Mierda, lo había perdido. Seguramente por el camino se me escaparía de la mochila. No sabía que hacer en ese momento, ¿como reaccionaría Cristian conmigo si no le llamo?. Me mataría.
Vale, Valeria, no te ilusiones con él, sigue siendo el estúpido niño que la asquerosa de la profe te ha puesto al lado en clase. No te matará ni nada por el estilo, bueno vale ya, fuera subconsciente.
Me quedé pensando en qué podría hacer, no dejaba de darle vueltas al asunto, hasta que me acordé de Andrea. Ella tenía el número del amigo de Cristian, el rubio, Dani. Llamé a Andrea rápidamente. No lo cogió así que colgué. En unos segundos volví a llamar, estaba demasiado desesperada. Al fin lo cogió.
-¿Sí?
-Andrea tengo un problema.. Que digo, problemón.
-Cuenta.
-Que iba a llamar a Cristian, pero la nota esa que me dio se me ha debido perder por el camino.
-¡Estás enamoradita, eh! No te preocupes, tengo el número de Dani, le pediré que me pase el de Cristian y te lo paso por whatsapp, ¿vale?
-Es un idiota, yo no me enamoro de idiotas. Pídeselo rápido tía.
-Te estás negando a ti misma, te harás daño tú sola al final. Anda, te cuelgo y se lo pido.
-¡Rápido! Adiós.
Colgué y esperé a que Andrea me pasara el número de Cristian.
Pasaban los minutos y el móvil no sonaba, me desesperaba cada vez más, pero espera.. Cristian no daría ni su vida por ti Valeria, no te desesperes por gente a la que no le importas.
Me levanté de la cama más calmada y a los cinco minutos o así me llegó un whatsapp. Era de Andrea pasándome el contacto.
V: Ya era hora eh! Gracias petarda.
A: De nada enana, disfruta hablando con tu enamorado.
V: Cállate Andrea, me da asco.
Me salí de whatsapp, busqué su número y le llamé. No lo cogió, colgué. "¿Tanto para nada?" pensé. Dejé el móvil en la cama y salí de mi habitación. Bajé y vi a mi hermana Paula preparándose la cena , me acerqué a ella y me preparé la mía. Las dos nos sentamos para cenar juntas, me contó lo que le pasó durante el día, su vida era prácticamente normal. Era justo igual que la mía, excepto que ella y sus amiguitas se pasaban la vida hablando de sus ídolos y las conversaciones estas típicas de fangirls. Yo y Andrea no éramos de ese rollo, aun que éramos más mayores, habría que entenderlo también. No volví a llamar a Cristian ni recibí llamada suya, así que me tumbé en la cama hasta que conseguí dormirme.
Al día siguiente, un ruido me despertó, el ruido de todos los días: el maldito despertador de la habitación de al lado, la de mi hermana. La quiero muchísimo, pero como me siga poniendo el despertador cada mañana, la estampo contra la pared. Me levanté, fui legañosa hacia el baño y me di una pequeña ducha mientras oía a mi hermana diciendo "¡Valeria, termina ya.!"
A los cinco minutos salí hacia mi habitación y dejé a mi hermana entrar. Miré que ponerme en el armario, tenía de todo, así que soy muy indecisa para estas cosas. Me decanté por un crop top negro de manga corta, unos shorts vaqueros de tiro alto y mis nike air force blancas y azules, ya que no iba a llevar tacones al instituto. Vi que mi hermana había salido del baño y estaba vistiéndose, así que me sequé un poco el pelo, y lo dejé suelto, me gusta como me queda cuando está mojado.
-Paula, ¿estás ya?.- dije gritando mientras cogía la mochila.
-No, ve saliendo si quieres y déjame las llaves que cierro yo.- dijo mi hermana tardando en contestar.
-Está bien, te las dejo en la cocina. Buen día hermanita.
-Igualmente Vale.
Fui a la cocina, dejé las llaves, me cogí una manzana y salí de casa. Nosotras no somos de desayunar, solo desayunamos cuando está mi padre, los fines de semana y en vacaciones. Por lo que nos cogíamos siempre una pieza de fruta para comerla por el camino. Mientras me iba comiendo la manzana fui a casa de Andrea para esperarla como todas las mañanas. Llamé al telefonillo y a los tres minutos bajó. Fuimos camino al instituto. Al llegar, me tocaba a primera Inglés, lo que faltaba. Suerte que en esta clase no me tocaba con Cristian, no quería verle en todo el día. Siguiente clase, filosofía, iba con Cristian, por desgracia. Me fui en el cambio de clase al baño para despejarme un poco, ya habían empezado la clase, aun que por un minuto el profesor me dejaría entrar. Después de lavarme la cara, iba a abrir la puerta del baño de chicas para salir, pero se había quedado atascada. No podía abrirla. La única opción que tuve fue pedir ayuda.
-¡Socorro! ¡Ayuda, por favor! ¡Me he quedado encerrada!.- grité con todas mis fuerzas para que alguien pudiese oírme.
Quince minutos más tarde, un hombre empleado de mantenimiento consiguió abrir la puerta.
-Gracias, se quedó atascada.-dije amablemente.
-Le pasa muy a menudo.-dijo el hombre.
Fui a clase corriendo. Llamé a la puerta pensando en qué poder decirle al profesor de filosofía sin que se cabrease.
-Entre.- dijo mientras pasaba al interior del aula.
-Verás profesor... Es que... -dije mientras pensaba en una excusa que decirle.- No me encontraba muy bien.
-Mm, está bien pero que no vuelva a pasar señorita. Siéntese.
Miré si había sitio libre, y mierda, solo quedaba uno pegado a la mesa en la que estaba sentado Cristian.
-Profesor, no quedan sitios libres.
-Allí hay uno al lado del señorito Rodríguez.- me dijo señalando la mesa vacía.
-No, ahí no por favor.- dije suplicándole.
-Señorita no me haga perder más la clase, siéntese ahí.- me dijo mosqueado.
Fui hacia la silla vacía, dejé la mochila encima de la mesa y me senté sin mirar a Cristian.
-Que mala suerte, ¿no, rubia?.- dijo riéndose de mi.
-Cállate flipado, y no me llames rubia.
-Lo siento, lo siento.
-Cristian,¿se puede saber por qué no me cogiste el teléfono ayer cuando intenté llamarte?.- dije girando por fin mi cabeza hacia él.
-No.. No lo vi.- dijo pensativo.
-Sí lo viste, ¿estás intentando que me lo crea?.- dije dejando el boli bic en la mesa y cruzándome de brazos.
-Vale, de verdad que no lo vi.
-No te soporto Cristian, no me vuelvas a hablar.
-Por mi bien, total no sé que hago hablando con una pringada como tú.-rió.
Me molestó un poco el comentario de Cristian, pero decidí no darle importancia. Mientras iban pasando las clases, intentaba pensar en todo, hasta que acabé por pensar tan solo en una cosa, Cristian. No podía sacármelo de la cabeza, por mucho que quisiese.
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¿Para siempre?; XRIZ.
Fanfiction"-¿Como es posible que un chico tan popular como tú se haya fijado en una chica tan nerd como yo?.-pregunté con miedo. -Porque el amor es ciego, ¿o tú no sabías eso?.-respondió sonriente, como siempre. -Si.. Pero.. -Que no me importa como seas, yo t...