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Hizo un pequeño movimiento de caderas y sintió como debajo de él había algo que lo hizo paralizarse por completo..

Algo grande se le venía y no estaba seguro de si aguantaría, si seguiría vivo luego de eso..

Una corriente eléctrica recorrió su espalda mientras que el rizado seguía con su cara en el espacio entre su hombro y mandíbula, olfateando suavemente aquella fragancia casi natural del más bajo..

Un pequeño beso seguido de una mordida suave y sensual acompañó esa sensación de querer que lo redujieran cual domador doma a a su león..

Atrapó su labio inferior con sus dientes al sentir esos dedos decorados con anillos extravagantes se undian a cada lado de sus prominentes caderas y lo apretaba al cuerpo que pertenecían..

Esas manos malditamente grandes lo volvían loco..

Podía imaginarse cada parte de su cuerpo siendo atrapada por las manos del mayor cubriendolo casi por completo..

Pensó en lo bien que encajarían sus cuerpos..

Pensó en lo suaves que deberían de ser sus labios y su piel de porcelana..

El rosado se apartó con los ojos cerrados y luego de unos segundos los abrió para mirar al muñeco que tenía sobre sus piernas, el cual aún lo tenía agarrado por la corbata negra de trabajo..

-te pediré la noche completa.. -menciono luego de unos segundos de cilencio..- ve a esperarme a la habitación..

-usted manda.. Jefe.. - habló el ojiazul en el oído del más alto para luego besar los labios de este..

Se levantó y se acercó al guardia que lo miraba fijamente y le indicó que debería de llevar al hombre a la habitación de él y que se encargará de que nadie más fuera a molestarlo hasta que el lugar cerrara..

Moviendo sus caderas camino a la sección de las habitaciones y entró a una con la puerta rosa y llena de brillos..

Esa era su habitación personal, en donde atendía todo aquel que quiziera pagarle..

El la sentía como su espacio personal, por lo que había pedido que la arreglaran como el quiziera, con luces led puestas en los guardapolvos del techo, una cama grande y cómoda, un sofá acolchado y grande frente a una televicion de pantalla plana y un mini bar en una esquina..

Su jefe le había dado el permiso de que el se adueñara de ese lugar ya que era lo menos que podía hacer luego de que el niño le llenará de dinero los bolsillos y que gracias a él estaba viviendo su mejor momento..

Tomó dos vasos del mini bar y les puso tres hielos a cada uno para luego poner un trago de bajo grado de alcol sabor a fresas..

Los tomo y los llevo a la mesita frente al sofa.. Acomodo los cogines y luego se sento allí, prendiendo las luces led y poniéndoles un color clarito solo para ambientar y dale un toque "especial" al ambiente que estaba por formarse en unos instantes..

El se Preocupaba mucho por esos pequeños detalles ya que luego lo recomendarían con más y más personas y podría llegar a casa con un bolso lleno de billetes con varios ceros..

Sintió pasos al otro lado de la puerta acompañado de una voz grave y rasposa..

-y como último favor.. -comento aquella voz.- para este fin de semana quiero que este chico sea reservado para mi.. Sábado y domingo.. Que no se canse y que no haga esfuerzos..

Le indico al guardia mientras abría la puerta de la habitación.. Sacó un par de billetes grandes, lo cual hizo que el guardia abriera los labios y sólo afirmara con la cabeza resiviendo el dinero..

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