arcoiris y que me siga viendo no ayuda.

—Hola a ti también, mi hermosa—me guiñó un ojo y se movió a un lado abriendo un poco más la puerta para darme espacio y poder pasar, así que lo hice.

Repasé rápido con la mirada el departamento, pero no había señales de Fabián en ningún lado. Mire a Mark buscando respuestas, y él logró entender mi expresión y el por qué lo veía confusa.

—Salió con no se quién, alguien llamado ¿Sam? ¿Samir? ¿Sebastián?Algo así, no lo recuerdo. Me dijo que te avisara que viene pronto.

—Sebas.— dije pensando

—Bingo, mi hermosa.

—Como sea, más le vale que tenga comida porque me muero de hambre.

Fui de una vez a la cocina a buscar algo, no miento cuando digo que siento como se me baja la presión y el azúcar.

Tengo la confianza con Fabián para hacer esto y sé que no se molestaría, también lo hace en mi casa, una vez me desperté y me encontré a Fabián y Daniel haciendo almuerzo tranquilamente, mis amigos conocen todo menos la privacidad. Y ya sabes lo que dicen, si no puedes con el enemigo, únete a ellos. O algo así es, creo.

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2021 ⏰

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