Huir contigo

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— ¿Aún sigue molesto conmigo?

— ¿Tú qué crees? —preguntó obvia y suspiró fastidiada— Esta mañana leyó en el periódico una nota sobre Ace y sus conquistas adolescentes, estaba tan enojado que arrojó su taza de café estrellándola con la pared —lo imaginó y negó con su cabeza— Mi madre intenta hacerlo entrar en razón, ella y yo sabíamos que en algún momento te irías, que no podrías soportar más los regaños de papá

— Ni me recuerdes esos malditos sermones eternos en donde lo único que hacía era hablar mal de Ace —de sólo recordarlo, la cabeza comenzaba a dolerle— Además, tú sabes que lo que hice fue por amor, ¿Cierto? —preguntó y su hermana al otro lado del teléfono dudó un poco su respuesta— ¿Acaso no me apoyas? —dijo en un tono entristecido

— Sí te apoyo Emma, eres mi hermana, pero si el que te hayas ido con él implica que no podamos saber casi nada de ti entonces sí me parece una estupidez. Hablamos sólo una vez a la semana y desde que te fuiste con él no te he visto. Mi madre está preocupada, y mi padre incluso se ha puesto a llorar de sólo imaginar que pasas todo el tiempo al lado de ese guitarrista

Ella estaba al teléfono con su hermana, quien se había escondido para que pudieran charlar. Estaba en el balcón del hotel donde se encontraban mientras sentía la brisa marina dándole en el rostro y reflexionaba en si había hecho bien al irse de casa, aunque por otro lado, era algo que había deseado desde hace tiempo.

El hecho de haberse ido con Ace le encantaba, pero a la vez, la preocupaba. Él era un rockstar, todas las chicas lo querían para ellas y él no se negaba. Muchas veces tuvo que pelearse hasta sacarse sangre con alguna groupie que lo rondaba y no le importaba en lo absoluto que ella fuera su novia más que oficial.

El padre de la chica estaba por completo en contra de su relación. Para él, Ace no era más que un bastardo que quería arruinar a su hija, hacerla adicta a las drogas y al alcohol, embarazarla y abandonarla como seguramente lo había hecho con otras tantas jovencitas de las cuales su hija no tenía idea.

Ahora, ella estaba a miles de kilómetros lejos de casa, pero al lado del hombre que amaba.

Le reconfortaba saber que si Ace no sintiera ni el mínimo cariño por ella, no la hubiese llevado consigo de gira siendo un gasto extra para la banda y ni siquiera la hubiese ayudado a salir de casa. Él disfrutaba estar a su lado, le gustaba el apoyo que le brindaba, su compañía, y lo graciosa que podía ser la chica cuando estaba ebria.

A Ace no le importaba lo que los periódicos dijeran de él por estar con una chica menor que él, seis años de diferencia no le parecían muchos, y por más que el padre de la chica lo detestara, siempre trató de agradarle, aunque eso parecía que nunca sería posible. Le sugirió irse con él y ella aceptó importándole muy poco las consecuencias que eso pudiera traer, Ace era todas las perdiciones y las rebeldías del rock and roll combinadas en una sola persona, bebían y se drogaban juntos, él le era infiel cuando tenía la oportunidad y discutían constantemente durante la semana debido a esos adulterios, pero la inocente chica creía que todo eso sería parte de su relación y que tenía que soportarlo por involucrarse con un famoso. Le animaba un poco recordarlo decir que la amaba y que era lo mejor que le había pasado, recordar esas tardes juntos mientras él le enseñaba a tocar la guitarra, y los detalles que él frecuentemente le obsequiaba. Pensar en todo eso, le hacía darse cuenta de que su sacrificio en cierta forma valía la pena.

En ese momento, en que seguía escuchando a su hermana en la línea, Ace se acercó por detrás y corrió despacio el cuello de su camiseta para besarla en uno de sus hombros. Corrió su cabello y besó detrás de su oreja. Ella soltó un jadeo leve mientras trataba de escuchar el problema de trabajo del que le estaba contando su hermana.

🥀 Hotter Than Hell | Ace FrehleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora