Esta no es mi vida (Sad Bakugo)(KariKiriDekuBaku)

Una dolorosa verdad

--M-Madre -hablo el cenizo mientras se asomaba por la puerta.

--¿Qué paso mi pequeña Tsumi?

"No soy ella"

--L-la comida está lista, madre... -hablaba mientras enterraba las uñas en la madera de la puerta, era una burla todo lo que tenía que hacer.

--Enseguida bajo cariño -dijo la alegre mujer levantándose de su cama para recorrer el pasillo hasta poder llegar al lugar donde su familia estaría reunida.

Mientras el cenizo menor se veía triste y molesto a la vez ya que recordó las palabras que le dijo su padre.

«Katsuki por favor, tienes que hacer esto, hazlo por tu madre, piensa en su dolor... No dejes que esa chispa se muera dentro de ella»

No sabía si estaba en lo correcto cuando acepto usar faldas, sujetadores y a comportarse de la misma forma que su difunta hermana. No sabía si era lo mejor.

«Ella volvió a ser la de antes, gracias hijo»

Si bien Mitsuki volvió a su rutina original al ver a su hija sonreírle, ese día la abrazo fuerte mientras dejaba caer pequeñas lágrimas.

Ese día Katsuki entendió que no significa nada a ojos de su madre, la pequeña esperanza de recibir una muestra de afecto de su progenitora se esfumó cuando pregunto por su "hermano".

--Mamá, ¿No te preocupa no ver a mi hermano por aquí?

--No me interesa la vida de ese mocoso, yo no lo quería tener, fue tu padre quien me convenció de no dejarlo en un orfanato, ya te lo conté varias veces mi niña.

--Debes estar de broma ¿Verdad? -dijo mirando con horror a su progenitora importándole poco si su tono natural de voz se escucho- D-Deja bromear vieja.

--No bromeó esa es la verdad y deja de juntarte mucho con él que se te están pegando sus malas mañas.

Él sabía que su madre nunca lo quiso, pero que se lo dijera a la cara y enterarse que iba a ser abandonado al nacer le causó un gran dolor.

Al llegar ambos a la sala su padre ya los esperaba con la comida servida y lo primero que captó fue como su hijo trataba de contener sus lágrimas.

--Que bien huele eso -la peliceniza tomo asiento junto a su esposo quedando así al frente de su “pequeña niña”.

La comida paso de lo más normal y no fue hasta que todos terminaron que el hombre mayor hablo.

--Amor, tienes que salir un rato, no es bueno que pares todo el día en la casa -dijo tomando la mano de su esposa.

--Si madre, este será un... día de chicas -las últimas palabras las dijo con tristeza.

Y fue así como acepto y se dio por terminado el almuerzo. Ahora Mitsuki estaba en la cocina recogiendo los platos para poder lavarlos mientras Katsuki y Masaru fueron al jardín para conversar sobre lo que le pasaba al menor.

--Ya estoy harto papá, ya no quiero seguir con esta farsa...
-las lágrimas que antes contuvo ahora se desbordaban libremente.

--Lo siento por pedirte esto, pero quiero que Katsumi la haga entrar en razón -rodeo con su brazo al menor.

--¡Solo mirame! ¡Mira lo que me pides hacer!
¡Me travisto, cambio todos mis hábitos y manera de hablar y nada es suficiente aún, ¡Quieren seguir humillandome!! ¡Que acaso no me pueden dejar en paz!
O al menos deja de pedirme estos favores absurdos.

--Lo siento -esa respuesta no es la que Katsuki esperaba.

--Maldita sea ¡Deja de disculparte por algo que no es tu puta culpa!

El pulso del cenizo se aceleró por la descarga de ira y rabia que ha estado conteniendo.

--Ella me quería botar ni bien me vio nacer...

--Pero ella te quiere.

--¡¡MENTIRA!! ¡Esa mujer nunca me quiso, fuiste tú quien me consolaba cada vez que lloraba, fuiste tú el único que celebraba mis cumpleaños, fuiste tú quien siempre iba a las actuaciones de mi colegio, tú, solo tú me diste ese amor y cariño que ella nunca pudo darme, tú eras quien me cuidaba papá, no esa mujer!!

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Toda falta ortográfica será corregida al concluir la historia, gracias.