Parte quinta: El plan.

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-¿Qué es todo esto? –Preguntaron a coro Linda y Andrew completamente asombrados.

-Nuestra familia es parte de una sociedad secreta encargada de mantener muertas criaturas como esta, o en su defecto, devolverlas a la tumba. –Explicó la mamá rápidamente.
-En mi caso no hubo opción, uno de nuestros ancestros fue el héroe quien terminó con esta bestia, la Quimera, en la antigüedad, por lo tanto estamos vinculados directamente al engendro. –Comentó el papá. –Tu madre tuvo que saberlo antes de aceptar casarse conmigo, ella pudo haber escogido.
-Pero sabes que te volvería a escoger. –Agregó la mujer tiernamente.
-Sí, muy bella pareja pero ¿qué sigue ahora? –Inquirió Linda.
-Estos hombres esperan debilitar un poco las fuerzas de la bestia para poder lanzar el verdadero ataque. –Explicó el hombre.
-¿El verdadero ataque? –Preguntó Andrew. –Pero si ese sujeto dijo que no podía ser dañada con ataques físicos.
-Nunca esperamos atacarla con nada mundano. –Aclaró la madre. –Sólo lo hice hablar para que nos revelara el tipo de hechizo que utilizó para levantar al monstruo.
-Pero si nunca dijo nada claro sobre lo que hizo. –Replicó Linda casi cayendo en la desesperación.
-No, pero nosotros sabemos exactamente qué usó en base a lo poco que dijo. –La tranquilizó el papá. –Estos hombres están siguiendo el protocolo inicial y neutral en este caso, pero nosotros somos los que haremos el verdadero trabajo.
-¿Y qué estamos esperando entonces? –Cuestionó la chica entrando en un estado casi de ira.
-El tiempo aún no es el indicado. –Aclaró el hombre. –Deben debilitarla un poco más, las lanzas con las que la están atacando no están hechas para dañarla físicamente, sino en un plano energético.
-Sé que no es el momento adecuado pero ¿a qué te refieres? –Preguntó curioso Andrew.
-Esa bestia tomó la energía vital de tu sangre, la sangre de un descendiente de su enemigo, para así recobrar la vida. –Comenzó a explicar pacientemente. –Lo único que puede dañarla es tu sangre también, pero no todavía, debemos agotarla un poco para que su defensa baje y tu sangre pueda llegar hasta el centro de su esencia. –Linda entendió que quizá por eso fue que se sintió débil cuando tocó las partes de la Quimera.
-Pero si esa cosa absorbió la energía de la sangre de Andrew ¿el atacarla con eso mismo no la fortalecerá más? –Preguntó Linda.
-No será así, pues su sangre será puesta en la misma lanza que se usó hace miles de años para matarla, la unión de ambas partes será lo que la dañará. –Le respondió la mamá.
-¿Pero cómo puede hablar de usar así la sangre de su hijo, no puede ser la suya? –Cuestionó Linda al papá.
-No, debe ser la del último descendiente de la familia.
-Pero debe haber otra forma que no necesite desangrar a su propio hijo. –Replicó Linda.
-Podrías apuñalar al maldito que la levantó de la tumba justo en el corazón, pues también usó su sangre en ella, pero de una manera distinta. –Comenzó la madre. -Pero nosotros somos encargados de matar criaturas, no personas, aunque sean unos malditos como ese.
-Además sólo usaremos un poco de su sangre en la punta de la lanza. –Agregó el papá.

Dicho esto todos guardaron silencio y con precaución bajaron de la roca dando una última mirada al campo de batalla que estaba unos cien metro más allá. 

Quimera: Tu sangre, su vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora