Matthew Espinosa | Borrón y cuenta nueva |

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ANTES DE EMPEZAR : Este capítulo (aunque no incluye muertes) puede ser algo fuerte. Así que si no quieres leer "sangre" o cosas así, te recomiendo que leas otro capítulo :)) 

Y ahora, a los que seguís aquí... Bienvenidos a otro imagina de Matt wiiiiiiiiiiii !! Disfrutad :)

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Otra mierda de día en el instituto empezaba. Como no, decenas de miradas se dirijían a mi. O al menos, eso parecía. Entré en el instituto y me dirijí a las taquillas a coger algunos libros. Djé la mochila en el suelo mientras ponía el número clave de la taquilla. Entonces alguien pegó una patada a mi mochila, mandándola a unos dos metros de mi. Suspiré, y sin decir nada, fuí a coger la mochila. Cuando volví, tres chicos muy altos y musculosos estaban urgando en mi taquilla, mientras 2 chicas detrás de ellos se reían de mi.

-¡Eh! ¡Eso es privado!-Grité cuando encontraron una carpeta azul claro.-¡Parad!

-Cállate.

La abrieron y allí encontraron todas las fotos que me había hecho con algunos de mis antiguos amigos y con mi único amigo ahora, Matthew. El más alto de ellos las miró una por una, haciendo comentarios sobre mi. Entonces las cogió todas y las rompió a la mitad. Noté mis ojos cristalizarse. Todos los recuerdos que guardaba ahí, se habían ido, convertidos en estupidos cachitos.

-Miradla, va a llorar.-Una de las chicas me señaló y los cinco empezaron a reír.-Creo que es el momento, Kyle.

-Si, pienso lo mismo...

Antes de que me diera tiempo a correr, dos de los chicos me atraparon con sus fibrados brazos e impidieron mi huída. Pataleé, pero no sirvió de nada, me estaban arrastrando de camino a algún sitio.

-Parad por favor...Por favor...-Mascullé, negándome a llorar.

-¿Qué has dicho?-Dijo una de las chicas.

-Parad...Por...-Intenté decir entre sollozos.

Entonces el chico que no me arrastraba me dió un puñetazo en el estómago y los dos que me tenían sujeta me soltaron, de manera que caí al suelo al instante, encogida de dolor. Las lágrimas empezaron a brotar y me sorbí la nariz. Respiraba con dificultad aún cuando me volvieron a coger y ha arrastrarme.

-Aquí termina tu viajecito.-Abrieron una puerta metalizada (estabamos en la parte trasera del instituto por la hierba alta y mal cuidada) y me tiraron dentro. Entonces empezaron a pegarme patadas y puñetazos.

Unos minutos después, que para mí fueron como horas, se cansaron y se fueron, cerrando la puerta de un portazo. Intenté levantarme, pero me mareé y caí al suelo de nuevo. Mi labio sangraba, y tenía moretones por todo el cuerpo de varios colores nada saludables. Me puse de rodillas y poco a poco me levanté, ayudándome con la pared. Me acerqué a la puerta y la intenté abrir. Nada. La empujé un poco. Nada. Me habían encerrado, habían bloqueado la puerta y me habían dejado ahí. Me senté en el suelo, aterrorizada. ¿Cuánto tardarían en encontrarme? Nadie iba a la parte de atrás del instituto, que supiera. Tal vez no me encontraran. Tal vez me pasara ahí sentada horas y horas, hasta morir. Cerré los ojos y las lágrimas se me acumularon, hasta que estallé y lloré con ganas. Mierda de vida. 

Algo surgió dentro de mí. Un odio que nunca antes había sentido. Un odio hacia ellos, hacia el mundo, hacia mí. Empecé a respirar con dificultad y me llevé las manos a la cabeza, intentando que todos los malos pensamientos que viajaban por mi cabeza se fueran lejos, que me dejaran. Pero no se iban. Temblaba como si hubiera 50º bajo cero. Miré alrededor.

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