Mío ↷ kookmin

Capítulo 18

Ellos habían llegado juntos al instituto como era de costumbre, Jungkook como siempre acompañó a Jimin a su clase y se despidió con un besito en la mejilla.

Las clases pasaron normales, Jimin sólo pudo ver a Jungkook a la hora del almuerzo donde el menor le había dicho que lo esperaría en la salida, entonces cuando las clases terminaron él guardó sus cosas y se dirigió hacia dónde el pelinegro le había dicho.

Jimin iba sonriendo, feliz de tener una oportunidad para arreglar el desastre que había hecho, porque luego de una charla con Seulgi y después de haberse disculpado con Hobi y recibir regaños de su parte, Jimin había entendido muchas cosas muy difíciles de asimilar para él.

Cuando llegó a la salida su hermosa sonrisa se borró rápidamente al ver a Jungkook junto a otro chico, el chico le sonreía de oreja a oreja mientras tocaba con sutileza el hombro de su novio.

Su lado celoso salió a flote pero él simplemente decidió analizar un poco la situación y llegó a la conclusión de que, como sus amigos le dijeron: Tenía que parar con sus ataques de celos si no quería perder a Jungkook.

Suspiró mientras se obligaba calmarse, cuando logró hacerlo se acercó a ambos chicos, evitó mirar mal a éste último y simplemente se paró junto a su novio mientras le sonreía al contrario.

—Hola —Jimin lo saludó, sorprendiendo tanto a Jungkook como al de cabello rojizo.

—Ho-hola Jimin hyung —le devolvió el saludo junto a una bonita sonrisa—. Justo estábamos hablado de usted.

—¿De mí?

—Sí, vine a invitarlos a mi fiesta de aniversario, Jungkook hyung ya me confirmó que iría, ahora quiero saber si usted irá.

Jimin miró con curiosidad a au novio, él le sonrió para luego acariciar su cabello.

—¿Irás? —el pelinegro preguntó—. Jeonginnie cumple un año de relación con Hyunjin, harán una fiesta para celebrarlo con sus amigos más cercanos.

—Sí, y como Jungkook hyung fue de gran ayuda para nuestra relación, no puedo no invitarlo, sería descortés, además realmente quiero que vayan.

Jimin suspiró al recordar la historia que Jungkook le había contado, cuando estuvo de cupido y ayudó a su compañero de banco a declararse al chico que le gustaba.

—Sí, iré.

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Jungkook caminaba en silencio junto a Jimin, su mente analizaba la situación en la que anteriormente habían estado, porque no iba a mentir, realmente se sorprendió ante la actitud de Jimin, era algo nuevo y claramente bueno, pero no iba a ilusionarse tampoco, sólo fue una vez que se comportó educado, una de cuarenta situaciones.

‎ ‏‏‎—Jungkookie, ¿si estás callado es porque estás molesto? —Jungkook detuvo sus pasos y Jimin igual, ambos se miraron por unos minutos hasta que el pelinegro habló.

—Simplemente estaba pensando.

—Ah —sus ojos fueron con nerviosismo al suelo, comenzó a jugar con sus manos mientras se animaba a hablar—. ¿Vas a dejarme entonces?

Jungkook suspiró y un poco cansado se acercó al mayor, tomó con cuidado el mentón del rubio y alzó su cabeza, fue cuando los ojos de Jimin conectaron con los suyos que Jungkook habló.

—No hablaremos de esto en la calle Jimin, mejor vamos a tu casa.

—¿A mi casa? —Jimin asintió—, está bien.