Somewhere in Time

Capítulo 8

Muy buenos días para todos ustedes, queridos lectores!

Qué cuentan este día? Por mi parte, estoy viendo como empieza a llover.

Sin nada más que decir por mi parte, aclaro que ningún personaje me pertenece ya que todo corresponde a su respectivo creador.

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Capítulo 8: Ese es el giro perfecto?

(POST-BUTTERFLY) (PRE-VERTIGO)

-Puedo saber qué estamos haciendo aquí? – apática y sin desear su propia presencia en un hogar ajeno, Yamagishi preguntó al dueño de lugar.

-Los invité a pasar la tarde. Acaso no puedo hacer eso? – intentando sonar lo más inocente posible, Josuke alegó mientras se hacía a un lado para permitir la entrada a dos de sus amigos.

Aunque la muchacha fuese un poco más renuente a aceptarlo.

-Oi, Josuke! La carrera está por comenzar! – el grito de Okuyasu se oyó con claridad, proviniendo de la sala más específicamente.

Lamentablemente para el dueño de casa, aquella interlocución le valió una mirada repleta de reproche por parte de la fémina con extensa cabellera oscura, mientras que su acompañante de baja estatura atinaba a sonreír divertido por la situación.

-El Sr. Johnny y el Sr. Gyro van a correr, cierto? – a pesar de saber la respuesta, inquirió el usuario de Echoes de manera formal.

-Sí...y a mamá no le gusta ver sola el evento- soltando un suspiro cansino, Josuke confesó, rascándose la parte posterior de la cabeza con incomodidad.

-Es sobre los hombres que conociste en América, Koichi? – dando un rotundo cambio de humor al dirigirse a quien era el objetivo de sus sentimientos, Yukako inquirió.

-Así es. Aunque me sorprende que estén compitiendo en Japón- replicó el joven adulto de pelo gris, pues solo los recordaba por derbis en Italia.

Como si ya fuese algo común el visitar la residencia Higashikata, los últimos invitados alcanzaron la sala donde un televisor estaba encendido y proyectaba lo que parecía ser los minutos previos a la carrera, pues enseñaban sponsors y así también detalles de la pista o el público.

-Koichi, al fin llegaste! – una voz más grave y adulta, comparada al del antiguo grupo de estudiantes, se oyó con claridad en simultáneo que se ponía de pie y jalaba del brazo al susodicho.

Quien solo podía murmurar por los bruscos movimientos.

-Ahg! Él también está aquí?! – masculló irritada la usuaria de Love Deluxe, la cual meditaba si atacar al artista profesional con su cabello o no.

-Okuyasu lo invitó. En un principio se negó, como siempre lo hace, pero al escuchar que Koichi venía cambió de opinión- haciendo un ademán para que tomara asiento donde quisiera, el hijo ilegítimo de Joseph Joestar parló, viendo de reojo a su madre preparándose un café en la cocina.

Dicha mujer había optado por repetir la misma costumbre que surgió de forma espontánea desde el día en que se propuso ver las competencias donde Johnny Joestar participaba, incluso si estas eran sumamente breves. No obstante, por aquellos sucintos minutos, podía relajarse y apreciar qué tanto empeño ponía el blondo americano en su pasión por la cabalgata, imponiéndose a sus falencias físicas y hasta los ponzoñosos comentarios que más de uno le dirigía.