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Baji maldijo.

La lluvia caía con fuerza, refugiándose debajo de un árbol miró el cielo irritado. El lado positivo, es que estaba cerca de su destino, observó la casa a los lejos y se preparó.

Corrió hacia la puerta de la casa de los sano, en su mano colgando una bolsa con aperitivos que el más bajo le había exigido le llevara. ¿Por qué demonios le obedecía?; este tenia una foto de Chifuyu y él tomados de la mano, dónde el claramente salia con el rostro rojo de vergüenza.

Ah, ese maldito.

Mikey había recortado la foto y le dijo que se la enviaría a Chifuyu, lo último que necesitaba Keisuke era que este tuviera esa estupida foto vergonzosa.

Sabía que se aprovecharía y lo molestaría hasta el cansancio.

Se quitó los zapatos mojados en la entrada y destilando agua ingresó a la casa sin siquiera golpear, la puerta se deslizó y sus ojos fueron directamente a las dos chicas sentadas en el sofá mirandolo como si quisieran arrancar su cabeza.

"¿No sabes tocar?."Emma le lanzó un cojín el cual atrapó con facilidad.

"Que agresiva."Le sonrío."Pero no deberían hacer cosas indebidas en la sala si no quieren que las interrumpan."

El rostro se Emma se tornó rojo de vergüenza, ellas no estaban haciendo nada, solo las tomó por sorpresa. El mayor sonreía con burla en su dirección lo cual hizo la sangre de la rubia hervir de rabia. Apuñaló a este con los ojos, claramente ese desgraciado todo empapado por la lluvia la estaba molestando y había funcionado, Emma estaba molesta.

"Aprende a tocar, ¿acaso eres un mono que no sabes algo tan simple?."Senju interrumpió mirándolo fastidiada desde el sillón, a un lado de Emma.

"Soy prácticamente de la familia, eso no importa."Baji comentó defendiéndose y sonrió enseñando sus dientes.

Emma pasó su lengua por sus labios suavemente y sonrió con amabilidad fingida. 

"Besar a mi hermano no te hace parte de la familia, Keisuke. Lo siento."

La sonrisa se borró del rostro del contrario, pálido, abrió sus ojos hacía la rubia que lo miraba ahora con seriedad. Emma solo lo observó, quería reírse en su cara. ¿De verdad se olvidaron de que ella estaba allí?, es decir, ¿quién demonios les tiró la manta encima para que no pasaran frío cuando cayeron inconcientes?. Una sonrisa adornó su rostro con superioridad.

"¿Besaste a Mikey?."Senju se carcajeando en el sillón."¡Carajo!, ¡es como besar al diablo!."

Cállate!" Baji sintió sus mejillas rojas.

¡Ese hijo de puta!. ¿Le había dicho a Emma?, no lo perdonaría. Giró encontrándose con el otro involucrado en el pasillo con una manta en sus manos, con el rostro serio, pálido al igual que el.

Entonces este habló.

"¿Le dijiste a Emma?."Rugió molesto, acusándolo sin soltar la manta.

"¿Yo?, es tu hermana no la mía."

"¡Yo no le cuento ese tipo de cosas!."

"¿¡Y como mierda voy a hacerlo yo?!."Le gritó cabreado.

Ambas miradas chocaron soltando chispas mientras se escuchaba la risa de Senju de fondo, ambos irritados de la chica y su estupida risa, y Emma que solo los miraba cruzada de brazos con una ligera sonrisa con burla.

"No estaban solos en casa esa vez, Emma y yo estábamos también." Se unió una tercera voz.

Shinichiro apareció desde la cocina, con un tazón de cereal mirándolos con seriedad. "Nosotros estuvimos aquí toda la noche y Emma los tapó con una manta, yo limpié sus vomitos."

bubble gum | BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora