Be a good machine.

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¿Qué debía decirle después de tanto tiempo? ¿lo siento? ¿Cómo estas? ¿Qué tal todo? No había palabras para hablar con el hombre que tenía enfrente, sabía que eran la ultima persona que el otro quisiera ver, pero ahí estaban, frente a frente y ninguno tenía el valor de ver al otro a los ojos. 

No se debían nada, quizás nunca fueron muy cercanos, pero hubo una relación, un intento de llevarse bien por sus hermanos, ¿ahora? ahora todo era muy diferente, ahora no se debían ni el saludo, aunque ¿quizás por los niños? 

Los niños... ¿Cómo se tomaría Lan Zhan el saber que es tío? ¿debería decírselo? no, mala idea, él correrá a contarle a su hermano y ambos volverían a buscarlo para ver a los niños, pésima idea.

...

No estaba roto, era tal y como siempre fue, era como si solo hubiera pasado el tiempo sobre él, lucía más maduro que como lo recordaba, lucía como alguien de 30 años, no porque se viera viejo, sino que lucía muy maduro, la sonrisa que le dedico a Sizhui apenas lo vio fue hermosa, no era que lo viera de manera romántica, solo que se notaba que era un niño aún, aunque tenía  los ojos más afilados que como los recordaba.

Lan Xichen y Wei Ying lo habían roto y Lan Zhan lo notaba justo ahora, en este preciso momento en el que esos ojos asesinos lo vieron de frente, ese niño estaba frente a él y no podía hacer nada por ayudarlo, si le decía a Xichen que Jiang Cheng había crecido este le diría "lo sé, a pasado un año" pero era muy diferente a lo que podría explicar con palabras.

No había rastros de tristeza, solo una capa gruesa de ira cubriendo esas cicatrices que solo Lan Zhan sabía existentes.

...

- Tío Cheng ¿Cuándo puedo ir a tu casa a jugar? - habló el pequeño cortando el hilo de pensamientos dentro de las cabezas de ambos, su relación estaba rota y no había nada que hacer por ello. 

- No creo que..

- Jin Ling rompió los juguetes que quería mostrarte, además de que mis cachorros aún no están entrenados y pueden hacer mucho desastre, ¿Qué te parece esperar a que entrene a los perros para que puedas jugar con ellos y que arregle los juguetes? - le sonrió mientras le explicaba 

- ¡SI! Así podré jugar con A-Ling también - el pequeño sonrió, sus pequeños ojitos brillaban de manera hermosa 

- Si, estoy seguro de que podrán jugar juntos, mi casa es muy grande y hay mucho espacio para que corras y te diviertas - amaba a ese niño con todo su corazón, lo amaba como amaba a Jin Ling y a sus hijos, la única diferencia era que él no necesitaba de su tío Cheng, él tenía a sus padres vivos

- ¿Puedo tener un perrito también en casa de tío Cheng? - Sizhui veía a su tío asombrado, era un niño y no notaba la incomodidad en los ojos de su padre

- Claro, cuando vengas te compraré un perrito - miró a Lan Zhan y vio algo que no le gustó, esa era la última vez que le dejarían ver a Sizhui, lo entendía, los niños a veces dicen cosas de más y no era "conveniente" que hablase de su madre que debía estar muerto...

- ¡Gracias tío Cheng! - ambos se abrazaron con fuerza, Jiang Cheng olio por ultima vez el dulce aroma de su sobrino

- Bien, entonces esperaremos - besó su pequeña frente y se giró - debo buscar a A-Ling para irme, nos vemos A-Yuan, Wangji - caminó dándoles la espalda 

- Adiós tío Cheng, te quiero - el pequeño sacudió su manita mientras Jiang Cheng se perdía entre la multitud.

- Cuídate A-Yuan... - susurró a la distancia 

...

"Wangji" esa fue la señal suficiente para que Lan Zhan lo notara, Jiang Cheng estaba ahí, seguí ahí de pie, grande, fuerte, solo... gracias a él y a su maldita necesidad de proteger a Wei Ying, aunque lo pensara mil veces no se arrepentiría, Wei Ying siempre debía ser una prioridad, pero tal vez y solo tal vez había hecho mal las cosas aquella tarde.

I CAN DO IT (M-PREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora