Ahí estaba, el pequeño deku de 14 años.
Bakugou no creía lo que estaba viendo, el pequeño e indefenso Izuku de 14.
– ¿Deku?..
– ¡K-Kacchan! Te ves mucho más grande.
– Deku, ven aquí.
Midoriya obedeció a las palabras de su mayor.
– ¿Si Kacchan?
– Puedes ser un héroe, eres fuerte.
– ¿E-eh?
– Eres muy fuerte pequeño.
– ¿Que dices kacchan?..
– Digo que puedes ser un héroe, porqué eres muy fuerte ¿lo entiendes?
– S-si..pero no tengo quirk.
– No importa.
– ¿N-no dijiste que si me tiraba de la azotea podía tener uno?
Dolía, dolía más que una clavada en el pecho.
– No lo hagas, por nada del mundo.
– P-pero..
– Por all might.
– Está bien.
– Eres muy pequeño aún como para sufrir esto, lo siento mucho Izuku.
– K-Kacchan está bien, yo te quiero mucho, t-te perdono.
– Yo te quiero más, ven dame un abrazo por favor.
Después de tanto tiempo, podía abrazar al pequeño niño que juro odiar, y molestar hasta su muerte.
Ese niño se convirtió en el amor de su vida.
– Te amo mi niño.