La dama misteriosa, era como muchos llamaban a la joven que se paseaba con su capa negra por aquel sitio. Era respetada, temida y amada en secreto por unos cuantos.
Se rumoreaba que no le tenía miedo a nada, podía terminar con la vida del más feroz de los mercenarios, soldados o asesinos. Aquella fama no era muy del agrado de la joven, aquello llamaría la atención de los del exterior y su vida estaría condenada.
Mientras todos estaban ocupados en sus quehaceres, Aden se paseaba por los establos en busca de su caballo, a pesar de no montarlo le daba mantenimiento todos los días, y aquel no sería la excepción.
Tomo una cubeta de madera gruesa para llenarlo en el pozo que estaba cerca, después de llenar el cuenco con agua, y dejarle heno, tomo otra cubeta de agua para darle un pequeño baño.
De la estantería tomo un cepillo de cerdas de paja con el cual lo cepillaba, antes de quitarse la capa para empezar con su labor se aseguró de que no hubiera nadie a su alrededor.
Mojó el cepillo en el agua y lo paso por el lomo del caballo gris con manchas blancas, la crin y cola eran de color oscuro casi negro como su cabello, por ello le había llamado la atención, por ello había gastado sus últimas monedas de oro.
El crujido del suelo la hizo correr a su capa y colocarsela de nuevo, continuó con lo suyo mientras escuchaba como la persona o lo que sea que acaba de entrar se acercaba hasta donde ella y su caballo sin nombre estaban.
En su mente pensaba una y otra vez algún bonito nombre para aquel bonito caballo que apenas podía dar cinco pasos mientras respiraba con dificultad.
Quizo saber su historia, que lo había llevado a sentirse de aquella manera, es bien sabido que algunas personas, sobre todos los humanos, se portaban cruel con aquellas criaturas indefensas que no podían defenderse.
El relinche del caballo la sacó de su mente, comenzó a moverse de manera brusca tirando todo lo que había a su alrededor. Se alejó de él unos pasos sin saber cómo actuar, era la primera vez que tenia un caballo tan grande.
Comenzó a lanzar patadas hacia atrás, Aden se vio en la mala suerte de estar justo ahí, el caballo la había lanzado hacia un par de cubetas vacías, pudo haber lastimado más su cuerpo pero gracias a la persona que observó la situación pudo opacar su caída.
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ADEN
FantasyLas brujas jamás fueron bien vistas desde el inicio de los tiempos, los humanos le temían a lo nuevo, lo diferente, lo que los amenazaba, y lo único que sus pequeñas mentes podían hacer era destruirlo, así fue como una a una, fueron extinguiendo a a...