Reinado Largo

Capítulo Cuarenta y Siete

La mansión Mikaelson cayó en una especie de tenso silencio esa noche. Marcel, Thierry y Davina se instalaron en las habitaciones de huéspedes en el lado opuesto de la casa de donde Alexis dormía con sus compañeros. Alexis estaba segura de que Finn, Elijah, Niklaus y Kol dormirían bastante ligeros esa noche, y cada dos noches hasta que sintieran que podían confiar en Marcel, o hasta que él se fuera.

"Nik... Pst... Nik..." Alexis le da un ligero codazo a Niklaus, dándole un golpe en la cara. "Despierta... Por favor."

"¿Hmm? ¿Alexis?" Niklaus murmura adormilado, la voz de su compañera interrumpiendo su sueño.

"Nik..." Alexis murmura de nuevo, sacudiendo un poco a Niklaus, su mano en su hombro.

"¿Qu-qué pasa, amor?" Niklaus murmura, los ojos azules se abren atontados.

"Tengo hambre." Dice Alexis.

"Tienes hambre..." Niklaus dice inexpresivamente, la mirada se fija en el reloj y luego vuelve a mirar a su pareja. "Ahora mismo... a las cuatro de la mañana..."

"Sí. Ahora mismo... tengo hambre..." Alexis asiente. "Y- y los bebés patean- y me mantienen despierta..."

Niklaus suspira levemente y se frota los últimos restos de sueño de sus ojos; realmente debería estar acostumbrado a esto. Pero de alguna manera, lo asombraba.

"Está bien amor. ¿Qué quieres?" Niklaus murmura, los labios acariciando suavemente la frente de su pareja, ya cediendo ante la mirada de ojos abiertos de Alexis y el labio ligeramente sobresaliente.

"Sushi y goyza, de mi lugar favorito de sushi. Y sandía. Tengo muchas ganas de sushi... Y sandía... Por favor ". Alexis pregunta luciendo tan seria en su súplica.

"¿Qué tal alguna otra fruta? ¿Melocotones o peras? No tenemos sandía en este momento". Niklaus sugiere gentilmente, maldiciendo internamente las palabras que salen de su boca mientras las dice; Los antojos de Alexis durante el embarazo no eran algo con lo que perder el tiempo y, por lo general, él y sus hermanos mantenían la mansión Mikaelson abastecida con los antojos de comida actuales de Alexis, pero dio la casualidad de que había comido lo último del sushi y sandía.

"Quiero sandía." Alexis se ve tan desanimada, como si alguien le acabara de decir que Koala Bear, su gato anciano, acababa de ser atropellado y asesinado.

"Lo sé cariño. Lo sé. Pero no tenemos en este momento." Niklaus intenta apaciguarlo, con los dedos extendidos sobre el vientre de su pareja y frotando ligeramente.

"No llores amor". Niklaus le calla, los labios presionando rápidamente contra la mandíbula de su pareja. "Te conseguiré su sandía y sushi. Solo, no puedo... Ahora mismo. Las tiendas no están abiertas. Es demasiado pronto, querida. ¿Qué tal si te doy algo más? ¿Té tal vez?".

"Está bien." Alexis solloza. "Lo siento, Nik. Lo siento, soy tan difícil. Y- y te desperté, y te obligué a traerme comida... lo siento, soy horrible."

"Está bien, amor. Está perfectamente bien". Niklaus promete, ya levantando a su pareja en sus brazos, con la manta envuelta alrededor de ella para llevarla abajo. "Puedes pedirme cualquier cosa. Ahora, veamos qué podemos encontrar abajo en la cocina".

****

Amaneció oficialmente en la mansión Mikaelson, encontrando a Niklaus dormido en el sofá con Alexis acurrucada en su regazo, la cabeza apoyada en su pecho y acurrucada en mantas.

"Buenos días" Kol salta escaleras abajo.

"Kol, si despiertas Alexis... encontraré una manera de dañarte y atraparte para siempre en el Otro Lado." Niklaus sisea de inmediato, los ojos parpadeando abiertos, teñidos de oro.

"¿Noche larga?" Kol pregunta, cerrando la boca de inmediato.

Niklaus gime ligeramente, la cabeza cae hacia atrás contra el sofá, el agotamiento en su expresión.

"Solo ve por sushi, goyza y sandía antes de que nuestra pequeña compañera se despierte" Niklaus mira a su hermano con irritación.

Kol saluda con burla a su hermano, sin embargo, ni siquiera cuestiona la demanda y sale de la mansión, uno de los coches arranca un segundo después. Los hermanos habían soportado el mal humor de Alexis demasiadas veces para su gusto, les dolía física y mentalmente verla tan alterada por algo que podían arreglar fácilmente.

****

"¿Feliz ahora, amor?" Niklaus le pregunta a su pareja, Alexis mastica la comida que Kol le había traído.

"Shhh... Estoy comiendo. Habla más tarde." Alexis dice en broma, poniendo una mano sobre la boca de Niklaus para silenciarlo, mientras toma otro trozo de sushi y se lo come.

Niklaus se ríe ligeramente, presionando un beso en su sien.

"Sí. Lo sé. No molestes. Una regla muy importante." Niklaus pone los ojos en blanco, frotando los dedos a lo largo del vientre de su pareja mientras ella se sienta en su regazo contenta.

"Nik..." Alexis hace una pausa, agachando la cabeza para descansar contra el pecho de Niklaus. "Lo siento... Y gracias."

"De nada, amor. Y no te arrepientas." Niklaus presionando otro beso, esta vez en la coronilla de Alexis. "Te amo Alexis, y haré cualquier cosa por ti y por nuestros hijos".

"Gracias de todos modos. Te amo, Nik."

"Para siempre ". Niklaus vuelve a hacer eco de su promesa.

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