Capítulo 5

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Sean bienvenidos todos a un nuevo capítulo de este sencillo fic!

Qué tal están ustedes? Les trata bien la vida?

En fin, sin nada más que decir, solo voy a declarar que ningún personaje me pertenece, todo corresponde a su respectivo dueño.

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Capítulo 5: Lo que en verdad ocurre entre ellos

(POST-VERTIGO)

Como si al fin hubiesen comprendido que estaban totalmente a salvo, cada uno de los partícipes en la batalla contra Enrico Pucci se dejó caer sobre los amueblados de la residencia Kujoh, soltando largos suspiros de alivio mientras esbozaban muecas de satisfacción.

Apoyándose en los hombros de quienes tenían a un lado, los usuarios de Stand se dedicaron observar desde sus lugares cómo Jotaro parecía entablar una plática con su ex esposa en el jardín trasero de la vivienda, creando así expectativas en la hija de ambos para que él revelara toda la verdad de sus actos. Asimismo, Johnny parecía llevar a cabo una charla mucho más tranquila con Tomoko, quien parecía absolutamente preocupada por él al punto de sujetarle el rostro entre sus manos y observarlo minuciosamente.

-Parecen muy unidos...- hizo mención Ermes, apoyando el mentón sobre el respaldar del sofá para ver concentrada a las dos parejas.

-Teniendo en cuenta que ninguna de ellas son usuarias de Stand, es comprensible que se muestren preocupadas- el italiano proveniente de otro tiempo alegó mientras movía su cabeza de lado a lado para evitar que cierta pelinegra de gafas oscuras tratase de robarle su sombrero.

Un bufido burlón se escuchó claramente en la sala, siendo Josuke el culpable.

-Mamá definitivamente es muy protectora de Johnny- aclaró el asiático con uniforme de policía, ignorando cómo Emporio miraba fascinado su peinado.

-Qué tanto? – curiosa, la morena inquirió.

-Golpeó a un sujeto que se burló de él cuando dijo que sería instructor de equitación- recordando del momento que atestiguó, Higashikata dijo con un súbito tremor incapaz de reprimir.

-Padre tampoco se queda atrás. O te olvidas cómo sometió a aquel conductor en Morioh cuando quiso coquetear con tu madre? – comunicó el Don de Passione, sentado a un lado de Jolyne, compartiendo la paz de momento.

Aún si disfrutaban de las anécdotas escuetamente narradas, tanto Costello como Alniño sufrieron una migraña al tratar de ordenar de forma correcta el árbol genealógico que la usuaria de Stone Free tenía. Algo que Mista notó y optó por encargarse de explicar lo mejor posible.

Como si tuviese experiencia ya con ello.

-Lo hará, no es así? – refiriéndose a la tarea que adoptó el pistolero, Jolyne cuestionó en un susurro.

-Sí. Solo agradezco que Fugo no esté aquí en la sala- acotó Giorno, teniendo un breve recuerdo del incidente que surgió en Nápoles cuando Guido quiso hacer lo mismo por primera vez.

La sutil risa de la joven adulta alcanzó únicamente los oídos del blondo, provocándole que de manera inconsciente repose la cabeza sobre el hombro de ella. Agradecidos estaban ambos de haberse conocido años atrás, y generar un lazo de cariño que a más de uno les hizo interrogarse qué tan unidos eran.

Somewhere in TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora