𖥔 ִ ۫ ˑ pokémon ! heehoon ִˑ

four

"No lo puedo creer" Jungwon remarcó cada palabra con asombro mientras veía con la boca ligeramente abierta hacia la entrada del instituto. Sus demás amigos, quienes estaban reunidos en círculo, se giraron para ver en la dirección del menor, comprendiendo rápidamente el porqué de su sorpresa.

Un hombre alto y sumamente atractivo bajaba de un auto deportivo. La brisa removía sus cabellos oscuros con coraje, ayudándole a hinchar su ya imponente apariencia. Aquella persona se apoyó desinteresado en el cofre del auto al mismo tiempo que mantenía la mirada en su móvil, como si no supiera que todos los gritos y suspiros de las chicas de la escuela se debieran a él.

"¿Ese no es un Aston Martin?..." Soobin señaló mientras veía con poco disimulo el logotipo en el frente.

Sus palabras fueron suficientes para que todos los demás chicos a su alrededor movieran sus cabezas en sincronía para comprobar dicha información proporcionada por su amigo.

"Espera... Ese no es Heeseu..."

"Hey! El profesor de cálculo solo quería que... ¿pasa algo?" preguntó Sunghoon confundido mirando los distraídos rostros de sus amigos, había sido retenido por su profesor de cálculo al primer minuto después de que su última clase terminara.

"¡Sunghoon-ah!" fue en ese momento, en el que escuchó la voz de Heeseung llamándolo, que supo lo que veían sus amigos. Cuando giró su cabeza Heeseung lo saludaba con un movimiento de mano desde el otro lado de la cerca con una sonrisa expandiéndose por su rostro. Rápidamente las miradas de los estudiantes fueron a parar hasta él, abriendo un poco el camino entre las dos personas como si de una película se tratase.

"Mierda, cuando habías dicho que era guapo no sabía que te referías a ese tanto" susurró Beomgyu inclinándose ligeramente hacia Sunghoon, y este se limitó a plantar un codazo en sus costillas.

Heeseung y él habían estado hablando durante las siguientes cinco semanas posteriores a su primer encuentro. Habían chateado veinticuatro siete durante ese tiempo y ya se habían vuelto amigos bastante cercanos. Tan cercanos que Sunghoon tuvo que escaparse una noche para salir a dar un paseo en su costoso auto, claramente a escondidas de su madre.

Sinceramente Sunghoon no esperaba que las cosas funcionarán tan bien entre ellos. Como lo fue en aquella noche en la cafetería, Heeseung era bastante energético, siempre llenando de preguntas y de historias a Sunghoon que este último creyó que era lindo. No sabía si era la forma en que su personalidad y su apariencia contrastaban pero se sentía completamente adormecido en su presencia. Habían tomado confianza al punto de saber más allá de los datos superficiales de la vida del otro, sabía donde y en que trabajaba Heeseung, también sabía sus videojuegos favoritos y los lugares donde se sentía más seguro. En cambio Heeseung sabía las rutinas tardías que tenía con sus amigos, también los lugares que frecuentaba, y así mismo, sabía dónde estudiaba.

"Sunghoon-ah, ¿cómo estuvieron tus clases hoy?" preguntó Heeseung sosteniendo la mochila de Sunghoon una vez se la arrebató de las manos. Sunghoon lo miraba con serenidad, tragándose la vergüenza que recorría su cuerpo porque sabía que si dejaba ver su enojo por no darle un aviso del que estaría ahí, probablemente lastimaría los sentimientos de Heeseung.

"Estuvo bien, un poco cansado" el mayor deslizó suavemente sus dedos por el dorso de la mano de Sunghoon antes abrir la puerta del lado del copiloto y susurrar un pequeño 'vamos'.

"Prometo que les contaré cuando esté en casa ¿bien?" Sunghoon no espero a que ninguno de sus amigos respondiera, simplemente se arrastró en el asiento. Y cuando Heeseung estuvo dentro del auto también tuvo que reprimir la risa que amenazaba con salir de su boca al ver las caras una sorprendidas de sus amigos y de los otros estudiantes. Por fortuna, los vidrios polarizados protegían cualquier burla de parte de Heeseung.