Flarchel Marcía
Ya estamos a finales de semestre, los exámenes se aproximan y no e hecho mas que estudiar, los últimos dos meses han sido tranquilos, me e estado adaptando a esta ciudad, sobretodo porque Arlesst me a ayudado a recorrerla, con el me siento segura... cosa que es impresionante ya que desde hace un tiempo el único hombre con el que me sentía a salvo era mi padre, pero Arlesst siempre crea ese ambiente seguro que tanto necesitaba. Hoy vendrá a mi casa y estudiaremos juntos para el examen de química de la próxima semana.
Esta terminando la última clase, y ya comienzo a guardar mis cosas para salir de las primeras. Arlesst ira a mi casa en una hora mas, ya que tiene que ir a buscar sus libros a casa, así que aprovechare de comprar unos snack para la tarde, hasta ahora se que los takis fuego son su snack favorito.
El timbre suena y salgo casi de las primeras del instituto, camino a mi casa voy escuchando música para distraerme del peligro de las calles y la ansiedad que me causa. Llego a una tienda cerca de mi casa y compro 2 bolsas de takis de diferente sabor, el favorito de Arlesst y los de queso que hace mucho hemos querido probar, también compre una papas fritas en bolsa de las grandes y unos Doritos ruleta; La verdad es que a Arlesst y a mi nos encantan las cosas picantes. —es una de las muchas cosas que tenemos en común— Llego a mi casa y me visto para deshacerme de esta estupida falda, luego preparo los pocillos para poner los snacks que compre, pongo de opción para beber mi jugo favorito y otra agua de pera que vi que Arlesst tomo la primera vez que vino a mi casa. El timbre sonó y por la cámara de seguridad confirme que era Arlesst, me aproxime rápidamente a abrir la puerta, casi tropiezo; Al abrir me fije que Arlesst no llevaba el uniforme, por primera vez lo vi con otro atuendo. Traia unos jeans negros rotos con una cadena a un lado, unas vans con caña, una camiseta de una de las bandas de las que siempre me habla —BMTH— y traia rodeando uno de sus brazos una chaqueta de cuerina. En su otra mano traia una bolsa que contenia tres tipos de takis, olvide mencionar que no trajese nada, pero su gesto fue muy grato.
—Pasa —dije abriendo mas la puerta y sin poder quitarle los ojos de encima, se veía bastante bien sin ese estupido uniforme.
Deje que se acomodara y subi a buscar mis libros, pasamos la tarde estudiando y conversando, también riéndonos de como Arlesst se ahogo tomando agua, dejando todos los apuntes húmedos.
Se hizo tarde y escuche a mi madre llegar, ya le había comentado que vendría un amigo a la casa y aunque realmente no le interesó, al entrar se sorprendió, supongo que lo había olvidado. Arlesst se puso de pie y la saludo, mi madre imito el gesto y fue a la cocina a prepararse un cafe mientras nos preguntaba como se había formado nuestra amistad; Hace mucho mi madre no se interesaba por mi vida personal, así que me hizo sentir una gran nostalgia que arruinó lo grandiosa que había sido esta tarde. Mire a mi madre y ella como nunca me sonrió con aprobación, mis ojos se cristalizaron de inmediato y sentí un nudo en el pecho de inmediato, me levante y me apresure a llegar al baño, lave mi rostro e intente calmar mi respiración, no demore mucho pero al salir vi a mi madre sentada con Arlesst riéndose a carcajadas mientras picaban algunos de los snacks que quedaban, eso me hizo sentir aun mas segura, ver la mirada de aprobación de mi madre y la simpleza en la que ellos dos congeniaron.
Ya era tarde y Arlesst ya se había ido, mensajeamos un rato cuando supe que había llegado a casa, nos reímos mucho por un meme de un gato vestido de mariposa. No supe en que momento me dormí, supongo que fue porque hoy me relaje como nunca.
La sensación que siento cuando estoy con Arlesst no la había sentido nunca, hasta creo que e empezado a sentir algo por el, mi psicóloga me ha dicho que es bueno que me distraiga, sobretodo con un amigo como Arlesst. Pero a pesar de todo, me aterra muchísimo, por muchas razones... como no ser correspondida o que si lo sea y al momento de entablar una relación el se enoje por no poder darle lo que comúnmente en una relación se hace.
Arlesst Alcenia
Mi novia a planeado una fiesta para este fin de semana, como a visto que me hablo con Flarchel me a dicho que también la invite, cosa con la que no tengo problema, si no que no creo que ella acepte ya que e notado que no le gustan los entornos sociales.
—Hace mucho que ya no nos vemos después de clases, quiero que este fin de semana lo aprovechemos al máximo. —me dijo sonriente y guiñándome uno de sus achinados ojos azules
— Hmjm. —dije, ya que se a lo que se refiere, aunque realmente no me emociona para nada, nunca he tenido esa intimidad que Carla quiere y la verdad es que me asusta un poco.
Después de la penúltima clase fui donde estaba Flarchel para comentarle sobre la invitación, al principio dudo pero finalmente acepto diciendo que seria una buena oportunidad de superación.
—Aunque es extraño que me haya invitado, no la conozco de nada... y ¿tú hace cuanto la conoces? No serás de esos que les gusta caerle bien a los super egocéntricos populares —dijo rodando los ojos mientras picaba de su empanada de queso.
—en realidad, Carla, la que te invito.. es mi novia.
Fue un instante para que Flarchel se encontrara ahogándose con un trozo de masa, pero trago un poco de agua que le ayudo a calmar la tos. Se levanto y sin decir nada como siempre se fue, fue muy extraña su reacción pero ya me e acostumbrado a su rara forma de ser.
Flarchel Marcía
No puedo creer que me estuve ilusionando con un chico que tiene novio, ¿por qué mierda me trata bonito si ya tiene a alguien?, tal vez solo quiere ser amable o siente pena por mi, la verdad es que mi reacción fue de lo peor, ni siquiera pude contestar entre la tos y la vergüenza que sentí en ese momento, estoy furiosa, pero de igual forma iré a esa fiesta, no quiero que una torpe relación arruine mi oportunidad de tener un lazo social.
Les mostrare lo mejor de mi.