Terminaron las clases muy rápido. Salí junto a Andrea de clase, pero cuando me fui de mis pensamientos estaba en el suelo con la mochila al lado. Me había tropezado con ¿Cristian?. Vaya, que bien.
-¿Te vas a levantar, rubia?.-dijo Cristian tendiéndome la mano para ayudarme a levantar.
-Ya me levanto yo sola, gracias.-dije sin levantar la mirada hacia él.- No me vuelvas a llamar rubia.
-Lo hago por que sé que te fastidia.-dijo él.
-Vaya, que novedad.-dije con un tono para que se notara que era ironía.- Andrea, vámonos.
Los días pasaban sin que yo me diese cuenta, ignoraba a Cristian y a su amiguito, y ellos me ignoraban a mi, o eso creía yo con Cristian, por que a penas me miraba a la cara. Hasta un día en clase; estaba sentada a su lado, ya que llegué tarde como casi todos los días, y parece que a todos les gustaba que me sentara con Cristian, así que me senté junto a él.
-¿Qué miras?.-dije bordemente girando la cabeza donde se situaba Cristian sentado.
-Na.. Nada.-dijo apartando la mirada de mi por fin.
Me giré y miré hacia el profesor. Lo demás se pasó rapidísimo, no entendía como se me podía ir la vida tan pronto, pero eso estaba sucediendo.
La semana siguiente, otro lunes. Como los odiaba. Ese día llegué lo más pronto que pude para sentarme junto a Andrea. Iba de camino al instituto ya que Andrea me estaría esperando, cuando a los pocos segundos me encontré en el suelo.
-Ten más cuidado por donde vas.-dije sin mirar.
-Lo... Lo siento, ¿te ayudo?.-dijo una voz de chico joven desconocida.
-N..No.
Levanté la cabeza para verle y me paralicé en seco. Era el típico chico moreno guapo que tendría locas a todas las chicas, un tipo a Cristian, pero éste tenía ojos marrones, sería un poco más alto y tenía una gran sonrisa en la cara. Cuando pude reaccionar me levanté con la ayuda de la mano del chico, mientras él soltó una pequeña risa.
-Gra.. Gracias.- dije nerviosa.
-¿Te has hecho daño?.-sonrió amablemente el chico.
-No ha sido nada, de verdad.-sonreí levemente.- Gracias.
El chico moreno rió y recogió su skate con el que me había chocado.
-Está bien.-volvió a reír.- Por cierto, se te ha caído un libro, empollona.
Miré hacia el suelo, allí estaba tirado mi libro de filosofía. Me agaché a recogerlo, y cuando me levanté, vi al chico perdiéndose en la carretera montado a su skate. ''No se molestan ya ni en despedirse'' pensé en ese momento.
Seguí mi camino hasta que llegué al sitio en el que recogía a Andrea todos los días. La saludé y nos fuimos hacia el instituto.
Llegamos unos minutos tarde, raro en nosotras, ya que éramos las ''pringadas'' de la clase. El profesor de filosofía nos vio entrar pero no dijo nada esta vez. Nos sentamos en unas mesas de la parte de detrás, justo delante del sitio donde estaban sentados Cristian y su amigo Dani.
Decidí no girarles ni cabeza a esos dos que se reían en los asientos de detrás, y presté atención al profesor.
-Está bien, estoy harto de que os sentéis donde os dé la gana siempre, chicos, así que he decidido poneros yo, como tutor de esta clase, un sitio fijo.-dijo el profesor de filosofía nada más levantarse de la silla del profe.- Además, os mandaré un trabajo por parejas con un plazo de un mes y medio, en el que ya os explicaré después de que tratará. Y los grupos serán con la pareja que os toque de asiento fijo.
El profesor se volvió a sentar y miró la lista de clase. Ninguno de la clase hacía caso, ya que son los típicos malotes, y como si Cristian fuera el rey de todos ellos.
Después el profesor empezó a ir nombrando de dos en dos y señalándoles su asiento de clase.
-Seguimos, el grupo ocho.-dijo sin levantar la cabeza de la libreta.- Valeria García y Cristian Rodríguez. Sentaos allí.
Señaló un sitio de dos en el fondo izquierdo de la clase.
Miré para atrás buscando la cara de Cristian mirándome, pero a penas lo hizo y se sentó en la silla sin dejar de mirar el móvil que tenía debajo de la mesa para que el profesor no le pillase.
Me senté a su lado mientras se oía un ''oohh'' de fondo por habernos tocado al más popular y a la nerd, juntos, tanto para el sitio fijo de clase, como para el trabajo.
A penas le saludé.
-Ya está todo listo, el trabajo consistirá en un tema literario abstracto , como el amor, la alegría, la soledad... Un miembro de cada grupo vendrá y le tocará uno que cojerá de este bote, al azar, tendréis un mes y medio para hacer ese tema, después, lo expondréis delante de toda clase.- hubo un silencio.- ¿lo habéis entendido?.
Más de uno hizo un gesto de "sí" hacia el profesor, por lo que no habló más. Sonó la campana y salimos todos de clase.
-Parece que es destino os quiere juntos.
-Andrea, no creo en el destino, no digas eso.
-Yo sí que creo en el destino, creo que pone todo en su lugar, y es él mismo quien os quiere juntos.- río.- Luego no me des las gracias por tener la razón en todo.
-Siempre tienes la razón en todo lo malo.
-Que, al final, acaba siendo bueno.
-Cristian no tiene nada de bueno, no entiendo porque me ilusioné tanto con él.
-Fueron los nervios de la principiante, pero verás que llegará el día que valdrá la pena haberse ilusionado tanto.
-No lo creo, Andrea.
-Pues yo sí.- se paró.- Yo me voy por aquí, nos vemos mañana, te quiero.
Me dio un pequeño abrazo y se perdió por aquella calle.
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¿Para siempre?; XRIZ.
Fanfic"-¿Como es posible que un chico tan popular como tú se haya fijado en una chica tan nerd como yo?.-pregunté con miedo. -Porque el amor es ciego, ¿o tú no sabías eso?.-respondió sonriente, como siempre. -Si.. Pero.. -Que no me importa como seas, yo t...