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Yeonjun no volvió a ver a su amigo ya que este tenía que ayudar al chico de cabellos rojos con la camisa que le había llenado de café.

Jaemin junto con Jeno alzaron el pulgar al pelirosa antes de retirarse, diciendo que tenía el apoyo de ambos.

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- ̗̀↳커피

La cafetería estaba casi vacía.

Soobin y el pelirosa seguían en el local, solos.

Mientras veía como el pelinegro limpiaba el mostrador jugaba con sus dedos, nervioso.

─ ¿Quieres que te ayude en algo? ─cuestionó el pelirosa.

─ No te preocupes, me ofrecí a hacerlo ─sonrió─ mejor cuéntame como te sientes.

─ Bueno, sobre eso ─suspiró─ es difícil explicarlo, pero creo que ya me has descubierto.

Soobin se quedo quieto en su lugar, guardo el trapo de algodón con el que estaba limpiando hace un rato y tomó asiento a un lado de Yeonjun.

─ Sí, pude notarlo. Desde el primer día de hecho. ─fingió una sonrisa─ Mi amigo Jeno puede ser algo torpe, si le hubieses dicho que te gustaba en un principio él habría sido capaz de corresponderte.

─ ¿Cómo? ─el pelirosa lo miro extrañado mientras procesaba lo que Soobin le acababa de decir.

─ Por eso has estado triste, ¿no? ─le devolvió la mirada─ Cuando visitaste la cafetería con tus amigos para encontrarse con Younghoon te escuche decir que querías comerlo, también los ví en la parada de autobús juntos.

─ Espera, eso no... ─se puso de pie como pudo y miro cabizbajo pensando─ Espera, espera, ¿Crees que me gusta Jeno?

─ ¿No es así? ─se levanto de su lugar mirando al pelirosa─ además te he visto preocupado desde que él ha empezado a tener interés en tu amigo.

─ ¡Soobin! ─lo golpeó levemente en el hombro─ ¡El que me gusta eres tú! He estado así porque creí que ya lo sabías. Pensé que me ibas a rechazar ahora, por dios, ya no siento mis piernas de los nervios ─se quejó.

El pelinegro se quedo helado en su lugar, pestañeando varias veces mientras observaba a Yeonjun.

─ ¡¿Qué?! ─Soobin se recargo en la mesa del mostrador y respiro profundo─ ¿Es enserio? De verdad, ¿Te gusto?

─ De verdad ─asintió apenado─ me gustas.

Sin pensarlo dos veces el pelinegro se lanzó sobre Yeonjun, abrazaba fuertemente su cintura mientras que con la otra mano acariciaba su cabello.

─ Todo este tiempo te he estado buscando, cuando por fin te encontré escuche aquello y pensé que te habías fijado en mi mejor amigo ─explicaba de manera rápida debido a los nervios mezclada con la emoción─ también tenía miedo porque enserio me gustas demasiado, y si mis sentimientos arruinaban tu felicidad pensé que debería terminarlos evitándote.

El corazón de ambos latía con fuerza.

Yeonjun sintió como las lágrimas nuevamente salían, aunque con la diferencia de que esta vez eran de felicidad. Quería decir tantas cosas, aunque al final solo pudo hacer dos preguntas.

─ ¿Porqué me estabas buscando? ─se separó para verlo a los ojos─ ¿desde cuándo?

─ Entonces tomaste el cuello de mi camisa y me besaste ─sonrió.

Yeonjun sintió como su cara comenzaba a cambiar a color rojo debido a la vergüenza. Se separó del pelinegro para tapar su cara.

─ ¿Yo hice algo como eso?

─ Lo hiciste ─lo miró mientras tomaba sus muñecas para destapar su cara─ desde ese día he estado esperando en esta cafetería por ti.

El pelirosa escondió su rostro nuevamente pero ahora en el pecho de Soobin, entrelazando sus manos.

─ Probablemente no lo recuerde ─habló tímido─ pero prometo que me esforzaré para alcanzarte, de ahora en adelante seré yo quien te ame mucho. ¿Me dejarás?

Soobin soltó sus manos para ahora colocarlas en las mejillas del castaño.

─ Te dejaré ─lo miró y sonrió─ pero primero déjame a mi recordártelo.

El pelinegro acerco el rostro del menor al suyo y unió sus labios en un largo beso.

Yeonjun sintió un sabor amargo en la boca, le gustaba mucho.

Por primera vez podía sentir el sabor de Soobin sin necesidad de leer su nombre en una etiqueta.

Y sonrió felizmente, por fin había descubierto el porque de todos los sabores, tenía que ser el café.