Capítulo 5

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La encapuchada se abalanzó sobre mí decidida apuñalarme con su flameante espada. Quise escapar hacia la puerta por donde entre pero ya no había nada en aquel lugar.
— Lamento que tu entrenamiento no sea el típico entrenamiento metódico, normalmente el elemento mágico fuego se aprende muy de a poco prendiendo velas o practicando tiro al blanco con orbes de fuego. Dijo la superiora mientra yo esquibaba una estocada dirigida hacia mi pecho de parte de la encapuchada.
— Has demostrado que tu poder se activa bajo presión así que decidí pedirle a la señorita Alaris Brennend que insentivara tus instintos.
Me escondía detrás de un escudo que había encontrado dentro de la arena, sin embargo el filo de la espada atravesaba la membrana del escudo como si fuese mantequilla. Pese a ser un entrenamiento sentía como aquella chica encapuchada entraba en frenesí. Su intención no se asemejaba a un entrenamiento, si no a fuerza brutal y asesina. Con cada estocada su fuerza parecía aumentar, parecía estar enceguecida con la idea de dañarme. Cuando mi desdichado escudo aguantaba el último golpe, la espada tórrida atravesó mi pecho como si mi cuerpo estuviese hecho de plastilina. Sentí la sangre erupcionar desde mi vientre hacia mi boca. La falta de aire por mis pulmones inundados causaron mi desmayo.
Al abrir los ojos vi que estaba en un gran cuarto con ornamentos de estilo barroco con mucha simbología religiosa y en medio de la habitación un pequeño expositor con lo que parecía ser una pequeña llama de fuego negro. No tuve tiempo de contemplar una explicación a mi llegada a aquel nuevo paradero debido a la gran atracción que sentia hacia la flama oscura. Camine en dirección a ella a paso zombificado. En eso una voz resono en todas las paredes. Perecia hablar en un idioma que nunca había escuchado pero por algun motivo comprendía a la perfección. Sus palabras eran " mie Ertarius Aufstege und zeigtdit mie kanncan ". Básicamente decía "mi heredero levántate y demuestra mi poder". Esas palabras bastaron para que hundiese mi mano dentro de la flama. Parecía no lastimarme pero la piel de mi mano si se estaba chamuscando. El fuego trepaba por el lado superior de mi antebrazo hasta llegar a mi pecho. Entre más avanzaba mejor se sentía y pese a ver mi piel carbonizada en realidad me estaba curando las heridas de la espadachin. Cuando estaba a punto de cubrir todo mi cuerpo con la flama negra, un frío insoportable que irónicamente me quemaba, se empezó a prolongar desde mi estómago. En un pestañeo había regresado al coliseo. El fuego se estaba disipando suavemente hacia mis manos, mientras descubrí que el frío provenía de la mano de la superiora sobre mi panza. Llegué a preguntar que pasaba antes que con la otra mano me empujara increíblemente fuerte. Desde arriba me miró muy fríamente, más de lo normal. Su labio y ceja estaban partidos y sangraba levemente, aunque no parecía importarle mucho. Cuando mire hacia mi izquierda entendí la mirada de la superiora. La señorita Brennend se encontraba a un lado mío totalmente cortada por todos lados y con un brazo quemado hasta el codo y una espada, que jamás había visto, clavada a la altura del hígado. Intente levantarme pero rápidamente Madame Lefebvre oprimio mi pecho fuertemente contra el piso con su zapato color celeste. Sam y Petra entraron por una puerta que se materializó detrás de Madame Dominica. Ambas contemplaron la escena dantesca con sumo horror. La superiora exclamó con enojo:
— ¿Que están esperando? ¿Que la señorita Brennend muera? Congele sus heridas así no pierde más sangre pero no quita su estado crítico.
— Gracias por su confianza superiora pero no creo poder curar un cuerpo tan comprometido- dijo Sammantha entre llantos.
— No seas sentimental Srt.Bouye, busque cualquier bruja con dones curativos en el establecimiento y utilizarlas de apoyo- terminó cortantemente las exigencias de Sam.
— En cuanto a ti Petra también te tengo una tarea. Verás es de locos repetir una acción y esperar distintos resultados.
Mientras la superiora hablaba, Petra que claramente estaba leyendo la mente de esta. Sus ojos desorbitados indicaban que lo que le estaba apunto de pedir no era algo bueno. Sin embargo dejo concluir a la superiora ya que frente a ella trataba de no ser irrespetuosa con sus poderes.
— Necesito que te comuniques con Madame Boubby Bosh y cites una reunión lo más rápido posible.
Sin poder aguantar más Petra interrumpió exclamando.
— Señora si la relacionan junto a alguien como Bosh sería catastrófico para usted y su imagen, teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra, bajo la lupa del gran consejo, sería muy imprudente que la viesen con alguien como ella. Además que es una bruja desertora que atenta contra todas nuestras creencias.
— ¿Tu crees que me gusta que me relacionan con alguien como Bosh? Lo odio, pero no conozco nadie que pueda controlar tanta magia bruta.- Se pronunció con enfado Lefebvre.
— Mandaré un equipo junto a ti para darte apoyo y que pueda trasladar con seguridad a Fabri, procuren en todo momento conservar un bajo perfil.

Luego de hablar delante mi como si no existiera, dos chicas me esposaron con un especie de encantamiento y me pidieron que las acompañase. Me dejaron dentro de mi cuarto y me dijeron despectivamente que esperara a Petra, que ella se encargaría de explicarme mi situación.
Realmente me encontraba desorientado con lo sucedido. Aun no comprendía como había sido yo capas de causar tales daños a Alaris. Lo único que podía recordar era ese lugar con decoraciones barrocas con la llama negra en el centro. Otra vez todo el mundo me miraba como si mirasen una bestia que los podía atacar en el menor descuido. Incluso Petra que había sido tan comprensiva cuando dañe las manos de su madre evitaba mirarme a los ojos. Pero quien los podía culpar, si yo estuviese en su lado y viese el cuerpo de Alaris reaccionaria, seguramente, igual.
No recuerdo cuanto tiempo pasó en ese cuarto vacío. Sólo podía pensar en que la Suprema tenía razón yo era un caso perdido. Acepté mi destino el cual era el sentido de proseguir en mi lucha de sobrevivir si eso conllevaba en poner en peligro a quienes me rodean. Mientras decidía que tenía que hacer con mi miserable vida, Petra entró al cuarto. Me miró a los ojos por primera vez desde el accidente y dijo:
— ¿Que esperas ? Ya tengo el equipo formado tenemos que salir antes que amanezca para evitar que los Simples estén husmeando....- yo no respondí estaba bastante abrumado por mis demonios.
— Que curioso no puedo leer tu mente. Cada vez que intentó una espesa niebla me bloquea. Es raro que tenga que preguntarlo pero... ¿en qué piensas?- concluyó muy confundida.
— Me gustaría que fuese yo el que pueda tomar la decisión de concluir mi vida, pero lo entiendo, soy un monstruo no merezco ese privilegio.
Petra me miraba con una indiferencia que casi congelaba tanto como los poderes de la superiora.
— ¿Que quieres? ¿Que me comparezca del pobre chico que no controla sus poderes? ¿Crees que eres el único mago o maga que no puede controlarse? SI es cierto tu poder es descomunal, eso no se niega . Y debido a que nunca tuviste entrenamiento es entendible que te abrumen tus poderes, pero no eres tan especial como te crees. - concluyó Petra, no hacia falta que me leea la  mente para que me dejase la boca cerrada.
— Tenemos que encontrar una bruja del bajo mundo, se llama Boubby Bosh, y pese a que detesto esta orden de nuestra superiora, se que tienen razón. Es la única bruja capas de domar la bestia que llevas dentro- me extendió la mano para que me levantase del piso, mientras me hacia un gesto para que la acompañara fuera de la habitación. Caminamos por pasillos interminables, en completo silencio hasta llegar a una cochera inmensa repleta de todo tipo de vehículos. Avanzamos entre los automóviles uno más exótico que el que su predecesor. En el final del camino aguardaba una camioneta bestial y junto a ella dos jóvenes chicas con aspecto muy distinto entre ellas. La primera era delgados y tan refinada como una Mantis religiosa la cualestaba vestida con un chaleco blanco ajustado al cuerpo y arriba de él un sobretodo color rojo bermellón y unos pantalones de vestir negro anchos. Parecía estar fastidiada por algo y hablaba por lo bajo con su colega quien era su polo opuesto, tenía su pelo negro atado con una cola alta. Su ropa era un conjunto de neopreno típico de entrenamiento, tenía al descubierto su abdomen marcado increíblemente perfecto. Y a diferencia de su compañera parecía causarle gracia los refunfuños que está murmuraba. Petra las saludo levantando la mano.
— Así que usaremos "la bestia" Muy sutil de tu parte Tansy- dijo entre risitas Petra.
— Eh ¿quien dijo que yo la elegí?...- dijo por lo bajo Tansy mientras se acomodaba el top.
— Es un poco obvio. Pero dejemos esto, los presentó Lyon te presentó a Tansy Fancourt y a  Bluemoon Sunset.- y antes que siguiese Bluemoon interrumpió.
— Mi padres eran unos magos hippies así que evita cualquier comentario sobre mi nombre.- y como ya de costumbre Petra interrumpió mis pensamientos
— Wow  creo que es el primero que piensa un chiste con su nombre.
Tansy me dio una palmada en la espalda que casi me saca todos los órganos por la boca.
— ¿No es hermosa?- señaló la camioneta- sólo hay 100 en el mundo y nuestro Aquelarre tiene una. Es una Mercedes-Benz class G 6x6 de Brabus tiene un motor v8 biturbo 700cv además esta personalizada para asuntos mágicos desde herramientas de protección hasta armas potentes, ¡es una hermosura!- parecía que Tansy amaba esa camioneta.
— Bueno basta de tantas vueltas, chicas arranquemos no quiero entrar al distrito oscuro en su   peor horario- dijo Petra haciéndome entrar a una de las puertas traseras de la camioneta. Las chicas entraron en su respectivos asientos y Tansy encendió el motor. Madre mía ya entendía el porque el apodo... jaja muy discreto.

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⏰ Última actualización: May 16, 2023 ⏰

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