Capitulo 2 🍼

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Se negó a responder, no hablaría más con Yan Wushi por ese día.







Shen Qiao y Bai Rong se encontraban observando a un silencioso Yan Wushi, sentado en la reposera.

Casi media hora había transcurrido de la revelación y no  obtuvieron respuesta del Maestro de Secta Yan.

—Creo que deberías revisar su flujo de energía—sugirió divertida Bai Rong.—Tal vez le bajó la presión al ancestro.

—Bai Rong—Shen Qiao le reprendió a lo que la mujer de la Secta Hehuan levantó las manos en rendición. 

—Solo fue una sugerencia—guiñandole un ojo, Bai Rong se retiró, no sin antes despedirse con un, "nos vemos pronto, Shen-lang."

Cuando quedaron a solas, Shen Qiao esperaba que Yan Wushi por fin dijera algo, sin embargo el Maestro de la Secta Huanyue continuaba mudo.

—Yan Wushi.

—Seré... padre—dijo fijando su vista ahora en el doncel frente a él.—Ah-Qiao, ¿Por qué no fui el primero en saberlo? 

—No sabía qué le sucedía a mi cuerpo, quería evitar que te preocuparas demasiado por mi condición, por ello recurrí a Bai Rong. Gracias a que la Secta Hehuan practica mucho el cultivo dual, incluyendo a los donceles—Shen Qiao acarició su vientre plano por encima de las vestiduras.—Ella pudo darse cuenta de que una vida en mi interior se está gestando.

Yan Wushi dirigió sus ojos al vientre de su amante y reposó la mano, sorprendiendo a Shen Qiao. 

—Un bebé—susurró el soberano demoníaco, esbozando una sonrisa suave que derrumbó la ansiedad de Shen Qiao. —Nuestro bebé, Ah-Qiao.

—...—el taoísta asintió con un leve rubor adornando sus mejillas, por alguna razón, el que Yan Wushi tuviera una reacción positiva hacia su futura paternidad, lo llenaba de felicidad.

—¿Necesitas raíces o medicina para calmar tus malestares?

—Bai Rong ya me ha proporcionado lo que necesito, naturalmente los síntomas son inevitables y sólo pueden ser minimizados—Shen Qiao acarició el cabello con mechones blancos que ahora reposaba en su barriga acompañando las manos.—No debes preocuparte, Yan-lang. Estaré bien.

El Maestro de Sectas Yan, levantó la vista y aludió:—Aún así este venerable cuidará muy bien de ti, mi dulce Ah-Qiao, lo que quieras sólo pídemelo.

Shen Qiao apretó leve los labios antes de responder con un "si", dejando que Yan Wushi lo besara y mimara por lo que restó del día.

Para Yan Wushi, decir que los primeros 2 meses fueron sencillos, sería mentir y es lo que detestaba el soberano demoníaco. 

No comprendía por qué Shen Qiao continuaba entrenando y realizando misiones ignorando su estado, aunque los malestares y los mareos habían cesado, el doncel seguía siendo propenso a aquellos síntomas iniciales nuevamente.

—Ah-Qiao, ¿estás seguro de que quieres ir al Monte Xuandu ahora?—preguntó el Maestro de Sectas Yan a la par que caminaba junto a su querido Ah-Qiao, saliendo de la Ciudad Imperial.—Tus pequeños marginados te esperarán pacientemente, si les envías una carta.

—Les prometí que los llevaría al bosque en las montañas de Xuandu donde fui entrenado por mi maestro—dijo Shen Qiao en un tono melancólico, atesorando las enseñanzas que le dejó Qi Fengge.—Quiero seguir honrándolo transmitiendo sus conocimientos y técnicas a mis discípulos para que ellos en un futuro también puedan hacerlo.

—Conociendo a Qi Fengge, estará dichoso de que al menos su amado discípulo mantenga sus artes vivas aún después de su ascenso, no como ese tal Yu… Yu Wei, Yu Wao... 

Mil otoños de una paternidad 🍼YanShenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora