A por un jugo de cereza

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Flarchel Marcía

02:30

Acabo de despertar por que sentí a mi padre llegar del hospital donde trabaja, baje rápido por las escaleras pero tropiezo y ruedo hasta el final, ahí me encuentro con mi padre y su cara de espanto, reímos, y me ayuda a levantarme.

—Que te pasó —me dijo aguantándose otra risa

—Te extrañé —dije sonriendo y angustiada

—Igual yo, pero debes irte a dormir, mañana tienes clases y por cierto, Feliz cumpleaños princesa —terminó y me abrazó

—Gracias papá —lo beso en la mejilla y me dirijo a mi cuarto.

Estoy en pijamas y se que el a notado mis brazos y las nuevas marcas descubiertas, se que no sabe como dirigirse a mi sobre este tema, y se lo agradezco, ya me basta con mi madre.

06:45

Tengo mucho sueño a pesar de ya haberme duchado, anoche me costo dormir asique me quedé escuchando a killstation. Termino de vestirme y me hago una cola alta para sostener mi cabello, mientras escucho i duckinf hatw you de ghostmane. Voy a desayunar y termino tragando todo lo que encuentro, la ansiedad de no haber comido por casi tres días me agarro al primer bocado, la culpa me consume de inmediato y corro al baño donde escondida tengo una botella de agua con sal, procedo a tomarla y vomitar todo lo que consumí, mi alivio fue inmediato, lave mis dientes y cogí mi mochila con el dinero que me dejaron mis padres, pero justo al lado vi una cajita con mi nombre etiquetado.

Voy camino al instituto con mi nueva cadena de plata, la cual era el regalo que traía la cajita que había encima de la mesa, a la entrada del instituto vi a Arlesst con una chica peli negra, mucho mas baja que el, y con una falda que casi le hace ver la ropa interior.

Pase caminando junto a ellos cruzando miradas con Arlesst pero esta vez no se acerco a fastidiarme, de todas formas ya me estaba empezando a acostumbrar.

Arlesst  Alcenia

Estaba conversando con Carla a la entrada del instituto cuando vi a Flarchel, parecía cansada y esta ves llevaba su pelo rojizo en una coleta alta, la cual no disimulaba el largo de su cabello. Flarchel es muy extraña, nunca hemos entablado una buena conversación pero algo me llama de ella...

Flarchel Marcía

Estoy asustada, me encuentro en un cuarto oscuro y no puedo moverme, intento gritar pero mi boca esta tapada, a lo lejos escucho que alguien entra y una pequeña luz se asoma, la figura es alta y con aspecto masculino, lo confirme cuando lo tuve en frente y a pesar de la capucha en su rostro lo supe por su voz.

— Así que haz despertado —me dijo— que bien por que me gusta mas así

Lo mire con espanto y las lagrimas me brotaron de inmediato cuando me puso las manos encima y empezó a tocar todo mi cuerpo inmóvil, intente gritar pero eso no ayudo..

De pronto desperté de un brinco, me había quedado dormida en clases, todos me miraron pero voltearon a su sitio de inmediato, Arlesst me observo un minuto mas pero el desagrado en mi cara hizo que se volteara el también a su sitio; Solo había sido una pesadilla o... mas bien un recuerdo, a pesar de que llevo tiempo teniéndolas, aun no me acostumbro y sigo teniendo ese vacío al despertar. Pido permiso para ir al baño, cojo mi mochila y camino lo mas rápido que puedo para llegar antes de derrumbarme, pero ya era tarde, ahí estaba yo en medio de las escaleras sin controlar mi llanto, de repente siento unos pasos detrás de mi, no quise voltear, supuse quien era, y me deje abrazar, llore y saque todo el dolor que sentía.

—Ten —me dio unos pañuelos— tranquila, estas a salvo.

— G-gracias —sollocé, no podía mirar a Arlesst a la cara.

— No te preocupes, quieres tomar algo, vamos a la cafetería.

— Esta bien — le dije y nos levantamos.

Arlesst Alcenia

Al pegar un salto llamo la atención de todos, sus ojos expresaban temor, aunque su rostro mostró desagrado al ver que después de un rato aun la observaba, cuando pidió ir al baño, la imite y logre alcanzarla en las escaleras, dude en acercarme pero al momento de rodearla en mis brazos, me apretó y acelero su llanto, sentía su corazón latir muy rápido, la sentía tan pequeña y vulnerable, todo lo contrario a lo que antes me había demostrado.

Nos encontramos sentados en el patio tomándonos unos jugos de cereza el cual según lo que Flarchel me dijo, es su favorito. No hemos querido tocar el tema de hace un rato así que intento hablar de un tema distinto.

—Y porqué viniste a estudiar a este instituto —pregunté.

—Por que me mudé.

—Porqué te mudaste?

— Eso no te incumbe —dijo de mala gana.

—Bien —respondí rodando los ojos

—Mmh, gracias por la compañía... —murmuró un poco apenada— y por el jugo—dijo alzándolo y esbozando una sonrisa.

Asentí devolviéndole la sonrisa, la cual es inigualable a la suya, nunca la había visto sonreír y creó que es lo mas hermoso que e visto en mis 16 años.

Flarchel termino de sorbetear lo que le quedaba de jugo y me miro, esta vez con una mirada muy distinta, no de fastidio o enojo como siempre, esta vez con ternura, se me acerco y sentí mis mejillas arder, hasta que sentí su cálido abrazo.

—Gracias, lo siento por ser tan grosera, algún día lo comprenderás —dijo levantándose y como siempre siguiendo su rumbo sin dejarme responder.

—Al parecer siempre le gusta tener la última palabra. —murmuré

El timbre sonó y ella desapareció entre todos los escolares, dejándome ahí, como un idiota embobado por su reciente presencia.

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Hasta aquí el capítulo de hoy, algo esta revoloteando por ahí, ¿no creen?, en fin, espero les este gustando la historia.
Nos leemos, si, nos leemos porque espero sus comentarios para así leernos mutuamente ;)<3

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