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— Quiero... Una lectura.– Baji dice lentamente.

— Así que quieres una lectura.– Entusiasmado Chifuyu continua.

— Obviamente.– Baji se irrita.– ¿Por qué otra cosa estaría aquí?

— ¿Estás tratando de descubrir algo en particular? — Cuestiona Chifuyu seriamente.

— No te estoy dando ninguna pista.– Baji se queja, cruzándose de brazos.— Probablemente eres una farsante de todos modos.

— Como dije antes, puedes irte.– Chifuyu arruga la nariz y se parece un poco a un cachorrito regañado.

— No importa, lo que sea. Simplemente hazlo.– Suspira Baji.

Chifuyu se inclina hacia delante, descansa sus brazos sobre la mesa y mira fijamente al chico delante del. Baji mira a la mesa, aclara la garganta, mira sus manos, mira el suelo, para luego mirar vagamente a Chifuyu.

Su mirada es tan intensa que el calor corre hacia su cuello, y la quita. Baji se quita el gorro para pasar sus manos por su cabello, luego se lo vuelve a jalar para jugar con sus anillos.

— ¿Estás... lo estás haciendo? – Baji pregunta al ver a Chifuyu completamente quieto, y muy concentrado.

— Sí.– Sisea Chifuyu.– Ahora quédate quieto.

— ¿No necesitas una bola de cristal o cartas de tarot o algo de esa mierda? – Bufa Baji. Chifuyu cree que el tipo es realmente molesto.

— Soy un médium, no un adivino. ¿Quieres que la lectura se haga o no? Ademas, ¿porque eres tan mal hablado? – Chifuyu resopla, moviendo el flequillo de sus ojos con un ligero movimiento de cabeza. Debería parecer un estúpido engreído, pero no lo hace.

Baji se encorva aún más, frunce el ceño mientras aguanta una mirada que creer que va durar para siempre. Y luego Chifuyu sonríe.

Realmente sucedió de la nada. Fue una luz brillante que Baji solo pudo soportar mirar por un momento antes de que su vista quemara. Sea lo que sea que haya visto, tiene un tatuaje. Baji parpadea nuevamente, pero la imagen se quema en la parte posterior de sus párpados como si nunca hubiera sucedido.

— Me gusta él. Tu fantasma, el es algo así como tierno.– Chifuyu sonríe tiernamente, ya más relajado.

— ¿A qué diablos te refieres con tierno? – Baji se queja. Chifuyu seguramente estaba loco.

— Él realmente lo siente por el café. Él solo piensa que es gracioso cuando estás enojado. Él no quiso derramarlo.

Baji traga, lleva sus manos a su cabeza, quitándose el gorro para que lo pueda sostener en sus manos. Él tiene una mancha de café en la manga. Chifuyu podría haber hecho una conjetura educada para la situación, pero sigue repitiendo lo lindo que es su fantasma.

— ¿Entonces? – No está seguro si su voz tiembla o si solo piensa que lo hace.

— Su nombre es Kazutora Hanemiya. También se disculpa por todas las cosas que siguen cayendo. Es torpe, sin embargo, no lamenta lo de la taza en tu bañera, porque fue gracioso.

— ¿Estas jugando conmigo? Porque no es gracioso.– Baji se altera. La vena en su frente comienza a resaltar.

— Por supuesto no. ¿Quieres hablar con él? Ha estado tratando de hablar contigo, pero no escuchas...— Chifuyu parpadea, como si estuviera un poco sorprendido.

— Tuve suficiente... Si fue todo muy lindo, pero alguna mierda debe haber detrás de esto... se que eres un fraude.– Baji se para tan rápidamente que su silla toca el suelo. Hace una línea recta hacia la puerta.

— Espera, Keisuke-san.– Está en la puerta cuando se detiene, con la mano en el picaporte.— Kazutora dice que dejes de apagar la radio. A él realmente le gusta el trap.

Baji cierra la puerta detrás de él cuando se va.

Baji Keisuke no cree en los fantasmas, y definitivamente no se asusta de ellos. Por eso duerme en la casa de Mickey esa noche.

De fantasmas y corazones ╰  BajifuyuWhere stories live. Discover now