TMES Vol. 1

Historia corta: La princesa Mia...

encuentra la amistad a través de mutua comprensión 

—Está haciendo esto bastante difícil, Lord Radnor. La recaudación de impuestos es vital para el bienestar del Imperio. Como noble, estoy seguro de que eres consciente de tu obligación de pagarles... "le dijo Ludwig al hombre de mediana edad que estaba frente a él.

Estaban en la mansión del barón de Radnor y, a juzgar por la fea mueca en el rostro del hombre, Lord Radnor no se alegró de verlos.

Ludwig suspiró.

"Aquí, como ve, está la cantidad que informó al Ministerio de la Golden Moon". Le entregó al barón un pergamino con números escritos en él. "Y aquí está la cantidad que realmente recaudó de la gente de su baronía. Ahora, si pudiera llamar su atención sobre la discrepancia bastante notoria entre ellos, que espero aclare el propósito de mi visita... "

Se detuvo a sí mismo de agregar, "bastardo ladrón", pero no pudo retener un tsk.

El pergamino no es barato, ¿sabes?

"Ciertamente, ciertamente. No es que me oponga a pagar, ¿sabe? " Dijo Lord Radnor, apenas logrando mantener una sonrisa forzada mientras escaneaba el pergamino, "pero no puedo evitar preguntarme qué pasaría si Lord Bluemoon se enterara. .. "

El barón se refería a uno de los cuatro duques de Tearmoon, Lord Bluemoon, a cuya facción pertenecía.

"... Que un buen amigo suyo estaba siendo acosado tan agresivamente por el tema de los impuestos. ¿Confío en que comprenda mi preocupación?

Radnor puso una cara que probablemente tenía la intención de intimidar, pero Ludwig simplemente se encogió de hombros.

"Por supuesto. Soy perfectamente consciente de que si Lord Bluemoon supiera que un poco de evasión de impuestos podría estropear sus propias relaciones con Su Alteza, sería bastante preocupante... para usted ", dijo, mirando al barón a través de sus lentes.

Al ver que Ludwig no se dejaba intimidar por su amenaza, la expresión de Radnor se nubló con inquietud por primera vez. Cuando comprendió por completo las implicaciones de la declaración de Ludwig, se dio cuenta de la precariedad de su situación. El duque tendría que considerar si merecía la pena proteger a Radnor si era a costa de empeorar la impresión que Mia tenía de él.

Entre un barón y la princesa, ¿en qué dirección se inclinaría la balanza?

Por supuesto, en realidad, el Duque de Bluemoon sin duda presentaría una queja formal si se enterara de que un simple oficial de Golden Moon tenía el descaro de reprender a un noble de su propia facción. Incluso con el respaldo de la princesa, Bluemoon seguiría siendo un enemigo formidable. Los Cuatro Duques tenían tanto poder en el Imperio que incluso la propia Mia tuvo que andar con cuidado alrededor de ellos, mucho menos un simple funcionario del gobierno como él.

Por eso era vital que Ludwig asumiera esta actitud de suprema confianza. El más mínimo indicio de aprensión destrozaría la fachada y permitiría a Radnor recuperar la compostura. Al ver que el barón estaba visiblemente conmocionado, continuó su asalto.