Loto Púrpura de Gusu (XiCheng)

Día 3 - Intercambio de cuerpo/ en la salud y en la enfermedad/ promesa rota

Xichen:
              Iba a poner "Querido Xichen" pero eso no va con mi personalidad, aunque creo que escribir una carta tampoco me va mucho.  Es que hoy estuve recordando la primera vez que te ví. ¿Cuántos años pasaron ya de eso? No lo recuerdo, siglos, milenios... Ya perdí la cuenta...
           
             Como decía, la primera vez que te ví, yo era una adolescente, un discípulo invitado en Receso de las Nubes, uno de tantos, insignificante. En cambio tú... Aún perdura en mi mente tu imagen. Ibas caminando por un sendero de la secta, majestuoso, parecías una divinidad. Llevabas una mano en tu espalda y en la otra sujetabas a ShuoYue. Tu espalda erguida, tu andar pausado, cabeza en alto y una permanente sonrisa suave en tu rostro. Te miré y no pude evitar que mi corazón quisiera irse contigo.

               Pasaron muchos años caóticos, en dónde nuestros encuentros eran escasos y siempre para hablar de estrategias de guerra. Pero un día fui testigo de la traición y como la luz de optimismo y bondad, se escapaba de tu mirada. Observé como esa perenne sonrisa en tus labios, se convertía en una mueca triste. Mi corazón gritó al verte tan desolado y abatido. Quise correr a tu lado, decirte que podías apoyarte en mi, pero fui orgulloso. No podía mostrar debilidad. ¡Que ingenuo! El amor no te hace débil, el amor te da valor.
 
                 Poco a poco fui acercándome a ti. Yo, un líder novato, necesitaba la guía de alguien íntegro, capaz. Tú fuiste esa guía, y más adelante, me confesaste que yo fui tu salvación. Creo que nunca te dije que el verdadero motivo por el que iba a Recesos de las Nubes no eran tus enseñanzas, sino darte un motivo para continuar y no dejarte caer en esa culpa que atormentaba a tu corazón. Quería que te vieras tal como yo lo hacía, una maravillosa persona y un magnífico líder.
 
                El día más feliz de mi primer vida, fue cuando hicimos las tres reverencias y ante la presencia espiritual de nuestros padres prometimos unir nuestra vida y entrelazar nuestras almas por la eternidad, jamás separarnos, jamás herirnos, jamás abandonar al otro.  ¡Que bella fue esa vida! Vimos crecer a nuestro hijo y nacer a nuestros nietos. Muelle de Loto se llenó con la risas de los niños correteando por los pasillos y nadando en los estanques. Al final de nuestra vida, reconocí que sin ti nunca hubiese sido tan feliz. Y un día nuestra luz se apagó al mismo tiempo.

                 Nuestra segunda vida fue caótica. El mundo era un caos. El mundo de la cultivación estaba en decadencia y solo las sectas más importantes seguían en pie. Fue un arduo trabajo unificarlas, a pesar de contar con la ayuda de tu hermano y el mío, de nuestro hijo y sobrinos, y de ese antiguo amigo que descubrió la manera de que todo volviera a funcionar. Lo más asombroso de esa vida fue la aparición del emperador celestial, el rey fantasma y el príncipe demonio. ¿Sabías que el inútil de mi hermano los conocía? Yo no. Aunque me había estado preguntando cómo era posible que aún en esa vida podía manipular la energía resentida y no sufrir daños. ¿Te imaginabas que su alma estaba marcada con un don demoniaco? Yo tampoco. Aunque de ese ya nada me sorprende.

               Hacer una promesa de sangre fue algo desagradable, pero eso nos garantizaba encontrarnos en cada reencarnación y al fin y al cabo, eso era lo que más anhelaba, ser capaz de amarnos en cada vida.

               "Cada doscientos años, los descendientes de los cultivadores originales, de los cuatro clanes más importantes de China, reencarnarán para traer paz al mundo. Esta es una promesa de sangre que solo será rota si se altera el destino. Si eso llega a pasar, el ciclo de reencarnación se romperá, dejando desprotegido al mundo mortal."
          
                 Todos vertimos nuestra sangre en el pergamino, todos prometimos proteger el mundo, pero todos tuvimos razones egoístas para hacerlo. No lo hicimos por los humanos, lo hicimos por nosotros mismos, para estar juntos, para volvernos a ver.

               Pasaron muchas vidas, hasta llegar a esta. Y exactamente hoy, a las 13:45hs (bueno, aún falta media hora), hace tres años damos el sí por...  ¿Cuántas veces nos hemos casado? No lo recuerdo. Pero eso no es lo importante, lo importante es que hace tres años volvimos a elegirnos, "para amarnos, respetarnos, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte nos separe" esas fueron las palabras del oficiante occidental. Pero antes de aceptar, en mi mente agregue " y más allá de la muerte, en esta vida y en las que vendrán, hasta que la eternidad se convierta en nada"  solo que... No pensé que esta vida solo durará tres años.
     
                ¿Xichen, por qué rompiste la promesa que hicimos frente a nuestros padres? ¿Por qué me abandonaste? ¿Por qué me heriste?

                Xichen, seguramente piensas que te odio, pero no es así, te amo tanto, que soy capaz de perdonarte. ¿Recuerdas que en nuestra primer vida ví a mi hermano ser devorado por sus propios cadáveres feroces? Entonces comprenderás que se lo que se siente ver a tu hermano muriendo y no poder hacer nada.
                 
                No te culpo, amor, no te culpo por hacer lo que hiciste. Me duele, si, pero te comprendo, porque si en vez de WangJi, hubiese sido Wei Ying, hubiese hecho lo mismo, sin importarme las consecuencias de romper la promesa de sangre, sin importarme la humanidad, lo único que querría sería alterar el destino. Y eso hiciste, por eso te admiro

                 Escuché tu disculpa antes de que comenzarás el ritual de cambio de cuerpo, debías ser rápido antes de que WangJi diera su último respiro, o no podrías salvar su alma. Creo que no escuchaste mi respuesta, es por eso que te estoy escribiendo esta carta hoy. Porque luego ya no habrá oportunidad para decirte que esas palabras no son necesarias entre nosotros.

               Lo peor de todo esto es que a diario veo tu rostro, veo tu cuerpo, veo tus sonrisas, aunque ya no son para mí, y esas miradas de amor, ya no me pertenecen, porque son de mi hermano, porque ese no eres tú, porque tú te has ido. Es difícil a veces recordar que ese cuerpo ya no es tuyo.

             Hemos acumulado vidas, sueños y promesas y en solo un momento todas esas promesas y sueños se rompieron y ese ciclo de vida llegó a su fin.

            Te amé hace Miles de años, te ame en cada vida y te amo en esta. Y como dije el amor te hace valiente. Hoy soy valiente. En nombre de ese amor he tomado la decisión más importante, ya que tu alma no va a regresar, la mía tampoco lo hará. Al menos mantendré viva una última promesa dicha en el altar… " hasta que la muerte nos separe" porque está vez, no nos volveremos a encontrar.

Feliz aniversario, amor. Te amo

Lan Jiang Cheng

Lan zhan leía la carta mientas su esposo lloraba aferrado a su túnica para evitar ver el cadáver de su hermano atravesado por ShuoYue y Sandu.

💜💙💜💙💜💙💜💔💜💙💜💙💜💙

Lo siento 😞 no me maten 🙏

Nos leemos mañana 😇