"Seres con la misma personalidad que terminan enamorándose entre sí"
Los Roussel son la versión invertida de los Pevensie, cuatro hermanos que durante la guerra también fueron a dar a la casa del profesor Digory Kirke.
Madison Roussel, una niña de...
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𝐌𝐀𝐃𝐈𝐒𝐎𝐍 𝐒𝐄𝐍𝐓Í𝐀 𝐂𝐈𝐄𝐑𝐓𝐎 𝐀𝐋𝐈𝐕𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐑 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐔𝐒 𝐎𝐓𝐑𝐎𝐒 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐎𝐒 estaban a salvo, aunque también sentía terror por lo que les haría aquella fémina.
Nunca debieron confiar en ella, pero solo son unos niños de catorce años de edad que se dejaron llevar por vil mentiras.
Tan fácil como quitarle el dulce a un niño.
—¿¡Dónde están?! —tomó a Edmund de la blusa y lo levanto, evitando que sus pies tocaran el suelo.
—¡No lo se! —respondió con temor.
—Entonces ya no me sirven.
Alzó su cetro lista para congelar al niño de enfrente, pero Madison habló antes de que lo hiciera.
—¡Espere! —la mujer de hielo la miró— escuchamos hablar de un tal Aslan.
—¿Aslan? ¿Dónde?
—Son extrajeros, no saben lo que dicen —habló el fauno con nervios.
Un troll golpeo a la pobre criatura en la cabeza, dejándolo más débil de lo que ya estaba.
—Dije ¿Dónde está Aslan? —cuestionó con la ceja levantada y su cetro en mano.
—Amm, no lo se, nos salimos antes de que lo dijeran ¡porque queríamos estar con usted! —se excusó la joven castaña.
—¡Guardia! —llamó la malvada "reina" — liberen al fauno.
Destrozaron sus cadenas de una manera horrible, haciendo que el fauno soltara varios gemidos de dolor, pues golpeaban sus débiles piernas a la hora de romper las cadenas.
—¿Sabes porqué estás aquí fauno? —interrogó.
—Por que espero ver a Narnia libre —le contestó con una mirada y voz firme.
—No, estas aquí porqué ellos —señaló a ambos niños— te delataron por postres.
El hombre mitad cabra los miró con decepción y tristeza, y al final fue arrastrado por otra horrorosa criatura por órdenes de la supuesta Reina.
