El primer día fue una total tortura.
La pequeña elfa no dejaba de cantar, era una tortura para los oídos tan sensibles como los de ella, quiso hacer un hechizo para silenciarla, pero sabia que aquello le costaría más que ir atada y haber caminado por un día entero.
Sentía que sus pies iban a desmoronarse, además el sol que se colaba por los árboles no ayudaba mucho a su dolor de cabeza y la sed que comenzaba a hacerla alucinar.
La noche parecía cada vez más lejana, quería llorar, gritar, crear el mayor caos solo por haber sido separada de su pequeña aldea, y por su insoportable dolor de cabeza.
— Feride, detengámonos aquí — hablo el elfo hacia la rubia.
La mujer miró en dirección hacia la bruja, la mujer de la capa caminaba con dificultad sobre el camino de piedra, no se había percatado que la habían llevado sin zapatos.
Feride suspiro, hasta ese momento se había dado cuenta de que la pequeña elfa había dejado de cantar, miraba a un punto fijo en el camino con rostro preocupado, poco después sacudió la cabeza restándole importancia a lo que había escuchado.
Asintió hacia el elfo de ojos miel, detuvieron su andar para acomodarse un poco lejos del camino, de esa manera evitarían enemigos o personas que también buscaban a la bruja.
Ataron a Aden a un tronco, a la joven bruja realmente no le importó, agradeció que le permitieran sentarse y descansar sus pies, pero no lo diría en voz alta.
Observo a cada uno de lo viajeros, ninguno tenía nada en común, la mujer humana, una soldado o quizá una guerrera, mercenaria o caza recompensas, se preguntaba como fue que termino con aquellos dos elfos.
La pequeña elfa, una princesa según le había dado a entender el otro día. Tan pequeña, tan dócil, no se miraba de esas que matarían a nadie, ni siquiera a un bicho pequeño. Todo le impresionaba, desde lo grande hasta lo más pequeño.
Demasiado adorable para el gusto de Aden.
Y luego estaba el elfo, era mucho más alto que las dos chicas, a decir verdad un enano seria más alto que aquella chiquilla, mostraba una mirada seria y ruda, como si quisiera atravesar todo lo que se cruzara en su camino.
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ADEN
FantasyLas brujas jamás fueron bien vistas desde el inicio de los tiempos, los humanos le temían a lo nuevo, lo diferente, lo que los amenazaba, y lo único que sus pequeñas mentes podían hacer era destruirlo, así fue como una a una, fueron extinguiendo a a...