Capítulo 48

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Capitulo 48

Maratón 3/5

Siento como el auto se detiene, tanto tiempo me quede en mis pensamientos, me quito el cinturón y abro la puerta para bajarme. El rubio copia mi acción y me espera al comienzo del auto, llego hasta el y le doy la mano, caminamos juntos hasta la entrada de casa, toco el timbre esperamos unos minutos, la puerta es abierta por mi nana

- Oh aquí están mis niños, mas guapos y hermosos que nunca- nana nos da un abrazo a cada uno, demorando mucho mas en mi- niña Ro, me disculpo por faltar a tu boda, ya sabes mi nieta se enfermo y no tenían con quien dejarla- nana se nota tan apenada y no me gusta verla así

Nana tiene una nieta de 2 años, su hija trabaja todo el día de todos los días y su esposo igual. Tengo entendido que la bebe esta en una guardería hasta las cinco de la tarde, que es cuando nana sale de casa y pasa a recogerla con el chofer.

- Nana, no te preocupes entiendo la pequeña Dara es lo mas importante, Además cuando me la vuelves a traer por aquí- digo con las manos en mi cadera en forma de reclamo.

- Niña Ro, cuando usted quiera, igual solo vendré tres días a la semana a casa de sus padres- dice mientras agarra mi mano y me conduce dentro de casa

- Tes días, porque nana. ¿Estas Bien? ¿ Tú salud esta bien?, nana no me asustes- la bombardeo en preguntas mientras nos acercamos a la sala de estar donde están mis padres con los del rubio

- Amor, tranquila acuérdate que no puedes exaltarte- el rubio coloca su mano en mi cintura, mientras me atrae hasta su lado, me da suaves masajes en la cintura de forma relajante y lo consigue, hace que me relaje en segundos

- No cariño, nana decidió ayudarte en tu casa, por lo menos dos de los días que trabaja con nosotros, ella se encargara de contratar personal adecuado para tu hogar y será la ama de llaves encargada de todo igual que aquí- escucho la voz de mi madre, no me di cuenta de cuando entramos en el salón

Aquí estaban todos mi padre con mi suegro en el mini bar que esta en una esquina del salón, mi madre esta sentada en los sillones individuales con mi suegra.

Me acerco a saludarlas con un beso en la mejilla a cada una, camino hasta mi padre, para darle un abrazo y un beso, extiendo mi mano para saludar al Sr. De Castelo

- No es muy temprano para que estés tomando ya padre – digo con cierto matiz de reproche en mi voz

- No estamos tomando cielo, solo le estoy mostrando mi colección de vinos – dice mientras da un suave golpe con su dedo índice en mi nariz

- Padre, Sr. Pérez – el rubio llega saludando de un breve abrazo a su padre y dándole un apretón de manos al mío.

Nos movemos hacia donde están nuestras madres, papá me condice al sofá con dos plazas, y hace que me siente con el, mientras a Cristhián le toca sentarse con su padre. Al parece la idea no le agrada ya que pone una cara de disgusto muy notoria.

- Estábamos hablando aquí con tu madre Cristhián, como ustedes dos tomaran la presidencia en muy pocas semanas deberíamos irnos a nuestra cabaña para tomar unas mini vacaciones de fin de semana todos juntos – dice mi madre con una mirada muy brillante, al parecer la idea le agrada demasiado.

- Mamá en esa cabaña solo hay tres habitaciones – digo cuando imágenes de la cabaña llegan a mi mente.

La cabaña esta en uno de los pueblos que están aquí en la ciudad papá la compro, para pasar todos los fin de semanas con nosotras, eso si solo cuando el trabajo se lo permitía. La cabaña esta en la planicie de una montaña, para acceder a ella se llega en carros 4X4 con doble tracción, tenemos que pasar por caminos llenos de barro esta rodeada de bosque y vegetación. El vecino mas cercano esta a mas de 2 kilómetros de distancia detrás de nuestra casa tenemos un lago el cual tiene aguas cristalinas. Cuando era pequeña me gustaba darme unos chapuzones que duraban horas.

La cabaña tiene un mini pórtico el cual en una esquina tiene un porta leñas, tiene una mini sala comedor el cual consta de una chimenea, la cocina solo es para dos personas, el pasillo que esta enfrente de la puerta de entrada nos lleva hasta las habitaciones dos en le lado derecho y en el medio de ellas dos al frente esta la tercera habitación la cual es mía, es mas espaciosa que las demás todas incluyen baño propio.

- Hija estas casada es obvio que dormirás con Cristhián- dice mirándome con una cara de obviedad – así que ese no es un problema.

El rubio me lanza una mirada picara, la cual me hace sonrojarme. Es cierto estoy casada por un momento me llegue a sentir como si no hubiera pasado nada.

- Me parece bien, solo díganos la fecha para preparar todo.- dijo el rubio dirigiéndose hacia su madre

- Pueden pasar a la mesa- nos dice mi nana parada en el umbral que da hacia el comedor.

Todos nos ponemos de pie, el rubio llega hasta mi rodeando mi cintura, siento como me mantiene en mi lugar sin dejar que avance.

- Que pasa cariño, todo bien- digo moviéndome enfrente de el colocando mi mano en su rostro.

- De verdad tenemos que esperar para decirles.- pone cara de cachorrito triste, se ve muy tierno me dan ganas de llenarle toda la cara de besos.

- Tu quieres decirles ya- digo posando un beso casto en sus labios, el cual me incita a darle mas besos de pico.

- Si, quiero que ellos compartan nuestra felicidad- susurra en medio de nuestros besos castos- no es como si ellos le fueran a decir a alguien mas, podemos decirle que sean discretos.

- Puede ser, no se – hago como si lo estuviera pensando de verdad, solo para ver como se esmera en llenar mi cara de besos suaves- esta bien tu ganas le diremos al momento del postre si.

- Esta bien amor- dice dándome un beso que dura mas tiempo que los demás 

casada por obligaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora