— Ni siquiera lo pienses, ¿oíste?
— ¡Pero papá! ¿No te enorgullecería que tu propia heredera traiga el trofeo a casa?—digo con entusiasmo.
— No hay un trofeo como tal, y ya te he dicho que no. Es un Torneo masculino, las reglas no permiten que haya integrantes femeninos.—hace una pausa— Además, no tienes el entrenamiento necesario para competir.
— ¿Apostamos?
— No hay discusión, Helene. No lo harás.
Bueno, teniendo en cuenta que mi padre no me ha dado el permiso necesario, no lo haré.
No lo haré con su permiso, es una lástima.
El resto del día consistió en informarme acerca de este Torneo, cuáles son sus instancias y qué recibirá el ganador. Amadeo, Amadeo... que mal te veo.
No iba a quedar como una ridícula sin participar luego de haberlo retado, tenía que participar, y en eso me ayudaría una sola persona.
—Oh no, no no no. No te atrevas. —dice, mientras camina más rápido que yo para intentar despistarme.
—Vamos, Terrance. Necesito que te anotes en la planilla para participar, a mi no me lo permiten.
—¿Y qué harás cuando mágicamente se den cuenta de que tú no eres Terrance Caeli? Porque te digo, no hay que ser muy inteligente para notarlo.
—Todavía no llegué a pensar esa parte, pero ya se me ocurrirá. Mientras tanto, anótate. He oído que hoy es el último día para hacerlo.
—¿Y qué gano yo con todo esto?—se planta en frente de mí.
—Hay un participante que seguro estará muy encantado de conocerte, se llama Amadeo. Tiene el pelo negro, es alto y ojos azules. Intuyo que pertenece al Reino del Agua, ¡pueden crear tsunamis juntos! ¿No es genial?
—No me convences, Helene. Pero lo haré, que sepas que me debes una.
—Te debo más que una.*
Finalmente, me cambio para lo que papá cree que es apropiado: un corset debajo de un vestido grande y llamativo, de un color violeta con tonalidades grisáceas, un espanto. Oigo los pasos de Miriam acercarse hasta mi cuarto y temo por lo que se viene.
— Bien, cierra los ojos y estate quieta. No tardaré mucho.
— He oído eso miles de veces, y me haces doler. ¿Por qué sólo cuenta la opinión de mi padre? ¡No tiene ni idea de peinados! Es calvo.
— Señorita, es lo que me han ordenado, yo solo cumplo con mi deber. Incline la cabeza, por favor.
Echo un suspiro notorio a la vez que obedezco, y comienza a entrelazar mechones de mi cabeza para intentar formar una especie de "peinado", lo cual lo veo un poco improbable. Mis rizos son indominables.
— ¡Auch! ¡Miriam!
— Lo siento, Mademoiselle. Terminaré pronto— dice, al mismo tiempo que me tira laca por la frente, para inmortalizar mi cabello.
En lo que terminaba mi sufrimiento, me puse a pensar en cómo afrontaría esta situación, y qué haría cuando descubran que Terrance no participará, sino que seré yo. Fue un poco impulsivo, quizás debería haberlo pensado mejor, pero el tiempo corre. Disfrazarme de él sería ridículo, bastará con ver mis ojos para diferenciarme: los de Terrance son grisáceos, y ambos son iguales.
Además, quiero luchar por mi honor, y demostrar que una mujer es completamente capaz de competir contra tantos hombres se le presenten.
Primer instancia: tiro al arco.
En tan solo unas horas, comenzarán las prácticas para elegir a los participantes de este año. Serán 4, un inútil por cada reino. Miles de personas se presentaron aquí, debido a que tenemos el territorio más grande después del Reino del Agua, pero sería complicado demostrar habilidades allí.
Ja, idiotas. No saben respirar debajo del agua. ¿Ves, padre, como soy capaz de ganarle a estos perdedores?
Quitando el hecho de que Amadeo probablemente sepa respirar bajo del agua, pertenece allí, pero seguro yo nado más rápido que él. Hombres...
— ¿Listo? —pregunto con impaciencia, saliendo de mis pensamientos.
— Si, señorita. Terminamos por hoy. ¿No ha quedado preciosa? Más de lo que es, claro está. —menciona con entusiasmo, al mismo tiempo que voltea mi silla para que me pueda ver en el espejo.
— Quedé... — ¿qué adjetivos puedo utilizar para no quedar como una irrespetuosa? Porque todo lo que se me viene a la mente tiene un calificativo negativo: horrible, espantoso, asqueroso, desagradable, increíblemente feo... puedo seguir, siéntate — perfecta. Gracias, Miriam. Pero la próxima el estilo lo elijo yo.Una vez que se retira de la habitación, me centro en analizar mi cabeza y ver qué puedo hacer para no parecer una dama antigua de los 20'. Me quito un rulero de aquí, una tenaza por allá, suelto la coleta.
Horrible.
Pero hermosa para humillar a los participantes. Si no participo yo...
No lo hará nadie.
![](https://img.wattpad.com/cover/279805492-288-k51637.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Reino de lo Perdido
FantasyCon una leyenda pisándole los talones, el corazón de Helene se divide entre dos poderosos reinos: el del fuego, y el del agua. La enemistad de sus padres pone a juego sus decisiones, sus deseos y lo más insaciable: su curiosidad. Everard, el Rey de...