𝗦𝗨𝗠𝗠𝗘𝗥 ; Sano Manjiro

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Mi padre si estuvo durante mi infancia pero a la vez no.
No lo recordaba tanto como a mis otros familiares, a mi madre tampoco.

Es como si se quedo pero nunca estuvo presente.

Aunque estoy segura de que siempre me quiso, aún así el ya no esté.
Y no, no nos abandono a mi madre y a mi, la vida o destino nos lo quito.

Dentro de una semana se cumplían dos años que el cancer lo venció.
Le habían diagnosticado con cancer de pulmón en etapa avanzada, le dieron una supervivencia de 5 años máximo, solo aguantó dos.

Dejándome a mi madre y a mi -de 12 años- solas.
Emocionalmente, porque económicamente con el seguro de vida de mi padre, mi madre pudo sacarnos adelante.

Y si, mi madre estuvo cierto tiempo en duelo pero vio que tenía una hija, una razón más para vivir. Fue con un psicólogo para poder enfrentar lo que sentía y a mi también me llevó, admito que si me ayudó bastante.
Se sentía tan bien expresar todo lo que sentías sin que te juzguen.

Luego de eso pude seguir "normalmente" mi vida. Aunque claro, siempre recordando con nostalgia todo el pasado.

Mi madre me consultó que que me parecía si unas vacaciones íbamos a la casa de los abuelos, como una salida de la rutina diaria.
Sería durante los tres meses de vacaciones.

Me pareció buena idea, así que debía seguir esforzarme en el colegio para levantar aún más mi promedio y recibir ese viaje como un tipo de premio sin sentirme mal, aparte de hacer que no supiera TODO lo que hice ahí.

Porque si, algo que consideraba una habilidad -según yo- era hacer que nunca descubrieran que yo era quien iniciaba la mayoría de los problemas en el colegio.

Ser aplicada y responsable me daba puntos a favor. Lo acepto, estudiaba cada luna y casi siempre pasaba los exámenes con nota aprobatoria.
Pero aquello de las notas era para poner orgullosos a mis padres, ahora a mi madre, si veía que no tenía una nota merecedora para pedir algo -según yo- no le pedía nada y a la próxima me esforzaba aún más.

Aunque aquel viaje tuvo que postergarse como dos años, decaímos económicamente. Las cosas en mi país no andaban tan bien.

Ahora con 15 años y a días de terminar el año e irnos de viaje me había dado cuenta que conforme fui creciendo mi mentalidad cambió drásticamente, lo que me gustaba hace un año o meses ahora me daba vergüenza.
Pensaba en cómo rayos algo como eso podría haberme llegado a gustar.

En resumen, mi yo de antes daba cringe.

Mis abuelos -a pesar que faltarán días para que lleguemos- ya nos estaban esperando para darnos una cálida bienvenida.

Que emoción!