La taberna de Azdriel, un lugar a mitad del bosque donde todo tipo de personas se acercaba a descansar y tomar un trago, lugar donde los rumores corren más rápido que el viento, pero a pesar de todo era un sitio agradable.
Azdriel llevaba años en aquel sitio, le encantaba los rumores, además de brindar a los viajeros un lugar cómodo para pasar el trato antes de continuar a su destino.
Con el tiempo, un burdel y un hostal se construyó a su lado, aquello no agradó mucho a Azdriel pues le robaban su clientela, por lo que vivía discutiendo con Muriel, la Madame del burdel De Onise.
A Dirhel le toleraba un poco, un hostal le parecía un grandioso lugar para descansar, aunque también le robaba unos cuantos clientes.
— Deja de ver a las personas de esa manera — mencionó Azdriel a su compañera.
Una mujer que iba cubierta en una capa negra a la cual nadie jamás le había visto el rostro. Bastante misteriosa, algunos la llamaban mercenaria, otros viajera, el único que sabía que y quien era, es Azdriel.
— Busco trabajo, Azdriel, me terminé las últimas monedas en un caballo que a penas y puede correr — respondió con molestia.
No culpaba al caballo, si no al que se lo había vendido, un bueno para nada que la había estafado. No pudo hacerlo pagar pues había desaparecido así como había aparecido.
— Eso te pasa por confiar en los viajeros — rió el dueño de la taberna.
La mujer levantó su brazo para dar un suave golpe en el hombro de Azdriel, el hombre rió con más fuerza hasta que ya no pudo respirar. La mujer formó una pequeña sonrisa bajo su capa, le gustaba ver a su amigo feliz.
Su agradable risa se vio interrumpida cuando una grupo de tres personas, bastante extraño de ver para todos, entró a la taberna con aires de grandeza.
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ADEN
FantasyLas brujas jamás fueron bien vistas desde el inicio de los tiempos, los humanos le temían a lo nuevo, lo diferente, lo que los amenazaba, y lo único que sus pequeñas mentes podían hacer era destruirlo, así fue como una a una, fueron extinguiendo a a...