Su jefe solía supervisar al menos una vez a la semana como estaban llendo las cosas.. Ver si los chicos cumplían con sus labores en el lugar era su responsabilidad..
Aquel hombre camino a la habitación con la puerta color rosa al final del pasillo.. Toco la puerta y la abrio cuando desde dentro se escucho un "esta abierto".
Sonrió al ver al chico de rizos recostado en la cama, con la camisa abierta y el cinturón desabrochado.. Louis estaba sentado sobre la cama con el abrigo del mencionado puesto, un lindo color rosa adornaba sus Meguillas acompañado de un desordenado cabello y labios color carmesí..
- solo venia a asegurarme de que a mi mejor cliente se le estuviera atendiendo como se le merece.. -dijo refiriéndose a harry..
-la verdad es que si.. -asintió respondiendo a lo que el hombre decía.. Puso su mano en el muslo de louis, poniendo su otro brazo detrás de su cabeza.- no podría estar más satisfecho..
Louis se comportaba muy sumiso ante la presencia de aquel hombre que solía intimidarlo con tan solo escuchar que se acercaba.. Sabía lo imponente y peligroso que era aquel, que con una sola mirada lograba hacer lo que demandaba..
Había escuchado como chicos eran desaparecidos por solo mirar o hablarle mal al jefe.. De todas maneras sabía que a él no le aria nada malo, el sabia el valor que tenía para ese lugar y sabía que él hombre no iba a rriesgarse y perder clientes y mucho dinero.. Tenía que confesar que él era un chico con un carácter fuerte y demandante, siempre había sido así pero con ese tipo no podía sacar su personalidad..
Ser sumiso era la única opción que tenía.. O al menos la más razonable que encontraba.
Trataba de tenerle respeto de todos modos.
Más que respeto era un miedo irracional.. No tenía nada que perder, pero se aferraba más a su vida que cualquier cosa..
Muchas historias se contaban alrededor de mathew ferry, el dueño del cabaret más lujoso de todo el país, pero nadie asia nada al respecto, seguro porque era el hombre más millonario de aquel sector y el que se metiera en el camino de este podría pagar las consecuencias..
Que tan peligroso podía ser meterse con ese hombre? Realmente abrían consecuencias horribles que se veían en el mismo infierno? Louis no lo sabía y tampoco estaba dispuesto a averiguarlas.. Había vivido lo suficiente en los últimos 8 años que no quería más problemas con nadie..
Mathew llevo su mano al rostro de louis y acarició su Meguilla, dándole un apretón a una de ellas suavemente, mientras le sonreía..
Eso le hizo dar escalofríos.. Una sensación horrible recorria su cuerpo cuando aquel hombre lo miraba de esa manera tan repulsiva.. Esa misma mirada que le había entregado cuando su padre lo había vendido al lugar por una millonaria suma de dinero..
Louis venía de una familia pobre.. Sus hermanas pasaban frío y hambre, al igual que el y sus padres.. Al ser una familia numerosa, el dinero no alcanzaba para pagar todo lo básico como comida y vestimenta, por lo que su padre decidió dejarlo a su suerte en un lugar donde sabía que podrían haber abusos de parte de hombres sedientos por un culo y una cara bonita..
Allí fue cuando se ganó el apodo de "gatita".. Todos lo conocían así y el ha se había acostumbrado a tal nombre, si se podía decir así..
-mañana te iras toda la noche con el señor styles.. -los ojos de mathew brillaron y apartó su mano del rostro de louis.. Le hizo una seña con la mano, indicándole que debía de servirle un trago cargado..
El ojiazul se levantó de inmediato y fue al mini bar y preparo el dichoso trago, bastante simple a decir verdad.. Solo whisky y hielo en un vaso de boca ancha..
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Mirrors
RomanceDonde un joven ojiazul baila sobre el escenario de aquel cabaret, donde todos anhelan tenerlo.. Donde un rizado de ojos verdes lo quiere solo para el.. El amor aveces surge en el lugar equivocado, pero no hay tormenta que lo detenga..