Magcon Imaginas

Nash Grier | Os lo prometo |

Holaaa!! Antes de nada, deciros que mientras escribía esto estaba escuchando "Ohio", de Jacob Whitesides, y me encantó como quedaba! Os la dejo en la caja de multimedia :))

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¡¡¡MAMÁAAA!!!

Me desperté sobresaltada y corrí a la habitación de al lado asustada y algo aturdida.

-¿DYLAN?-Abro la puerta y descubro a mi hijo Dylan llorando, sentado en su cama.-Oh Dios, que susto...-Suspiro, intentando relajarme, y me acerco a él.-¿Qué pasa, cielo? Me asustaste...

-Tuve una pesadilla mamá...-Dijo entre lágrimas.

-Oh...Tranquilo, estás bien...-Me siento a su lado, le cojo en brazos y él me abraza, aún temblando.-¿Era algo muy malo?

-Era papá...Papá no volvía...-Sollozó y se echó a llorar de nuevo.-¿Dónde está papá?

-Volverá en poco tiempo, Dy, tranquilo...-Acaricié su cabello y cerré los ojos.

Aquello era tan duro para mí como para él. Nash iba de tour tres veces al año, y esas tres veces duraban al menos dos meses. Dylan amaba a Nash, y cada vez le dolía más verle irse. Ultimamente tiene pesadillas casi todas las noches y siempre está nervioso. Incluso temo que sufra ansiedad por todo esto.

Cuando se tranquliza se separa de mí y me mira a los ojos, aun soltando pequeños supiros. Es tan parecido a Nash. Aquellos ojos azules en los que podías incluso verte reflejado, el cabello castaño y esa naricita que tanta gracia me hacía. Era un niño hermoso, y no lo decía sólo por ser su madre. Sería tan guapo como Nash, eso estaba claro. Le dedico una sonrisa y el baja la cabeza.

-¿Quieres dormir conmigo?-Pregunto y él asiente.-De acuerdo, vamos.

Me levanto, cogiendole en brazos. Vamos a mi habitación y le acuesto en el lado de la cama donde Nash suele dormir, y yo me echo al lado. Se acurruca y me abraza.

-Mamá...-Susurra.

-Dime.

-¿Papá me quiere?

Se me parte el corazón en cuanto lo dice. Siempre hemos intentado que tenga una buena vida, y que tanto Nash como yo nos implicaramos en su educación. Pero claro, quien más presente ha estado he sido yo, por mucho que Nash lo intentara. A él le dolía tener que irse, pero debía hacerlo si quería que Dylan y yo pudieramos seguir con una buena vida. Se perdió sus primeros pasos, sus primeras palabras... Y ha sufrido mucho por todo eso, aunque siempre que estamos con Dy intenta estar siempre contento para que el niño esté tranquilo.

-Papá te quiere más que a nadie en el mundo.-Digo con la voz quebrada.

-A ti te quiere mucho también.-Dice.-Siempre me lo dice, y también dice que eres la mejor mamá del mundo y que tengo que cuidarte mucho mucho.

-¿Eso te dice?-Susurro, sonriendo, aun aguantando las lágrimas.

-Sip,...¡Y yo intento cuidarte, espero poder cuidarte siempre!-Se sienta encima de mi estómago y juguetea con mis manos.

-Claro que sí, pequeño.-Le beso en la mejilla y dejo que juegue por la cama hasta que cae rendido. Le arropo con las sábanas y me duermo también.

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-¿Estás segura que le hará ilusión?

-Vamos, Nash, no pareces su padre, ¡le va a dar algo cuando te vea!-Digo emocionada.