casada por obligación

Capítulo 1

(Editado) 

Capítulo 1

Ya en el jardín me senté en los columpios, que tenían para mí cuando era pequeña. No lo puedo creer todavía, me cuesta asimilarlo como esas personas, que se encuentran dentro, pueden ser las que me dieron tanto amor y me enseñaran lo que hoy en día se todavía no lo asimilo, y aun me estén prácticamente regalando, vendiendo a una persona que no conozco.

Ups, creo que todavía no me he presentado me llamo Rosaura Paola Pérez, tengo 19 años, estudio en la universidad (pongan ustedes el nombre) soy de piel blanca con un poco de bronceado, ojos chocolates, cabello castaño claro con reflejos rubios, no soy muy baja mido 1.54, ni muy gordita ni muy flaca tengo curvas donde deberían de ir, no tengo hermanos.

Mi padre se llama Rafael Alonso Pérez, es trigueño con ojos negros, cabello castaño, alto mide 1.70, es dueño de una empresa electrónica PEREZ&GOMEZ.S.A. Mi madre se llama Claudia María Gómez de Pérez, es Co-Socia de la misma empresa que papá . Es de cabello rubio cenizo, ojos chocolates, mide aproximadamente 1.60, y tengo una amiga llamada Sonia Isaza.

Retomando el tema anterior, no concibo la idea de que mis padres me hagan casarme. simplemente por la maldita empresa, si sé que les costó hacer que llegara a donde esta ahorita, pero no tienen que sacrificarme a mí por ellos, en eso el otro columpio es ocupado por una de las personas que me han decepcionado por completo.

- Hija podemos hablar-dijo mi padre en un tono suplicante para que no lo rechace.

- De que tenemos que hablar papá, de que me vendiste como una mercancía, o que me cambiaste como un producto vencido, por que tu compañía se está yendo a la quiebra por una mala administración - dije un poco exaltada.

- No hija, no te sientas así -lo interrumpí cómo se le ocurre decirme eso

- Ja que no me sienta así, como me debería de sentir, ¡dímelo padre! -deje con la voz un poco temblorosa, comenzaba a tener ese nudo en la garganta que te anuncia que pronto comenzará una tormenta a salir de tus ojos.

- No lo quise decir así hija, discúlpame sé que, lo que hice estuvo mal, pero entiéndeme hija todo lo que tu madre y yo hemos construido se está yendo al fondo y no quiero eso. Claro tampoco quiero que tengas que sufrir porque otros pusieron condiciones-dijo él con arrepentimiento, sinceridad y nostalgia en su voz.

Por mi padre haría lo que sea, así sea casarme con alguien que no conozca, pero ¿mi felicidad que no importa, no vale nada?

- Déjame pensarlo si, solo requiero un poco de tranquilidad -dije acompañado de un suspiro de resignación- tengo que hacerme a la idea, de que ahora estoy comprometida. Con una persona que no conozco, por lo menos puedo saber su nombre.

- Solo tienes dos días hija, el miércoles tenemos una cena con ellos-me dijo mi padre me le quedé mirándolo incrédula- y si te puedo decir su nombre, se llama Cristián Saul De Castelo Montés.

- Okay, ahora me voy esta noticia me ha dejado un poco descolocada, me iré a mi recamara que descanses, no saldré en todo el día del cuarto.

Me levanté le doy un beso y un abrazo, me dirijo hacia las puertas corredizas que dan a la entrada de casa. Subo las escaleras ya que la casa consta de dos plantas.