De mi propiedad - Lectora x Manjiro (Yandere)

11

Había pasado casi una semana desde aquel pedido que le habías hecho a Chifuyu.

Te sentías extraña.

Todos los días veías a Mikey y hablabas con él, y a la vez en otro momento del día ibas a platicar con Chifuyu sobre lo que él hacia en la pandilla.

No te habías enterado de nada muy descabellado, más allá de las peleas que había.

No parecía una pandilla que buscará problemas por cuenta propia, sino que afrontaba los que llegaban de la única manera que podían, que era peleando.

En este día ibas a juntarte con Manjiro, él te había invitado a una plaza para ir a comer algo juntos.

Sentiste que algo no iba bien cuando viste a Chifuyu a su lado.

-"Hey (T/n)-chan~" Mikey te saludó en una sonrisa

-"Pensé que íbamos a estar nosotros solos..." comentaste acercandote a ellos

-"Es que quería hacerte una pregunta" dijo aún con su sonrisa en los labios

-"Claro... Qué quieres preguntarme?"

-"Últimamente he notado a Chifuyu muy atento a lo que hago, y que ha pasado mucho tiempo contigo... Hay algo en particular por lo que este pasando eso?" ladeo un poco la cabeza

Chifuyu te miró preocupado.

-"...Yo le dije que haga eso- es que, quería saber más de ti, yo se lo pedí, él solo me hizo caso porque soy la hermana de Keisuke y le hizo una promesa!" dijiste enseguida echandote completamente la culpa

-"Y por qué no me preguntaste a mi directamente?" volvió a preguntar

-"Es que... Podía ser que me llegarás a mentir... Lo siento, es todo mi culpa yo-"

-"Shhh" te dijo poniendo su dedo indice en sus labios "Chifuyu quieres decir algo?"

-"Yo ya no voy a hacer lo que estaba haciendo... Y me disculpo por hacer tal cosa" dijo cabizbajo

-"Genial, ya puedes irte, gracias por todo!" palmeo su espalda

-"Vete mientras puedas-" Chifuyu te susurró cuando pasó a tu lado para irse

Eso te dejó paralizada por un momento mientras mirabas en silencio a Manjiro.

-"Vamos a comer?" sonrió como si nada

-"Si, claro" reiste con ciertos nervios para acompañarlo

Mantuviste cierta distancia con él todo el día, estabas nerviosa de estar a su lado, pero superaste la tarde con éxito.

Te despediste de él una vez acabaron de comer, diciendo que tenías que ir a ayudar a tu madre con algo, que era urgente.

Tus acciones eran muy obvias, no engañaban a nadie.

Pero tu no querías engañar, solo querías huir de la situación.