𖥔 ִ ۫ ˑ pokémon ! heehoon ִˑ

seven

Sunghoon Pretty Park ♡

Heeseung: Hoon

Sunghoon Pretty Park ♡: ¿sí hyung?

Heeseung: ¿Podemos vernos hoy?

Sunghoon Pretty Park ♡: Claro ¿ocurrió algo? :(

Heeseung: Oh nonono, solo tengo ganas de verte :(

Sunghoon Pretty Park ♡: Hyung~, estoy libre después de las seis

Heeseung: te recogeré a las seis treinta ;)

Heeseung: ¿frente a tu casa?

Sunghoon Pretty Park ♡: sí, te veo ahí~

.

Sunghoon estaba observando discretamente desde la ventana de la sala de estar de su hogar. Sus cortinas que dejaban pasar la luz pero no permitían ver con nitidez detrás de éstas lo protegían de la vista de los curiosos desde el exterior. Los cielos caían en un hermoso degrade azul a naranja gracias al sol poniente.

Sin embargo, eran las seis con treinta y siete minutos y Heeseung no aparecía por ningún lado.

Heeseung solía ser impuntual en cada uno de sus encuentros desde hace tres meses, aunque realmente no se concurrían frecuentemente fuera de su horario normal. Pero lo mejor del asunto es que cada vez rompía su record y tardaba menos en llegar, aunque simplemente no era suficiente para llegar justo a tiempo.

Tal vez le tomaría otros quince minutos más en llegar.

Pero Sunghoon estuvo equivocado cuando vio la figura de un hombre cruzar la calle a tropezones, reduciendo su velocidad cuando entró al camino que lo llevaba del jardín hasta la puerta de la casa. El timbre sonó y Sunghoon esperó unos segundos antes de abrir, arreglando su cabello en el reflejo del vidrio que recubría la fotografía de su graduación.

"¡Heeseung-hyung!" saludó el menor con entusiasmo, saltando a los brazos del mencionado, "rompiste tu récord hoy".

"Hoon-ah" su risa aireada chocó con la piel de su cuello. Aún estaba recuperando el aliento después de correr diez cuadras luego de que el autobús en el que iba dejara de funcionar a la mitad de su camino. Por ahora se limitó a abrazar con una mano el cuerpo de Sunghoon, no quería estropear el delicado objeto que sostenía la otra.

"Por cierto, ¿no llegaste en auto?" preguntó Sunghoon con los ojos cerrados y su mejilla apoyada en el hombro de Heeseung, fundiéndose en el fuerte aroma de su colonia.

No obstante, Heeseung creo distancia entre sus cuerpos colocando contra su pecho lo que parecía ser un montón de papel arrugado, pero cuando terminó de girar el objeto halló una bonita peonía roja con algunas otras flores blancas acompañándola.

"Hyung... es demasiado linda" Heeseung tuvo que morder su labio inferior cuando las mejillas de Sunghoon habían casi igualado el tono de la flor que ahora el menor sostenía. Las mariposas en su estómago se habían vuelto algo ordinario cada vez que Sunghoon estaba presente en su mente, así que tenerlo frente a él con ese bonito rubor había llevado esas mariposas mucho más allá de su abdomen.

"Como tú", Sunghoon dejó caer su cabeza hacia adelante, descansando su frente en el hombro del mayor. La tersa risa fluía de sus labios en una mezcla de vergüenza y nerviosismo.

Sunghoon pensó que tenía suerte de que su madre no estuviera en casa, de lo contrario los estaría espiando desde la ventana.

"No digas ese tipo de cosas, me pones nervioso", Heeseung rió también, tomando la cintura de Sunghoon para darle vuelta y desde atrás empujarlo a salir de su residencia.