"Cuando la mente grita"
Esto es una batalla, una guerra constante con mi mente, hay momentos en que solo quiero separarme de ella porque antes de escucharme a mí, los escucho a ellos.
Huir. Huir. Huir.
Es lo único que mi mente repite.
¿Pero, de quien quiero huir?
¿De ellos o de mí?
Solo hay veces en las que todo se desconecta de mí, no quiero oír, no quiero ver, quiero escapar, quiero esconderme, quiero volver a hacerme pequeña cuando no había problemas ni tormentos, cuando mi mente lo único que me gritaba era "vamos al parque", "vamos a comer helado hasta empacharnos".
Solo me desconecto de mi cuerpo y mente, dejo que ella hable y camine, que tome las decisiones por mí.
¿Suena aterrador no? Pero es la verdad, es lo que sufrimos algunas personas, y todavía la gente cuando se entera de lo que pasamos creen que nosotros hicimos algo mal, que es nuestra culpa por lo que pasamos, cuando la culpa está en las personas que creen que tienen el derecho de opinar sobre la vida de los demás.
¿Cuándo mi mente me va a soltar y me va a dejar vivir?
Despierta...
Pero no puedo moverme, no, no quiero moverme. Hay algo dentro de mí que pesa mucho más que mi voluntad.
No sale el sol y ya quiero que acabe el día para irme a dormir y que mis problemas se queden en la almohada, porque con el tiempo los problemas se van. O eso es lo que dicen.
Pero es todo lo contrario.
El cuerpo hay veces no me responde, y me siento cansada, aunque haya estado en cama todo el día. Puedo hablar, pero siento que esa no es mi voz. Antes daba las ordenes sobre mi vida, pero ahora dejo que alguien más tome el control de mí.
Y como explico esto que siento, sí sé que la gente no me va a entender. Y como pretendo que me entiendan, si ni yo me entiendo.
Antes de salir me pongo una máscara para que sepan que todo está bien, porque no vale explicar lo que me pasa si sé que no les importa.
Cuando me preguntan si todo está bien, es simple rutina, en realidad no quieren saber cómo estoy o como me siento. Ya no vale contar que me pasa porque tengo miedo de que los demás me miren como si estuviera enferma o loca, y lo peor es que después sé que me lo voy a creer.
Así que cuando me preguntan ¿estas bien?... pongo esa mueca en el rostro que todos llaman sonrisa.
Que ya hace tiempo no sé lo que es sonreír con sinceridad.
Cuando miro las fotos antiguas me es imposible saber si esas sonrisas en mi rostro eran sinceras, eran de verdad, o eran simple actuación.
Me veo en las fotos y no sé en qué momento me permití destruirme como estoy ahora. Como recuerdo los momentos en que disfrutaba y sonreía de verdad, y no puedo recordarlos con alegría, sino con pena. Pena porque no puedo volver a ser esa chica alegre y soñadora que era, esa chica que cada vez que se miraba al espejo tenía los ojos y sonrisa más brillantes del mundo y ahora... ahora cada vez que me miro al espejo solo veo una sombra de lo que era esa chica.
Las cosas que antes me alegraban ya me parecen insignificantes, porque ya mi vida me parece igual
Estas así porque quieres.
Ya no me alcanzan los dedos para contar cuantas veces me han dicho eso, y por eso me alejo de la gente, para no escuchar comentarios idiotas y para no darle a mi mente otra arma para destruirme.
Yo sola convertí esto en un círculo vicioso donde me daño, me doy cuenta lo que me hice, me arrepiento de las cosas, pero después creo que capaz me lo merezco.
Estas así porque quieres.
Y capaz si, puede ser que yo sea la culpable, la culpable de dejar de gobernar mi vida y darle las riendas de esta a mi mente, mi cabeza, culpable de pensar que yo podía tener el control de mis decisiones y pensar que solo tenía días malos y que después pasaría, pero no pasaron, nunca tuve el control de mis decisiones.
No sé qué me preocupa, puede ser que lo tenga todo, pero entonces ¿Qué?, ¿Qué me falta?, ¿Cuál es mi problema?
Vivir...
Quiero vivir enamorada, pero no específicamente de un chico, quiero enamorarme de mi, de mis gustos, de mi alma, de mis acciones.
Quiero despertarme y darle gracias a Dios por otro día en el que pueda brillar para mí, quiero enamorarme de cada color que vea en el cielo porque siempre es una fotografía nueva.
Quiero enamorarme de lo que veo a través del lente de mi cámara, quiero mirarme al espejo y repetirme que no debo cumplir las expectativas de nadie, que no soy perfecta, que no soy la más bella, pero soy yo, y eso está bien, es suficiente para mí.
Soy esto, soy lo que ven, ni tan alta ni tan baja, ni con el pelo lacio ni rizado, ni tan flaca, pero tampoco gorda, con mis mejillas redondas y mirada soñadora. Soy lo que hay ahora y quiero enamorarme.
Tengo ideas, tengo planes a futuro, pero no quiero pensar todo el día en eso, quiero ver lo que la vida tiene para ofrecerme cada día y vivir sin que mi mente este maquinando veinte cosas a la vez. Tengo que aprender que no puedo tener el control de todo y en especial de lo que no tengo al alcance de mis manos.
Quiero enamorarme de todo. Quiero que cuando los problemas lleguen no me derrumben, sino que los reciba con una sonrisa y aprenda de ellos, porque los problemas son inevitables.
Porque si los girasoles renacen cada vez que el sol sale, también lo hare yo.
Porque lo más importante en el mundo soy yo.
Para más momento en los que hable conmigo misma, y no para recriminarme, sino para ayudarme.
Solo espero que algún día tenga el valor suficiente para mirarme al espejo, sonreírme y decirme: Hola, ¿me recuerda? Soy la Iveth que mantuviste oculta por un tiempo...
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Hasta llegar a mi
Teen FictionIveth a sus 20 años se siente perdida. Siente que todo a su alrededor sigue su curso cuando ella se quedó estancada en el mismo lugar. Ve como sus amigos, familias y conocidos hacen sus vidas y ella solo mira desde lejos como el mundo avanza. Y como...